/ viernes 11 de marzo de 2022

Pensamiento Universitario | la niñez en el bando opuesto

Para el inquilino de Palacio Nacional no hay términos medios y solo reconoce dos bandos: el de los incondicionales y el de los adversarios. Por eso, la polarización y la estrategia de ataques es la constante, y van desde ofensas, burlas y descalificaciones lanzadas en las “mañaneras”, hasta cancelar programas sociales y destinar los recursos hacia los absurdos y costosos proyectos insignia.

En este escenario, uno de los sectores más perjudicados en sus derechos fundamentales es el de la niñez, al no reconocer la actual administración federal la importancia que tiene en esta etapa el cuidado y la adquisición de hábitos y conductas, a fin de forjar el potencial de las y los pequeños para ser ciudadanos sanos, educados, responsables y productivos.

Una primera muestra se vio al retirar el financiamiento a las estancias infantiles, con lo cual se dejó sin los servicios de guardería y de primera formación y desarrollo a cientos de miles de menores en varias regiones del país, muchos de ellos en zonas indígenas o con alguna discapacidad, además de afectar a las madres trabajadoras. El principal argumento fue la cantaleta de luchar contra la corrupción, supuestamente al haberse detectado irregularidades, aunque la verdadera intención se enfocaba a destruir las acciones de sexenios anteriores, y luego crear la imagen de gran benefactor, al entregar dinero directamente a las familias.

Como bien lo dice el médico Xavier Tello en su impactante libro “La tragedia del desabasto”, la fatal combinación de ignorancia, incompetencia e ideología hará que la escasez de medicamentos sea otro error mortal y un periodo sumamente crítico y vergonzoso de la historia de México. Por supuesto, el caso de los niños con cáncer es de los mayormente representativos, no sólo por la lucha de estos valientes contra la enfermedad y el peregrinar de sus familiares en la búsqueda de fármacos y tratamientos, sino por recibir el desprecio de las autoridades y la grave acusación de ser “golpistas”.

Se añade también la decisión de no vacunar contra el Covid – 19 a los menores de entre cinco y 14 años, según el gobierno federal por no constituir un grupo prioritario. Es decir, a pesar del registro de más de 900 fallecidos de este rango a causa del virus, de considerar los científicos mexicanos esa prevención un asunto de seguridad nacional y de mandamientos judiciales derivados de numerosos amparos, se incurre en desacato y nada importa acumular muertes susceptibles de evitar.

De acuerdo con la información publicada, el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2022 enviado al Congreso, contempló recortes de hasta 91 por ciento en varios rubros relacionados con la atención a la infancia. Consecuencia inmediata fue la desaparición de las llamadas Escuelas de Tiempo Completo (170 mil en todo el país), cuyos beneficios en materias de aprendizaje, deporte y alimentación se extendían a 3.6 millones de niñas, niños y adolescentes, y eran asimismo un apoyo a la inserción laboral de las mamás.

Sin duda, la disposición implica un enorme retroceso y algunas de sus repercusiones se verán en el deterioro de aprendizajes, calidad educativa, nutrición y economía familiar, aunado al rezago y la deserción escolar. Y en esto ningún atenuante significa la irracional idea de privilegiar el programa La Escuela es Nuestra, con la consigna de gastar en rehabilitación de infraestructura 14 mil millones de pesos este año, y en opinión de los expertos el enésimo plan opaco, discrecional y de uso clientelar.

Así, el daño a los derechos humanos de la niñez mexicana queda como parte de la gran transformación.

Para el inquilino de Palacio Nacional no hay términos medios y solo reconoce dos bandos: el de los incondicionales y el de los adversarios. Por eso, la polarización y la estrategia de ataques es la constante, y van desde ofensas, burlas y descalificaciones lanzadas en las “mañaneras”, hasta cancelar programas sociales y destinar los recursos hacia los absurdos y costosos proyectos insignia.

En este escenario, uno de los sectores más perjudicados en sus derechos fundamentales es el de la niñez, al no reconocer la actual administración federal la importancia que tiene en esta etapa el cuidado y la adquisición de hábitos y conductas, a fin de forjar el potencial de las y los pequeños para ser ciudadanos sanos, educados, responsables y productivos.

Una primera muestra se vio al retirar el financiamiento a las estancias infantiles, con lo cual se dejó sin los servicios de guardería y de primera formación y desarrollo a cientos de miles de menores en varias regiones del país, muchos de ellos en zonas indígenas o con alguna discapacidad, además de afectar a las madres trabajadoras. El principal argumento fue la cantaleta de luchar contra la corrupción, supuestamente al haberse detectado irregularidades, aunque la verdadera intención se enfocaba a destruir las acciones de sexenios anteriores, y luego crear la imagen de gran benefactor, al entregar dinero directamente a las familias.

Como bien lo dice el médico Xavier Tello en su impactante libro “La tragedia del desabasto”, la fatal combinación de ignorancia, incompetencia e ideología hará que la escasez de medicamentos sea otro error mortal y un periodo sumamente crítico y vergonzoso de la historia de México. Por supuesto, el caso de los niños con cáncer es de los mayormente representativos, no sólo por la lucha de estos valientes contra la enfermedad y el peregrinar de sus familiares en la búsqueda de fármacos y tratamientos, sino por recibir el desprecio de las autoridades y la grave acusación de ser “golpistas”.

Se añade también la decisión de no vacunar contra el Covid – 19 a los menores de entre cinco y 14 años, según el gobierno federal por no constituir un grupo prioritario. Es decir, a pesar del registro de más de 900 fallecidos de este rango a causa del virus, de considerar los científicos mexicanos esa prevención un asunto de seguridad nacional y de mandamientos judiciales derivados de numerosos amparos, se incurre en desacato y nada importa acumular muertes susceptibles de evitar.

De acuerdo con la información publicada, el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2022 enviado al Congreso, contempló recortes de hasta 91 por ciento en varios rubros relacionados con la atención a la infancia. Consecuencia inmediata fue la desaparición de las llamadas Escuelas de Tiempo Completo (170 mil en todo el país), cuyos beneficios en materias de aprendizaje, deporte y alimentación se extendían a 3.6 millones de niñas, niños y adolescentes, y eran asimismo un apoyo a la inserción laboral de las mamás.

Sin duda, la disposición implica un enorme retroceso y algunas de sus repercusiones se verán en el deterioro de aprendizajes, calidad educativa, nutrición y economía familiar, aunado al rezago y la deserción escolar. Y en esto ningún atenuante significa la irracional idea de privilegiar el programa La Escuela es Nuestra, con la consigna de gastar en rehabilitación de infraestructura 14 mil millones de pesos este año, y en opinión de los expertos el enésimo plan opaco, discrecional y de uso clientelar.

Así, el daño a los derechos humanos de la niñez mexicana queda como parte de la gran transformación.