/ sábado 2 de julio de 2022

Política en Blanco y Negro | Crisis Educativa en México II


Como lo señalé en la entrega anterior México vive una tragedia educativa, más de medio millón de estudiantes dejaron de asistir a la escuela, después de la pandemia por Covid-19, mientras que la pérdida de escolaridad efectiva promedio fue de al menos dos años y dos meses, según estudios recientes sobre el asunto.

Aunado a esto en nuestro país, solo 26 de cada 100 niños que cursan la primaria llegan a concluir una carrera profesional, debido a la deserción escolar que se da principalmente por la falta de recursos económicos de las familias y el desinterés de las autoridades educativas. Así lo revelan las cifras del sistema educativo 2020-2021´, elaborado por la Secretaría de Educación Pública (SEP), en el cual se detalla que la mayor parte de la deserción escolar se da en los alumnos de bachillerato.

Respecto a las cifras obtenidas del estudio a detalle, de cada 100 niños que ingresan a la primaria, únicamente 95 la concluyen; sin embargo, 92 de estos se inscriben en la secundaria y, de esta última cifra, solo 78 logran terminar ese nivel educativo. De acuerdo con los datos de la SEP, de estos 100 alumnos que iniciaron la primaria, solo 81 comienzan a estudiar la preparatoria. De estos, únicamente egresan 53. Pero la cifra es más alarmante, cuando se detalla que de estos 53, solo 29 inician una carrera profesional y 26 de ellos logran graduarse.

En el análisis es importante observar las consecuencias sociales que propician dicha deserción escolar, que se pueden suscitar por la menor probabilidad de participar en actividades cívicas, vivir en gran medida de la beneficencia y asistencia pública, ganar menor sueldo y contribuir menos a la economía del país, baja productividad laboral y vulnerabilidad social (desempleo, delincuencia, consumo de sustancias tóxicas, problemas de salud como depresión y ansiedad).

En este sentido es necesario atender la crisis educativa, el gobierno en sus tres niveles, debe de implementar acciones para mejorar la situación escolar, poniéndole atención especial a los alumnos y a sus contextos desde lo local y comprender las barreras que enfrentan para desarrollar su trayectoria educativa, mediante un plan de basado en evidencia para atender las afectaciones en los aprendizajes, la caída en la matrícula y los problemas de desigualdad educativa. De no ser así, se perpetuará un ciclo de desigualdad y pobreza para los estudiantes.

Finalmente, se deben implementar mecanismos e incentivos para que todos los estudiantes que ingresen a primaria se gradúen en un futuro de la universidad, será un beneficio colectivo, no solo en el ámbito académico sino como sociedad, ya que todo alumno que ha decidido abandonar sus estudios eventualmente se verá afectado en su vida laboral, social, emocional y en el peor de los casos por una vida delictiva, según datos del SENSP en 2020 hubo una incidencia en homicidios dolosos a menores de edad con 1098 víctimas, lo que puede estar altamente relacionado a su vinculación con el crimen organizado y que por ende es un factor de violencia en el que adolece nuestro país.


Como lo señalé en la entrega anterior México vive una tragedia educativa, más de medio millón de estudiantes dejaron de asistir a la escuela, después de la pandemia por Covid-19, mientras que la pérdida de escolaridad efectiva promedio fue de al menos dos años y dos meses, según estudios recientes sobre el asunto.

Aunado a esto en nuestro país, solo 26 de cada 100 niños que cursan la primaria llegan a concluir una carrera profesional, debido a la deserción escolar que se da principalmente por la falta de recursos económicos de las familias y el desinterés de las autoridades educativas. Así lo revelan las cifras del sistema educativo 2020-2021´, elaborado por la Secretaría de Educación Pública (SEP), en el cual se detalla que la mayor parte de la deserción escolar se da en los alumnos de bachillerato.

Respecto a las cifras obtenidas del estudio a detalle, de cada 100 niños que ingresan a la primaria, únicamente 95 la concluyen; sin embargo, 92 de estos se inscriben en la secundaria y, de esta última cifra, solo 78 logran terminar ese nivel educativo. De acuerdo con los datos de la SEP, de estos 100 alumnos que iniciaron la primaria, solo 81 comienzan a estudiar la preparatoria. De estos, únicamente egresan 53. Pero la cifra es más alarmante, cuando se detalla que de estos 53, solo 29 inician una carrera profesional y 26 de ellos logran graduarse.

En el análisis es importante observar las consecuencias sociales que propician dicha deserción escolar, que se pueden suscitar por la menor probabilidad de participar en actividades cívicas, vivir en gran medida de la beneficencia y asistencia pública, ganar menor sueldo y contribuir menos a la economía del país, baja productividad laboral y vulnerabilidad social (desempleo, delincuencia, consumo de sustancias tóxicas, problemas de salud como depresión y ansiedad).

En este sentido es necesario atender la crisis educativa, el gobierno en sus tres niveles, debe de implementar acciones para mejorar la situación escolar, poniéndole atención especial a los alumnos y a sus contextos desde lo local y comprender las barreras que enfrentan para desarrollar su trayectoria educativa, mediante un plan de basado en evidencia para atender las afectaciones en los aprendizajes, la caída en la matrícula y los problemas de desigualdad educativa. De no ser así, se perpetuará un ciclo de desigualdad y pobreza para los estudiantes.

Finalmente, se deben implementar mecanismos e incentivos para que todos los estudiantes que ingresen a primaria se gradúen en un futuro de la universidad, será un beneficio colectivo, no solo en el ámbito académico sino como sociedad, ya que todo alumno que ha decidido abandonar sus estudios eventualmente se verá afectado en su vida laboral, social, emocional y en el peor de los casos por una vida delictiva, según datos del SENSP en 2020 hubo una incidencia en homicidios dolosos a menores de edad con 1098 víctimas, lo que puede estar altamente relacionado a su vinculación con el crimen organizado y que por ende es un factor de violencia en el que adolece nuestro país.