Estamos viendo decisiones de los poderes de la unión sometidos por el poder presidencial que nos remiten a recordar los peores momentos del viejo régimen político, de la dictadura perfecta, del tiempo del control total de los medios, de los sectores empresariales de callar a los que piensan distinto, de aniquilar a los opositores con la permanente pretensión del control total del poder.
Ese régimen totalitario que tanto daño le hizo a nuestro país, que lo hundió en el atraso, que lo privó de las oportunidades de desarrollo y crecimiento. Ese México que nunca más debe volver al pasado, pues hoy, este gobierno de la república está haciendo todo para reeditar ese pasado vergonzoso.
Desde el inicio de este gobierno, que ha cumplido ya más de dos años, tiempo en el cual ha demostrado que sus decisiones, acciones, planes, programas, son solo ocurrencias, sueños guajiros, berrinches y deseos personales malsanos que han dañado a la economía, a la seguridad pública, los auténticos programas sociales, la salud, a todos los sectores y niveles por igual.
Este gobierno ha recortado recursos a todos los rubros, pero nunca hemos sabido hacia donde ha dirigido esos cientos o miles de millones, pues la cantaleta permanente es que ya no tiene dinero, que le faltan recursos, que necesita recortar más y por otro lado cobrar más, sangrar a los contribuyentes de siempre.
En el fondo todos sabemos que el dinero va para sus programas de control clientelar con miras a mantenerse en el poder, pagando a su base electoral, esperando cobrarles con su voto en las próximas elecciones. Pero, por si eso fuera poco, sigue permanentemente el presidente atacando a las instituciones, golpeando a la democracia, acumulando poder.
Desde su origen este gobierno ha controlado con su mayoría a las cámaras de senadores y diputados, que solo son comparsas, que sin debate, análisis ni aporte, aprueban todo lo que el presidente les ordena, ahí ya no hay división de poderes, hay subordinación de diputados y senadores al poder presidencial.
Eso es muy dañino para cualquier democracia, no importa de qué color sea el gobierno, cuando tiene la tentación de ser autoritario y obtener el poder absoluto, ahí todos debemos de cerrar filas y defender a nuestro país.
Más ahora que la tentación de imponerse permanentemente en el poder cobra más fuerza, pues ahora hemos visto a una Suprema Corte de Justicia de la Nación sometida en algunas decisiones mayoritarias al Presidente de la República. Ahora vemos una injerencia tanto del presidente López Obrador como del Poder Legislativo en contra del Poder Judicial.
Pretender extender el periodo de la presidencia del ministro Arturo Zaldívar, mediante una reforma legal, es un asalto y ataque a la independencia judicial. Que los ministros lo permitan es una claudicación, es ponerse de rodillas frente al ejecutivo.
Este tema ya fue aprobado en las dos cámaras, ya pasó al ejecutivo para su publicación y entrada en vigor, las minorías en las cámaras van a presentar acciones de inconstitucionalidad, esperemos que la Corte salve su prestigio, salvaguarde la Constitución y regrese al orden normativo, que no se someta al control de López Obrador, que no permita que la conviertan en la tremenda corte, como comparsa, tapadera de los errores y decisiones del ejecutivo.
@JorgeInzunzaPAN
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