Quien se obsesiona con el poder por el poder mismo termina perdiendo toda dimensión de lo que este significa como medio y pasa a ponerlo como un fin en sí mismo, con lo que trastocará todo orden pues al convertirse en el todo por el todo, lo más importante será el poder en sí mismo, y ya no la persona, la comunidad, el bien común, el servicio.
Ahora todo se centrará en la consecución del poder y el mantenimiento de él a costa de lo que sea, por encima de quien sea. Es aquí don se pierde la razón de ser de un instrumento que debe ponerse al servicio de la gente.
Así se encuentra el gobierno de la República en nuestro país, pues sólo está obsesionado con obtener el poder, para ello ataca adversarios, descalifica opositores, cualquiera que se anteponga suele ser blanco de ataques, el objetivo será anularlos. Vale la pena expresar que estas no son circunstancias aisladas, sino objetivos muy claros, perfectamente definidos.
A ello hay que sumar que desde 1959 no han tenido nunca una elección democrática y libre de sus autoridades, que el régimen les ha impuesto a los hermanos Castro y ahora al presidente Díaz Cannel. Por ello resulta un despropósito celebrar la independencia de México con un incitado especial que vive en un régimen de control total donde no hay libertades.
Por si eso fuera poco se han reunido los principales líderes de los países integrantes de la CELAC queriendo imponer albazo contra la OEA, pretendieron imponer una agenda acorde a las autoridades mexicanas y venezolanas, pero no les resultó. Por fortuna voces como la del mandatario de Uruguay advirtieron de las intenciones de los gobiernos izquierdistas y se manifestaron en contra.
A todas luces vemos las intenciones de López Obrador que pretende copiar las intenciones añejas de su antecesor Luis Echeverría para imponerse como líder regional de las izquierdas, por ello este congreso de la CELAC en el país, por ello tener de invitado especial al dictador cubano.
Los mexicanos debemos estar alerta de estos peligros, pues López Obrador se conduce como emperador plenipotenciario y no como presidente de una nación democrática, actúa como si fuera dueño de nuestro país, como si no tuviera que rendir cuentas.
Desde la cámara de diputados en el congreso de la Unión hacemos un llamado al presidente de México a que se comporte como presidente constitucional y no como un dictadorzuelo que a su libre capricho y antojo pretende imponer agendas que no son las necesidades ni prioridades de los mexicanos.
Ya basta que López Obrador actué como monarca sin considerar el cumplimiento de la ley, sus instituciones y el mandato popular que le dio la oportunidad de gobernar, pero no le hipotecó al país.
Aún faltan tres años para que este gobierno autoritario acabe, mientras tanto sigamos exhibiendo los excesos de poder y las intenciones autoritarias que son el sueño del gobierno dictador.
@JorgeInzunzaPAN
