La masacre de trece policías que sucedió en llano grande en el municipio de Coatepec Harinas, al sur del Estado de México nos debe poner a reflexionar que aun en medio de la pandemia las células delincuenciales no paran, siguen haciendo daño a la población.
En este rubro tan delicado todos los partidos políticos, la sociedad, los órdenes y niveles de gobierno debemos hacer lo necesario para combatir a la delincuencia, desde la denuncia, hasta poner los debidos cuidados ciudadanos, para tratar de protegernos entre todos: redes vecinales de protección con las alertas ciudadanas, alarmas vecinales, sistemas de protección mediante circuitos cerrados de video vigilancia.
En el caso de las autoridades debe existir mayor coordinación, trabajo conjunto, compartir información, diseñar acciones conjuntas, operativos, inteligencia policial, desarrollar estrategias de prevención, pero también de contención y combate a las acciones de los delincuentes, la ciudadanía se encuentra presa de los efectos de las actividades de los delincuentes.
Expresó nuestra total solidaridad con los familiares de los servidores públicos abatidos, se quedan esposas viudas, madres sin hijos, hijos sin padre, familias desarticuladas por el ataque de la delincuencia, al final nos agravian a todos, las autoridades no deben permitir que esto los amedrente, mucho menos debe dejar de hacer las acciones correspondientes para la eficaz lucha contra la delincuencia.
Aquí como estado nos enfrentamos a la delincuencia que muchas veces esta mejor equipada que los cuerpos policiacos, armas de alto poder, vehículos modificados, y un enorme ejército que ha decidido sumarse del lado delincuencial porque no encuentran oportunidades de empleo y desarrollo, es más fácil pegarle al peligro y obtener dividendos económicos inmediatos, aunque en ellos vaya el riesgo permanente de perder la vida.
A ello debemos sumar que de parte del Gobierno Federal hay un total abandono, pues están más ocupados en la grilla electoral con miras a las elecciones intermedias de junio. La estrategia de López Obrador de “abrazos, no balazos” no ha dado resultado por el contrario la delincuencia ha crecido, nos está desbordando, pero eso no es todo, la disminución de los recursos para la seguridad pública a los municipios y estados hoy hace mella, dejando desprotegidos a los ciudadanos.
Pobre ciudadanía, tiene que sufrir la pandemia de Covid 19 , los problemas de salud en general, la falta de medicinas, la pérdida de empleos, la economía retrayéndose, la falta de inversión, además de las ineficiencias gubernamentales del gobierno nacional, ahora se recrudece mucho más la inseguridad pública, el control de la delincuencia en las actividades ciudadanas sentando sus reales en los espacios públicos. El reto no es fácil pero aun a pesar de las diferencias ideológicas o políticas, todos debemos cerrar filas para combatir a la delincuencia, pues está ataca a todos por igual.
@JorgeInzunzaPAN
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