/ martes 16 de abril de 2019

Nuestro México


Ahora que hay vacaciones

a Semana Santa es un período en el que casi todos los trabajadores públicos y privados, gozamos de algunos días de descanso, además de todos los alumnos de escuelas también públicas y privadas. Por lo tanto, es un momento de convivencia y tiempo para realizar diversas actividades que por lo general no tenemos tiempo de hacer.

Una de esas actividades podría ser la lectura. Está comprobado que leer permite desarrollar un pensamiento más estructurado y ampliar el vocabulario. También, sobre todo cuando se trata de literatura, nos permite acceder a otras formas de vida, a otras formas de comportamiento y costumbres que de otro modo sería difícil de conocer. Es por ello que la literatura amplía nuestra visión del mundo, nos hace más abiertos, tolerantes y empáticos. También más libres.

Por desgracia en México la lectura no es una actividad muy arraigada en la población. Según la encuesta MOLEC (Módulo de lectura) del INEGI la cual mide comportamientos de lectura en el país en población de 18 años y más, el interés por leer es bajo. Y ha disminuido si se comparan los años 2015 y la última encuesta de 2018. En efecto, en el primer año, de cada 100 personas 50 mencionaron haber leído un libro en un año, mientras que en 2018 sólo lo hicieron 45.

La encuesta de MOLEC mide no sólo la lectura de libros sino de revistas, periódicos e historietas en publicaciones tanto digitales como impresas además de lectura en internet y en blogs. En el conjunto de materiales también ha disminuido el porcentaje de lectores, en 2015 era el 84.2% frente al 76.4% en 2018. Los hombres leen más que las mujeres, pues representan el 80.1 frente al 73.1 de las segundas. No obstante, cuando se trata de libros, el porcentaje de las mujeres que leen es ligeramente mayor al de hombres.

Las razones que explican esta situación, así como la disminución del porcentaje de lectores tanto de materiales diversos como de libros es muy diverso.

Las respuestas que ofrece la población entrevistada son en orden descendente tres: falta de tiempo, falta de interés y preferencia en realizar otras actividades. Por otro lado, las personas que declararon haber leído un libro señalaron que en su casa había siempre libros distintos a los de la escuela y otros dijeron que veían leer a sus padres.

El tiempo dedicado a la lectura, según la encuesta, es en promedio 39 minutos por sesión continua, lo cual es notoriamente insuficiente. Coincide con la principal razón por el que las personas declaran no leer: falta de tiempo.

Por eso, ahora que tenemos algunos días de descanso, podríamos aprovechar parte de ese tiempo para leer y para estimular a aquéllos que no lo hacen. Por ejemplo, hablando de lo que leemos e interesándonos por lo que leen otros. Pues tratándose de leer, nunca es tarde para empezar.

Investigadora de El Colegio Mexiquense, A.C.


Ahora que hay vacaciones

a Semana Santa es un período en el que casi todos los trabajadores públicos y privados, gozamos de algunos días de descanso, además de todos los alumnos de escuelas también públicas y privadas. Por lo tanto, es un momento de convivencia y tiempo para realizar diversas actividades que por lo general no tenemos tiempo de hacer.

Una de esas actividades podría ser la lectura. Está comprobado que leer permite desarrollar un pensamiento más estructurado y ampliar el vocabulario. También, sobre todo cuando se trata de literatura, nos permite acceder a otras formas de vida, a otras formas de comportamiento y costumbres que de otro modo sería difícil de conocer. Es por ello que la literatura amplía nuestra visión del mundo, nos hace más abiertos, tolerantes y empáticos. También más libres.

Por desgracia en México la lectura no es una actividad muy arraigada en la población. Según la encuesta MOLEC (Módulo de lectura) del INEGI la cual mide comportamientos de lectura en el país en población de 18 años y más, el interés por leer es bajo. Y ha disminuido si se comparan los años 2015 y la última encuesta de 2018. En efecto, en el primer año, de cada 100 personas 50 mencionaron haber leído un libro en un año, mientras que en 2018 sólo lo hicieron 45.

La encuesta de MOLEC mide no sólo la lectura de libros sino de revistas, periódicos e historietas en publicaciones tanto digitales como impresas además de lectura en internet y en blogs. En el conjunto de materiales también ha disminuido el porcentaje de lectores, en 2015 era el 84.2% frente al 76.4% en 2018. Los hombres leen más que las mujeres, pues representan el 80.1 frente al 73.1 de las segundas. No obstante, cuando se trata de libros, el porcentaje de las mujeres que leen es ligeramente mayor al de hombres.

Las razones que explican esta situación, así como la disminución del porcentaje de lectores tanto de materiales diversos como de libros es muy diverso.

Las respuestas que ofrece la población entrevistada son en orden descendente tres: falta de tiempo, falta de interés y preferencia en realizar otras actividades. Por otro lado, las personas que declararon haber leído un libro señalaron que en su casa había siempre libros distintos a los de la escuela y otros dijeron que veían leer a sus padres.

El tiempo dedicado a la lectura, según la encuesta, es en promedio 39 minutos por sesión continua, lo cual es notoriamente insuficiente. Coincide con la principal razón por el que las personas declaran no leer: falta de tiempo.

Por eso, ahora que tenemos algunos días de descanso, podríamos aprovechar parte de ese tiempo para leer y para estimular a aquéllos que no lo hacen. Por ejemplo, hablando de lo que leemos e interesándonos por lo que leen otros. Pues tratándose de leer, nunca es tarde para empezar.

Investigadora de El Colegio Mexiquense, A.C.

ÚLTIMASCOLUMNAS