/ domingo 8 de noviembre de 2020

Panorama Político | Poner las barbas a remojar

Cuatro años de sufrir las más radicales acciones que afectaron a su país, además de traer consecuencias contra sus vecinos tanto en el norte como en el sur, por supuesto los daños se expandieron por todo el mundo.

Me refiero a los turbulentos años de gobierno populista, demagogo, radical, insensible en muchas ocasiones inhumano de Donald Trump, aquel que una y otra vez ofendió a los migrantes, a los latinos, principalmente a los mexicanos llamándolos, violadores, asesinos, delincuentes y un sinfín de epítetos racistas, discriminatorios, ofensivos.

La cantaleta permanente de la construcción de un muro en la frontera norte de nuestro país para frenar la migración hacia la unión americana con costo asignado a México, le sirvió para arrasar en las elecciones en las que se postuló por primera vez en 2016.

Usar lenguaje de odio, radicalizar las posturas anti migrantes, ofrecer acciones populistas fueron suficientes para ganar en medio de un proceso electoral que las encuestas daban por perdida, pues todos los sondeos daban como ganadora de la contienda a Hilary Clinton, la realidad fue otra y nos tiene aquí, en la contienda por la reelección.

Un pésimo manejo de la crisis de salud generada por la pandemia donde cientos de miles se contagiaron y perdieron la vida, el Covid-19 le ganó la batalla a Donald Trump, haberlo desdeñado sugiriendo que no era tan grave, despreciar desalentando el uso de cubrebocas, ir al absurdo recomendando consumir cloro desinfectante para acabar con el corona virus.

La polarización que generó en la sociedad estadounidense le cobró factura, en todo el mundo se celebra su derrota pues en todos lados generó problemas, afectaciones, ataques, confrontaciones.

Con el triunfo en Pensilvania se declara que el Presidente número 46 de los Estados Unidos de Norte América será el Demócrata Joe Biden, se advierten turbulencias pues Trump no aceptará tan fácilmente la derrota.

En esta contienda hemos visto cosas inéditas como el declarar que la elección fue fruto de un fraude. En la elección de hace cuatro años se acusó la inferencia de países extranjeros como Rusia, y el manejo de información cibernética con alteración de los algoritmos de conteo.

Las dos elecciones donde participo Trump al menos en el discurso una vez contra él y en este 2020 contra sus contrincantes se habló de fraudes, algo con lo que ha quedado para la historia.

Sin embargo los resultados demuestran que amplios sectores de la sociedad norteamericana le cobraron las facturas populistas y demagogas a Trump, queda demostrado que cuando la sociedad se cansa y hace uso de su derecho de elegir gobernantes los encumbra o destrona.

Eso pasó en Estados Unidos, ahora la lección es para todo el mundo México no puede sustraerse de esa realidad, menos cuando Andrés Manuel López Obrador se casó con el proyecto trumpista poniendo en riesgo al país completo por inmiscuirse en la política interna de nuestro vecino del norte.

En México sufrirlos un gobierno populista, muy similar al que ahora cae por la fuerza ciudadana del voto, ahí está una gran lección, las mentiras, el populismo, la demagogia, la confrontación, el engaño, el robo, la corrupción pueden desterrarse por medio de la participación ciudadana por las. Las democráticas.

Ahora toco a Trump en los Estados Unidos, nuestro país celebrará elecciones intermedias el próximo año y renovaremos presidencia de la República en 2024, es tiempo de que el gobierno federal y López obrador pongan sus barbas a remojar.

@JorgeInzunzaPAN

Cuatro años de sufrir las más radicales acciones que afectaron a su país, además de traer consecuencias contra sus vecinos tanto en el norte como en el sur, por supuesto los daños se expandieron por todo el mundo.

Me refiero a los turbulentos años de gobierno populista, demagogo, radical, insensible en muchas ocasiones inhumano de Donald Trump, aquel que una y otra vez ofendió a los migrantes, a los latinos, principalmente a los mexicanos llamándolos, violadores, asesinos, delincuentes y un sinfín de epítetos racistas, discriminatorios, ofensivos.

La cantaleta permanente de la construcción de un muro en la frontera norte de nuestro país para frenar la migración hacia la unión americana con costo asignado a México, le sirvió para arrasar en las elecciones en las que se postuló por primera vez en 2016.

Usar lenguaje de odio, radicalizar las posturas anti migrantes, ofrecer acciones populistas fueron suficientes para ganar en medio de un proceso electoral que las encuestas daban por perdida, pues todos los sondeos daban como ganadora de la contienda a Hilary Clinton, la realidad fue otra y nos tiene aquí, en la contienda por la reelección.

Un pésimo manejo de la crisis de salud generada por la pandemia donde cientos de miles se contagiaron y perdieron la vida, el Covid-19 le ganó la batalla a Donald Trump, haberlo desdeñado sugiriendo que no era tan grave, despreciar desalentando el uso de cubrebocas, ir al absurdo recomendando consumir cloro desinfectante para acabar con el corona virus.

La polarización que generó en la sociedad estadounidense le cobró factura, en todo el mundo se celebra su derrota pues en todos lados generó problemas, afectaciones, ataques, confrontaciones.

Con el triunfo en Pensilvania se declara que el Presidente número 46 de los Estados Unidos de Norte América será el Demócrata Joe Biden, se advierten turbulencias pues Trump no aceptará tan fácilmente la derrota.

En esta contienda hemos visto cosas inéditas como el declarar que la elección fue fruto de un fraude. En la elección de hace cuatro años se acusó la inferencia de países extranjeros como Rusia, y el manejo de información cibernética con alteración de los algoritmos de conteo.

Las dos elecciones donde participo Trump al menos en el discurso una vez contra él y en este 2020 contra sus contrincantes se habló de fraudes, algo con lo que ha quedado para la historia.

Sin embargo los resultados demuestran que amplios sectores de la sociedad norteamericana le cobraron las facturas populistas y demagogas a Trump, queda demostrado que cuando la sociedad se cansa y hace uso de su derecho de elegir gobernantes los encumbra o destrona.

Eso pasó en Estados Unidos, ahora la lección es para todo el mundo México no puede sustraerse de esa realidad, menos cuando Andrés Manuel López Obrador se casó con el proyecto trumpista poniendo en riesgo al país completo por inmiscuirse en la política interna de nuestro vecino del norte.

En México sufrirlos un gobierno populista, muy similar al que ahora cae por la fuerza ciudadana del voto, ahí está una gran lección, las mentiras, el populismo, la demagogia, la confrontación, el engaño, el robo, la corrupción pueden desterrarse por medio de la participación ciudadana por las. Las democráticas.

Ahora toco a Trump en los Estados Unidos, nuestro país celebrará elecciones intermedias el próximo año y renovaremos presidencia de la República en 2024, es tiempo de que el gobierno federal y López obrador pongan sus barbas a remojar.

@JorgeInzunzaPAN