Inicio de la "cuarta transformación" en la agenda Legislativa
El presidente electo de nuestro país, Andrés Manuel López Obrador, a unos días de la victoria, instalado todavía en ese tono con la credibilidad de haber ganado su elección, planteó este miércoles 11 de julio a legisladores electos de su coalición un programa de reformas centradas "en el combate a la corrupción y la implementación del plan de austeridad".
Bajo este escenario prematuro, Andrés Manuel, de la mano de su futuro gabinete, ha ensanchado sus promesas y generando más expectativas, entrando a un terreno complicado en materia política legislativa, un paso arriesgado donde con la mayoría legislativa le da la posibilidad de hacer los ajustes necesarios para alinearlos a su Proyecto de Nación y enviará al próximo Congreso una iniciativa para incentivar la consulta de revocación del mandato del presidente de la República en tres años, incluyendo una modificación al Artículo 108 de la Constitución. También propondrá aplicar a los tres poderes del estado el Artículo 127 Constitucional que establece que ningún funcionario puede ganar más que él, el presidente de la República, lo que me parece muy justo.
Además de que renovará la Ley de Ingresos y el Presupuesto Egresos 2019 y de la misma forma se revisará el decreto de la privatización del agua. En cuestiones de educación sostiene que habrá modificaciones y revocaciones en cuanto a las leyes de Educación Pública con la finalidad de garantizar que la educación sea gratuita en todos los niveles.
También propone una reforma legal para crear la Secretaría de Seguridad Pública, un despacho que ya existía pero fue suprimido por la administración actual. Asimismo, dentro de la agenda legislativa estará ajustar leyes y reglamentos que permitan organizar el marco jurídico para la eliminación de la burocracia excesiva. Reagrupación de trabajadores al servicio del estado. Eliminación de las delegaciones federales y vinculación. Asimismo la creación de las Coordinaciones Estatales Federales que por más que se les atribuya meramente funciones administrativas y no políticas, ya que no puede haber figuras intermediarias entre el gobierno federal y los estados, se vislumbra una figura semejante a los gobernadores, sus antagonistas, los futuros candidatos que irán labrando su camino y fortaleciendo como artífices la estructura nacional de la “federación morenista”.
Todas estas iniciativas serán debatidas en el próximo Congreso de México, donde tendrán mayoría los partidos que apoyaron la candidatura de López Obrador, Movimiento Regeneración Nacional (Morena), del Trabajo (PT) y Encuentro Social (PES), con 307 de los 500 escaños en la Cámara de Diputados y 69 de 128 en el Senado. Para colocarse en la antesala, en las orillas del “Aqueronte” donde aguarda el vestíbulo según Dante Alighieri y su divida comedia, para la narrativa de lo que corresponde al próximo sexenio y su transformación del mismo.
Así empieza la denominada “Cuarta transformación del país”, sin que quede claro el tema de la estrategia contra la inseguridad y la polémica amnistía contra delincuentes, y del tema de la baja de combustibles como discurso de campaña sonó muy bien, pero el precio del mismo no depende de voluntad política sino de precios internacionales del petróleo.
Como mexicano, deseo que todo sea para bien y que las instituciones se fortalezcan, necesitamos un presidente fuerte, y por ello yo le doy el beneficio de la duda.
