Desde la primera participación de México en los Juegos Olímpicos de París en 1900, nuestro país siempre ha dado colorido a las mayores justas deportivas que se realizan alrededor del mundo, sean Juegos Centroamericanos, Panamericanos o Mundiales de cada especialidad; sin embargo, pese al entusiasmo de las y los atletas, los resultados no han acompañado la energía que cada deportista ha puesto en estos ciclos.
Tras la realización de los Juegos Olímpicos de Tokio, máxima competencia deportiva, nuestro país se encuentra en la posición número 42 dentro del medallero histórico de los Juegos Olímpicos, con 13 de medallas de oro, 24 de plata y 36 de bronce; un total de 73 preseas a lo largo de las justas deportivas.
Ante esto, es importante señalar la poca relevancia e interés que desde los gobiernos se ha puesto hacia el desarrollo de las y los atletas de alto rendimiento, y más aún, para hacer del deporte una política pública a partir de la cual se pueda generar un entorno saludable y de integración entre los diferentes miembros de la comunidad; participar en actividades deportivas comunitarias ayuda a mejorar las relaciones entre las personas, promoviendo la inclusión y la tolerancia.
Dentro del Estado de México, con el pasar de las administraciones, se restó importancia a la actividad física, ya que, hace algunos años se había promovido la creación de Instituto Mexiquense de Cultura Física y Deporte (IMCUFIDE), pasando a una Dirección General de Cultura Física y Deporte, hasta llegar a desarticular cualquier esfuerzo administrativo que promoviera el apoyo y desarrollo del deporte.
Por estas y otras razones, el sector económico mexiquense ha tomado la estafeta y ha promovido al Estado de México como un semillero de talento, además de desarrollar actividades que fortalecen la salud de la población. Sin embargo, esta tarea requiere de esfuerzos complementarios que generen un entorno positivo.
Hoy, el sector productivo mexiquense promueve la creación de un Instituto del Deporte y que el deporte sea reconocido como una política pública de salud, de reestructuración social e incluso, una política de seguridad. A través del fomento del deporte, se brindará la posibilidad de que todos los miembros de la familia cuenten con espacios aptos para el desarrollo de la actividad física.
Asimismo, consideramos necesario abrir la inversión en el deporte de alto rendimiento para dar resultados en todas las competiciones en las que nuestro país tenga representantes. El deporte nos da la oportunidad de contar con poblaciones más sanas, con una mayor convivencia entre sus integrantes y nos permite contar historias de éxito a partir del desarrollo físico de las y los mexiquenses.
Lic. Gilberto Javier Sauza Martínez / Consejero Presidente de CONCAEM
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