/ sábado 3 de noviembre de 2018

Política en Blanco y Negro

Incertidumbre en el adiós al NAIM

El fin de semana pasado, se vivieron días inéditos sobre la consulta del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM), en lo que se llama un gobierno de transición en que de una manera contundente hace un gran ejercicio de comunicación política, dado que no es un gobierno en funciones, en la que no se está en una verdadera consulta legal, a la que podemos reducir a un ejercicio donde meramente se hace un control de daños muy claro de cara a tomar una decisión sobre un tema extremadamente técnico y una urgencia estructural que tenemos como país que es su conectividad aérea, por tanto tenemos quizá una medida y una acción que no responde al problema.

El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, confirma que su gobierno cancelará la construcción del nuevo aeródromo bajo el sustento de una consulta con 98.18% de las casillas computadas y poco más de un millón de participantes. En donde el resultado arrojado fue de 29% por Texcoco y 69% por Santa Lucía.

Cabe señalar que dicha consulta sobre el NAIM viola la ley y la Constitución. Fue poco representativa, financieramente opaca, metodológicamente sesgada e instrumentada de forma parcial y deficiente y sin rigor metodológico, sobre todo para un tema que requiere una gran complejidad técnica, más que someterlo a un pequeño universo no representativo, siendo inoportuno desde el punto de vista técnico.

El sector empresarial ya mostró su postura sobre la cancelación del aeropuerto, sin reconocer la validez estadística de la consulta, así como el exhorto a contemplar la evidencia técnica innegable. Por su parte, el sistema financiero ya manifestó su falta me confianza en la nueva administración federal, incluso el área económica de BBVA Bancomer indicó que las pérdidas por la cancelación equivalen entre 22 y 28 mil millones de dólares, con ese dinero que se pierde se pueden construir dos aeropuertos como Texcoco.

Todos sabíamos desde las campañas electorales cual sería el resultado sobre el NAIM. Democracia participativa para que los costos los asuma la gente y no el gobierno que arranca, lástima de resultado con NO al Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

Derivado de lo anterior, el país pierde la oportunidad de tener una puerta al mundo del tamaño de lo que se merece México y para el Estado de México se esfuma la oportunidad de transformar la región oriente y el futuro de al menos 4 millones de mexiquenses que allá viven, ahora vendrán los estudios que las empresas especializadas como MITRE dicen que tardan 10 años como mínimo para ver la viabilidad de Santa Lucía, resumiendo no tendremos ni en tres, ni en 6 años existencia de un un nuevo aeropuerto comercial internacional.

Confío que esta lamentable experiencia para el equipo del Presidente electo le sirva como una carísima lección de que en el Gobierno todo se tiene que preveer y que la prudencia es el mejor consejero para cualquier líder que quiere servir al pueblo.

Incertidumbre en el adiós al NAIM

El fin de semana pasado, se vivieron días inéditos sobre la consulta del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM), en lo que se llama un gobierno de transición en que de una manera contundente hace un gran ejercicio de comunicación política, dado que no es un gobierno en funciones, en la que no se está en una verdadera consulta legal, a la que podemos reducir a un ejercicio donde meramente se hace un control de daños muy claro de cara a tomar una decisión sobre un tema extremadamente técnico y una urgencia estructural que tenemos como país que es su conectividad aérea, por tanto tenemos quizá una medida y una acción que no responde al problema.

El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, confirma que su gobierno cancelará la construcción del nuevo aeródromo bajo el sustento de una consulta con 98.18% de las casillas computadas y poco más de un millón de participantes. En donde el resultado arrojado fue de 29% por Texcoco y 69% por Santa Lucía.

Cabe señalar que dicha consulta sobre el NAIM viola la ley y la Constitución. Fue poco representativa, financieramente opaca, metodológicamente sesgada e instrumentada de forma parcial y deficiente y sin rigor metodológico, sobre todo para un tema que requiere una gran complejidad técnica, más que someterlo a un pequeño universo no representativo, siendo inoportuno desde el punto de vista técnico.

El sector empresarial ya mostró su postura sobre la cancelación del aeropuerto, sin reconocer la validez estadística de la consulta, así como el exhorto a contemplar la evidencia técnica innegable. Por su parte, el sistema financiero ya manifestó su falta me confianza en la nueva administración federal, incluso el área económica de BBVA Bancomer indicó que las pérdidas por la cancelación equivalen entre 22 y 28 mil millones de dólares, con ese dinero que se pierde se pueden construir dos aeropuertos como Texcoco.

Todos sabíamos desde las campañas electorales cual sería el resultado sobre el NAIM. Democracia participativa para que los costos los asuma la gente y no el gobierno que arranca, lástima de resultado con NO al Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

Derivado de lo anterior, el país pierde la oportunidad de tener una puerta al mundo del tamaño de lo que se merece México y para el Estado de México se esfuma la oportunidad de transformar la región oriente y el futuro de al menos 4 millones de mexiquenses que allá viven, ahora vendrán los estudios que las empresas especializadas como MITRE dicen que tardan 10 años como mínimo para ver la viabilidad de Santa Lucía, resumiendo no tendremos ni en tres, ni en 6 años existencia de un un nuevo aeropuerto comercial internacional.

Confío que esta lamentable experiencia para el equipo del Presidente electo le sirva como una carísima lección de que en el Gobierno todo se tiene que preveer y que la prudencia es el mejor consejero para cualquier líder que quiere servir al pueblo.