Petróleos Mexicanos es, además de la empresa más grande e importante de México, referente internacional en materia de hidrocarburos. Sus actividades involucran toda la cadena productiva, desde la exploración, producción, transformación industrial, logística y comercialización, de aquí la importancia de lo que se proyecte en el futuro para la misma.
En materia de transformación industrial cuenta con seis refinerías, dos complejos petroquímicos y nueve complejos procesadores de gas que nos permiten producir derivados de petróleo para hacerlos llegar a distintos sectores. En logística cuentan con 83 terminales terrestres y marítimas, así como poliductos, buques, carros tanque y autos tanque, para abastecer a las más de 11 mil estaciones de servicio a lo largo de nuestro país.
La forma en la que se opera es mediante cuatro empresas productivas subsidiarias: Pemex Exploración y Producción, Pemex Transformación Industrial, Pemex Logística, y Pemex Fertilizantes. En este rubro cabe señalar que se necesita invertir más fundamentalmente en exploración y producción, para eso necesita un tratamiento tributario distinto; la carga de Pemex era tan alta que ellos preferían no operar en algunos campos porque perdían dinero, es decir, le daban más dinero a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público que lo que ganaban.
En estos meses, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha dejado en claro que Pemex será el actor principal en el sector hidrocarburos en el país. La información disponible en cuanto al plan de negocios que el presidente presentó en la mañana de este 16 de julio, junto a Octavio Oropeza, director general de la empresa, lo confirma.
Para algunos, el efecto de la presentación no fue lo suficientemente convincente como lo dijo “Citigroup” en su filial mexicana “CitiBanamex” y algunos analistas financieros que incluso hicieron alusión que el dólar se encareció en 0.6 por ciento y el precio de los bonos de Pemex a 30 años cayó un poco más de 1 por ciento.
Para otros sectores, y en mi opinión el resultado fue aceptable porque el movimiento del tipo de cambio estuvo alineado con lo que ocurrió con las divisas de los mercados emergentes, sin que haya sido influido por el tema de Pemex y el precio de los bonos se movió con bastante moderación.
Tendremos que esperar que opinan las calificadoras internacionales, entre ellas Standard and Poors y Moodys. Las claves serán sustentar el escenario de mayor producción y darle soporte también a la expectativa de un balance financiero favorable y quitar la carga fiscal tan grande que tiene PEMEX, que le permite al Gobierno federal cumplir con su presupuesto de egresos (2019) de 5 billones 800 mil millones de pesos en números cerrados.
Lo cierto es que la administración federal dio muestras de voluntad política para iniciar el fortalecimiento financiero de la Empresa Productiva del Estado.
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