Nuestro país atraviesa por uno de sus mayores retos democráticos. Y en la lucha por la Presidencia de la República sólo una cosa es segura: sin importar el candidato que resulte victorioso en los comicios del próximo 1 de julio, lo que obtendrá, más allá de un lugar en la historia, será un país dividido y polarizado, en una situación adversa que lo obligará a buscar la reconciliación entre todas y todos los mexicanos, así como los acuerdos legislativos para conseguir que su propuesta de gobierno programada transite en un estado de derecho.
Ante un panorama de campaña en donde los candidatos que presentan pocas propuestas concretas y aún menos los ‘cómos’ para llevarlas a cabo, se desenvuelven circunstancias en las que se rompen con ideologías y liderazgos dentro de los institutos políticos, así como las figuras de los mismos, entre gobernadores, candidatos, dirigentes partidistas e incluso organismos públicos, en lo que pareciera una falta de coerción para beneficio de la ciudadanía.
Sin duda, la enorme división la podemos ver en la elección de las nueve elecciones para Gobernador donde según los últimos sondeos el PRI avanza en Chiapas y Yucatán; el PAN en Guanajuato, Puebla y Veracruz; Movimiento Ciudadano en Jalisco, y el resto de las elecciones Morena al frente como la fuerza más consolidada que abarca Cd. de México, Morelos y Tabasco.
La generación de puntos de coincidencia no es imposible, ni por las brechas culturales- sociales que pudieran ser totalmente opuestas, sólo basta tomar como ejemplo, el histórico encuentro de los líderes de Corea del Norte y Corea del Sur, Kim Jong-un y Moon Jae-in, del pasado 27 abril de este año, que a pesar del contraste sus sociedades se comprometen a firmar la paz y trabajar por "una completa desnuclearización" de la península. Asimismo de que indicaron que este año buscarán "un fin permanente" a la Guerra de las Coreas, para poner fin a 65 años de hostilidades después de que el conflicto terminó en un armisticio, y no en un tratado de paz, dando una lección a las grandes potencias mundiales sobre la evolución en la no violencia y en la unidad.
Ya que todos queremos ver a nuestro país distinto, globalizado sí, pero más competitivo, donde las oportunidades lleguen más fácilmente a todos los rincones del territorio nacional, pero esto se consigue a partir de una actitud distinta, la cual no depende sólo de un candidato o Gobernante, principalmente depende del Pueblo y cada uno de los ciudadanos, nosotros hagamos la diferencia en México , construyamos unidos basados en lo que nos une, para acortar la brecha que nos divide y construir un país más justo para todos, hagamos que triunfe México.
