/ sábado 25 de junio de 2022

Política en Blanco y Negro | Crisis educativa en México (parte 1)

México vive una tragedia educativa, más de medio millón de estudiantes dejaron de asistir a la escuela, después de la pandemia por Covid-19, mientras que la pérdida de escolaridad efectiva promedio fue de al menos dos años y dos meses, según estudios recientes sobre el asunto.

Aunado a esto en nuestro país, solo 26 de cada 100 niños que cursan la primaria llegan a concluir una carrera profesional, debido a la deserción escolar que se da principalmente por la falta de recursos económicos de las familias y el desinterés de las autoridades educativas.

Así lo revelan la cifras del sistema educativo 2020-2021´, elaborado por la Secretaría de Educación Pública (SEP), en el cual se detalla que la mayor parte de la deserción escolar se da en los alumnos de bachillerato.

El gobierno de México está navegando a ciegas en el tema educativo. No hay diagnósticos sobre las afectaciones de los aprendizajes post pandemia.

Si bien, hay que recordar que la calidad de la educación en nuestro país ya adolecía de problemas previos a la llegada de la pandemia, que se reflejaban en diversas evaluaciones como la prueba Pisa. Pero el largo cierre de las escuelas y la implementación repentina de la educación a distancia agravó esa condición. Así mismo, el fenómeno de deserción en el nivel medio superior no es nuevo, pero también la pandemia lo agudizó. Incluso, pese a las becas Benito Juárez, en este gobierno se ha visto, por primera vez, una caída notable en la matrícula.

Respecto a las cifras obtenidas del estudio a detalle, de cada 100 niños que ingresan a la primaria, únicamente 95 la concluyen; sin embargo, 92 de estos se inscriben en la secundaria y, de esta última cifra, solo 78 logran terminar ese nivel educativo. De acuerdo con los datos de la SEP, de estos 100 alumnos que iniciaron la primaria, solo 81 comienzan a estudiar la preparatoria. De estos, únicamente egresan 53. Pero la cifra es más alarmante, cuando se detalla que de estos 53, solo 29 inician una carrera profesional y 26 de ellos logran graduarse.

En el análisis es importante observar las consecuencias sociales que propician dicha deserción escolar, que se pueden suscitar por la menor probabilidad de participar en actividades cívicas, vivir en gran medida de la beneficencia y asistencia pública, ganar menor sueldo y contribuir menos a la economía del país, baja productividad laboral y vulnerabilidad social (desempleo, delincuencia, consumo de sustancias tóxicas, problemas de salud como depresión y ansiedad).

A lo que respecta en el contexto escolar, la deserción está vinculada a la falta de acompañamiento focalizado a lo largo de sus años académicos, en donde los alumnos presentan frustraciones o materias truncas por no entender las clases. Aunado esto hay que considerar temáticas como el Bullyng y la violencia que se puede presentar en las aulas generando una exclusión que se refleja en los niños que deberían de estar en la escuela no están, o los que están, pero no terminan por aprender.

México vive una tragedia educativa, más de medio millón de estudiantes dejaron de asistir a la escuela, después de la pandemia por Covid-19, mientras que la pérdida de escolaridad efectiva promedio fue de al menos dos años y dos meses, según estudios recientes sobre el asunto.

Aunado a esto en nuestro país, solo 26 de cada 100 niños que cursan la primaria llegan a concluir una carrera profesional, debido a la deserción escolar que se da principalmente por la falta de recursos económicos de las familias y el desinterés de las autoridades educativas.

Así lo revelan la cifras del sistema educativo 2020-2021´, elaborado por la Secretaría de Educación Pública (SEP), en el cual se detalla que la mayor parte de la deserción escolar se da en los alumnos de bachillerato.

El gobierno de México está navegando a ciegas en el tema educativo. No hay diagnósticos sobre las afectaciones de los aprendizajes post pandemia.

Si bien, hay que recordar que la calidad de la educación en nuestro país ya adolecía de problemas previos a la llegada de la pandemia, que se reflejaban en diversas evaluaciones como la prueba Pisa. Pero el largo cierre de las escuelas y la implementación repentina de la educación a distancia agravó esa condición. Así mismo, el fenómeno de deserción en el nivel medio superior no es nuevo, pero también la pandemia lo agudizó. Incluso, pese a las becas Benito Juárez, en este gobierno se ha visto, por primera vez, una caída notable en la matrícula.

Respecto a las cifras obtenidas del estudio a detalle, de cada 100 niños que ingresan a la primaria, únicamente 95 la concluyen; sin embargo, 92 de estos se inscriben en la secundaria y, de esta última cifra, solo 78 logran terminar ese nivel educativo. De acuerdo con los datos de la SEP, de estos 100 alumnos que iniciaron la primaria, solo 81 comienzan a estudiar la preparatoria. De estos, únicamente egresan 53. Pero la cifra es más alarmante, cuando se detalla que de estos 53, solo 29 inician una carrera profesional y 26 de ellos logran graduarse.

En el análisis es importante observar las consecuencias sociales que propician dicha deserción escolar, que se pueden suscitar por la menor probabilidad de participar en actividades cívicas, vivir en gran medida de la beneficencia y asistencia pública, ganar menor sueldo y contribuir menos a la economía del país, baja productividad laboral y vulnerabilidad social (desempleo, delincuencia, consumo de sustancias tóxicas, problemas de salud como depresión y ansiedad).

A lo que respecta en el contexto escolar, la deserción está vinculada a la falta de acompañamiento focalizado a lo largo de sus años académicos, en donde los alumnos presentan frustraciones o materias truncas por no entender las clases. Aunado esto hay que considerar temáticas como el Bullyng y la violencia que se puede presentar en las aulas generando una exclusión que se refleja en los niños que deberían de estar en la escuela no están, o los que están, pero no terminan por aprender.