El nuevo modelo de seguridad para México
(Parte I)
Hace unos días el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, junto con su equipo de trabajo, presentó su Plan Nacional de Paz y Seguridad donde en ocho puntos desarrolló su estrategia: Erradicar la corrupción; garantizar empleo, educación, salud y bienestar; respeto pleno y promoción a los derechos humanos; regeneración ética de la sociedad; reformular el combate a las drogas; recuperación y dignificación de las cárceles; emprender la construcción de la paz y seguridad pública, seguridad nacional y paz.
En esta primera parte sólo me referiré al último punto que toca dos puntos polémicos la creación de la Guardia Nacional y las Coordinaciones Nacional, estatal y regional. Iniciaré con lo fácil, que es la división del país en 266 regiones a las cuales se destinarán elementos de la Guardia Nacional, de acuerdo el número de habitantes y la incidencia delictiva.
Las coordinaciones estarán formadas por un representante del Gobierno Federal y uno de la Fiscalía General (PGR) el mando militar regional, autoridades locales y municipales; un Ministerio Público y personal de Derechos Humanos. El mando operativo de la Guardia Nacional estará a cargo del Ejército Mexicano.
Me da la impresión que la polémica de la creación de la Guardia Nacional se da por las declaraciones previas que López Obrador hizo en campaña en el sentido de “enviar a los cuarteles a los soldados”, entre otros, sin embargo las circunstancias del país lo obligan a rediseñar la estrategia y si bien es cierto que en una primera etapa (tres años) estará conformado por Policía Militar, Naval y la Federal y el mando lo ejercerá el secretario de la Defensa Nacional, hay un apartado importante que refiere literalmente: “los cuales recibirán formación y adiestramiento en planteles militares, de acuerdo a un plan de estudios elaborado en forma conjunta por las secretarías de Defensa Nacional, Marina, Gobernación y Seguridad Ciudadana”. Es decir la capacitación será para todas las policías estatales y municipales con una sola línea para gradualmente hacer la sustitución.
Comparto la decisión del presidente electo en el sentido de responsabilizar a las fuerzas armadas esta tarea, no solamente por el reto tan grande de devolver la paz al país, sino también porque la formación de valores del Ejército, Marina y Fuerza Área, están basados en “honor y lealtad a México” y son la mejor garantías que tendrá éxito el nuevo modelo.
Lo digo con conocimiento de causa, soy orgullosamente hijo de un soldado retirado teniente de la Fuerza Aérea, Gonzalo Blanco Jacuinde, quien con otro oficial, el Ing. Darío Barrios, siguen trabajando con otros militares jubilados por nuestro país desde la “Asociación de exalumnos de la Escuela Militar de Especialistas de la Fuerza Área”, por lo que doy testimonio del compromiso con el que son formados los soldados mexicanos siempre pensado en favor y por México.
Continuará…
