/ domingo 19 de julio de 2020

Panorama Político | Distractores políticos ante el descontrol de la pandemia


“La diferencia entre una democracia y una dictadura consiste en que en la democracia puedes votar antes de obedecer las órdenes”: Charles Bukowsky.


El descontrol por la pandemia de salud ha llevado al gobierno federal a dar traspiés, pues al verse rebasado por sus malas decisiones ahora busca dañar directamente a sus adversarios políticos.

Culpa a las autoridades de los estados por el crecimiento de contagios y muertes, cuando desde que se dio a conocer el primer caso, fue la autoridad federal la que asumió el control de las decisiones, la información fue acaparada por el subsecretario Hugo López Gatell.

Así determinaron que hacer y que no hacer, impusieron las reglas para todo el país, prohibieron desde la federación que las entidades hicieron pruebas para detectar el Covid-19.

Durante varios meses en acciones irresponsables vimos a Lopez Gatell decir que alcanzaríamos el pico más alto de contagios, así cada semana decía lo mismo, y el punto máximo no ha llegado y aún se ve lejos pues cada día siguen siendo miles los ciudadanos afectados.

Del Presidente de la República sólo hemos visto decisiones fuera de toda lógica, mientras en los estados se sufre con la problemática diaria de salud, sumado a los problemas económicos por falta de recursos, A él lo vemos en gira nacional, recomendando salir, ir a restaurantes, perder el miedo para salir a la calle.

Desafortunadamente el Presidente no repara en qué con esos llamados la gente se vuelca a las calles, no hay una salida ordenada, mucho menos controlada por las autoridades.

El tráfico vehicular regresó, las plazas comerciales que han abierto tiene filas enormes de personas que pretenden acceder a realizar compras, los restaurantes se empiezan a llenar, pero al no estar preparados tanto comerciantes como autoridades el riesgo crece.

Es una irresponsabilidad absoluta no dar la importancia que tiene la pandemia. Con la llegada a México de Emilio Lozoya, nadie sabe en calidad de qué, pues se había dicho que se había cerrado su extradición en calidad de inculpado de diversos delitos.

Ahora resulta que no piso el reclusorio pues fue trasladado a un hospital privado por supuestas afecciones médicas, que las autoridades españolas desconocen pues declararon que Lozoya fue entregado a las autoridades mexicanas en óptimas condiciones de salud.

Esta detención fue anunciada con bombo y platillo por el Presidente de la República como uno de los golpes más fuertes contra la corrupción en sexenios pasados.

Sin embargo lo que observamos es que el Ejecutivo Federal sin importarle los problemas graves de salud, inseguridad y económicos que el país sufre, decidió empezar la campaña política con mira a las elecciones de 2021.

El caso de Lozoya a todas luces va a ser usado en dos sentidos: como un distractor de los errores del gobierno ante la pandemia y como un ariete político contra los opositores principalmente los que más posibilidades de construir una fuerza opositora en la elección intermedia como el Partido Acción Nacional.

En medio de las crisis que padecemos vamos a ver a un Presidente de la República que usará todos los medios a su alcance para intentar descarrilar a sus opositores, hoy nuestro país vive uno de sus peores momentos con muchas heridas abiertas.

La elección de 2021 ser un parteaguas entre un proyecto que pretende perpetuarse en el poder y uno que garantice que la democracia continue. Nosotros estamos apostados en el segundo, garantizar un México democrático y de libertades plenas.

@JorgeInzunzaPAN

Facebook: Jorge Inzunza



“La diferencia entre una democracia y una dictadura consiste en que en la democracia puedes votar antes de obedecer las órdenes”: Charles Bukowsky.


El descontrol por la pandemia de salud ha llevado al gobierno federal a dar traspiés, pues al verse rebasado por sus malas decisiones ahora busca dañar directamente a sus adversarios políticos.

Culpa a las autoridades de los estados por el crecimiento de contagios y muertes, cuando desde que se dio a conocer el primer caso, fue la autoridad federal la que asumió el control de las decisiones, la información fue acaparada por el subsecretario Hugo López Gatell.

Así determinaron que hacer y que no hacer, impusieron las reglas para todo el país, prohibieron desde la federación que las entidades hicieron pruebas para detectar el Covid-19.

Durante varios meses en acciones irresponsables vimos a Lopez Gatell decir que alcanzaríamos el pico más alto de contagios, así cada semana decía lo mismo, y el punto máximo no ha llegado y aún se ve lejos pues cada día siguen siendo miles los ciudadanos afectados.

Del Presidente de la República sólo hemos visto decisiones fuera de toda lógica, mientras en los estados se sufre con la problemática diaria de salud, sumado a los problemas económicos por falta de recursos, A él lo vemos en gira nacional, recomendando salir, ir a restaurantes, perder el miedo para salir a la calle.

Desafortunadamente el Presidente no repara en qué con esos llamados la gente se vuelca a las calles, no hay una salida ordenada, mucho menos controlada por las autoridades.

El tráfico vehicular regresó, las plazas comerciales que han abierto tiene filas enormes de personas que pretenden acceder a realizar compras, los restaurantes se empiezan a llenar, pero al no estar preparados tanto comerciantes como autoridades el riesgo crece.

Es una irresponsabilidad absoluta no dar la importancia que tiene la pandemia. Con la llegada a México de Emilio Lozoya, nadie sabe en calidad de qué, pues se había dicho que se había cerrado su extradición en calidad de inculpado de diversos delitos.

Ahora resulta que no piso el reclusorio pues fue trasladado a un hospital privado por supuestas afecciones médicas, que las autoridades españolas desconocen pues declararon que Lozoya fue entregado a las autoridades mexicanas en óptimas condiciones de salud.

Esta detención fue anunciada con bombo y platillo por el Presidente de la República como uno de los golpes más fuertes contra la corrupción en sexenios pasados.

Sin embargo lo que observamos es que el Ejecutivo Federal sin importarle los problemas graves de salud, inseguridad y económicos que el país sufre, decidió empezar la campaña política con mira a las elecciones de 2021.

El caso de Lozoya a todas luces va a ser usado en dos sentidos: como un distractor de los errores del gobierno ante la pandemia y como un ariete político contra los opositores principalmente los que más posibilidades de construir una fuerza opositora en la elección intermedia como el Partido Acción Nacional.

En medio de las crisis que padecemos vamos a ver a un Presidente de la República que usará todos los medios a su alcance para intentar descarrilar a sus opositores, hoy nuestro país vive uno de sus peores momentos con muchas heridas abiertas.

La elección de 2021 ser un parteaguas entre un proyecto que pretende perpetuarse en el poder y uno que garantice que la democracia continue. Nosotros estamos apostados en el segundo, garantizar un México democrático y de libertades plenas.

@JorgeInzunzaPAN

Facebook: Jorge Inzunza