/ lunes 29 de noviembre de 2021

Otra Mirada | La violencia, herida abierta que duele y exige solución 



Cantamos sin miedo, pedimos justicia, que retumbe fuerte, nos queremos vivas

Ya nada me calla ya todo me sobra si tocan a una nos tocan a todas.

¡Justicia![1]


El pasado 25 de noviembre se celebró en todo el mundo el Día internacional de la Eliminación de la Violencia contra las mujeres, bajo este contexto se hace necesario reflexionar sobre este tema que lastima a nuestra sociedad y que es un problema que pareciera se ha salido de control a pesar de los avances normativos con los que se cuentan; hoy más que nunca es una exigencia ver qué es lo que ocurre en nuestra sociedad y visibilizar toda violencia ejercida contra mujeres y niñas en los diferentes ámbitos, desde el privado en la familia, hasta lo público como es el ámbito de la política.


De acuerdo con cifras de ONU Mujeres una de cada 3 mujeres hemos sufrido violencia a lo largo de nuestra vida.


En el caso de nuestro país, la violencia contra las mujeres y niñas ha ido en aumento al igual que la impunidad de los diferentes tipos de violencia que sufren como la física, sexual, psicológica, económica y política.


Las cifras son alarmantes en todas las formas de violencia detectadas. De acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública que genera un informe sobre violencia contra las mujeres con el fin de conocer la magnitud, tendencia y ubicación geográfica de las conductas y acciones contra ellas se contabilizan 80,933 víctimas mujeres de enero a septiembre 2021 en todo el país.


De acuerdo con este mismo reporte e INEGI en 2020 nuestra entidad ocupa el segundo lugar con los índices más altos de violencia.


El Estado de México ocupa el primer lugar en feminicidios a nivel nacional, 18 municipios se encuentran dentro de los 100 municipios en todo el país con este tipo de delito que son: Chicoloapan, La Paz, Tultitlán, Chimalhuacán, Nezahualcóyotl, Toluca, Cuautitlán Izcalli, Huixquilucan, Texcoco, Valle de Chalco Solidaridad, Almoloya de Juárez, Amecameca, Atizapán de Zaragoza, Cuautitlán, Huehuetoca, Ixtlahuaca, Nicolás Romero y Tlalnepantla de Baz.


No solo es el feminicidio en lesiones dolosas, 11,449 mujeres denunciaron, así como 27 por secuestro, en ambos casos nuestro estado también ocupa el primer lugar, ni que decir de la extorsión, secuestro y delitos de violencia familiar.


Es de reconocer que los diferentes movimientos feministas y de la sociedad civil han logrado que se visibilice la violencia, sin embargo, las mujeres y niñas siguen siendo víctimas, ¿acaso es el reflejo de la descomposición social en la que nos encontramos?, ¿es la inexistencia de políticas públicas en materia de seguridad pública?, quizás también, el ámbito cultural en el que se encuentra el machismo y el sistema patriarcal que amenaza a quienes somos más del 51% de la población y quienes hemos alzado la voz para decir ¡basta!


[1] Fragmento de la Canción Sin miedo de Vivir Quintana




Cantamos sin miedo, pedimos justicia, que retumbe fuerte, nos queremos vivas

Ya nada me calla ya todo me sobra si tocan a una nos tocan a todas.

¡Justicia![1]


El pasado 25 de noviembre se celebró en todo el mundo el Día internacional de la Eliminación de la Violencia contra las mujeres, bajo este contexto se hace necesario reflexionar sobre este tema que lastima a nuestra sociedad y que es un problema que pareciera se ha salido de control a pesar de los avances normativos con los que se cuentan; hoy más que nunca es una exigencia ver qué es lo que ocurre en nuestra sociedad y visibilizar toda violencia ejercida contra mujeres y niñas en los diferentes ámbitos, desde el privado en la familia, hasta lo público como es el ámbito de la política.


De acuerdo con cifras de ONU Mujeres una de cada 3 mujeres hemos sufrido violencia a lo largo de nuestra vida.


En el caso de nuestro país, la violencia contra las mujeres y niñas ha ido en aumento al igual que la impunidad de los diferentes tipos de violencia que sufren como la física, sexual, psicológica, económica y política.


Las cifras son alarmantes en todas las formas de violencia detectadas. De acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública que genera un informe sobre violencia contra las mujeres con el fin de conocer la magnitud, tendencia y ubicación geográfica de las conductas y acciones contra ellas se contabilizan 80,933 víctimas mujeres de enero a septiembre 2021 en todo el país.


De acuerdo con este mismo reporte e INEGI en 2020 nuestra entidad ocupa el segundo lugar con los índices más altos de violencia.


El Estado de México ocupa el primer lugar en feminicidios a nivel nacional, 18 municipios se encuentran dentro de los 100 municipios en todo el país con este tipo de delito que son: Chicoloapan, La Paz, Tultitlán, Chimalhuacán, Nezahualcóyotl, Toluca, Cuautitlán Izcalli, Huixquilucan, Texcoco, Valle de Chalco Solidaridad, Almoloya de Juárez, Amecameca, Atizapán de Zaragoza, Cuautitlán, Huehuetoca, Ixtlahuaca, Nicolás Romero y Tlalnepantla de Baz.


No solo es el feminicidio en lesiones dolosas, 11,449 mujeres denunciaron, así como 27 por secuestro, en ambos casos nuestro estado también ocupa el primer lugar, ni que decir de la extorsión, secuestro y delitos de violencia familiar.


Es de reconocer que los diferentes movimientos feministas y de la sociedad civil han logrado que se visibilice la violencia, sin embargo, las mujeres y niñas siguen siendo víctimas, ¿acaso es el reflejo de la descomposición social en la que nos encontramos?, ¿es la inexistencia de políticas públicas en materia de seguridad pública?, quizás también, el ámbito cultural en el que se encuentra el machismo y el sistema patriarcal que amenaza a quienes somos más del 51% de la población y quienes hemos alzado la voz para decir ¡basta!


[1] Fragmento de la Canción Sin miedo de Vivir Quintana