/ sábado 2 de enero de 2021

Política en Blanco y Negro | Jóvenes dejarán de estudiar en el 2021 por falta de condiciones económicas

México continuará con deserción escolar después de la segunda contingencia sanitaria por la pandemia iniciada en diciembre del 2020, principalmente por problemas económicos, esto de acuerdo a los datos que proporcionó el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en donde estima que 1.4 millones de estudiantes dejarán sus estudios en el siguiente ciclo escolar.

Esto después de realizar una investigación y encuestas al término del primer confinamiento, y aún, cuando las condiciones comenzaban a normalizarse, la segunda oleada de la enfermedad, ha provocado en diversos estados que se dé un nuevo aislamiento, en el que, sin duda, las condiciones económicas de muchísimas familias empeorarán y hará, que los hijos, principalmente de educación media superior y superior, dejen los estudios.

De acuerdo a esta exploración, las causas son diversas pero las principales son: no tienen acceso a internet el 91.4%, no tienen dispositivos electrónicos para acceder a las actividades 81.3 %, no tienen recursos económicos suficientes 78.8 %, y no saben utilizar los dispositivos electrónicos para acceder a las actividades 26.6%, (información dada por la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación –Mejoredu-), en un trabajo realizado en los últimos meses antes de esta segunda crisis por el COVID-19.

Para darle continuidad al ciclo escolar 2020-2021, el gobierno de México, a través de la Secretaría de Educación Pública (SEP), tomó importantes decisiones, para atender a los educandos, pero solo a nivel básico, optando por el uso masivo de la televisión mediante el programa Aprende en Casa como un proceso de educación a distancia. En esa dinámica el Gobernador mexiquense Alfredo Del Mazo, ha instruido al secretario del ramo, Gerardo Monroy para brindar todo el apoyo para que ningún niño o joven se quede sin estudiar.

Es evidente que las autoridades educativas ha realizado diversas acciones emergentes, entre estas el establecer los aprendizajes planeando actividades adaptadas a esta nueva realidad, como nuevos tiempos, otro tipo de espacios, diversos recursos tanto tecnológicos como didácticos; las necesidades de equipamiento, recursos y capacidades para desenvolverse en el terreno de la educación a distancia y el contexto en el que los estudiantes viven en familia, impide que se pueda brindar la enseñanza al cien por ciento, a comparación de la que se realizaba en su tradicional aprendizaje presencial, y todo ello por las causas antes señaladas.

Por si todo lo anterior fuera poco, la reorganización de actividades educativas al trasladar la educación y enseñanza a los hogares, ha hecho mella en los docentes y estudiantes; además de familias enteras sufriendo estragos, y hay que sumar el riesgo que muchos jóvenes, tendrán que suspender sus estudios, ya que aunque los factores son diversos, sin duda el primordial es la pérdida del trabajo de uno o más integrantes del hogar (padres o tutores), y muchos de estos adolescentes y jóvenes en su mayoría de 15 a 18 años o más, serán enviados a trabajar para apoyar en la economía familiar, incrementando así el grupo de mayor desventaja para lograr el sueño que algún día tuvieron de ostentar una carrera universitaria,seguro estoy que la suma de esfuerzos del Gobierno Federal y los locales encontrarán opciones de solución

México continuará con deserción escolar después de la segunda contingencia sanitaria por la pandemia iniciada en diciembre del 2020, principalmente por problemas económicos, esto de acuerdo a los datos que proporcionó el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en donde estima que 1.4 millones de estudiantes dejarán sus estudios en el siguiente ciclo escolar.

Esto después de realizar una investigación y encuestas al término del primer confinamiento, y aún, cuando las condiciones comenzaban a normalizarse, la segunda oleada de la enfermedad, ha provocado en diversos estados que se dé un nuevo aislamiento, en el que, sin duda, las condiciones económicas de muchísimas familias empeorarán y hará, que los hijos, principalmente de educación media superior y superior, dejen los estudios.

De acuerdo a esta exploración, las causas son diversas pero las principales son: no tienen acceso a internet el 91.4%, no tienen dispositivos electrónicos para acceder a las actividades 81.3 %, no tienen recursos económicos suficientes 78.8 %, y no saben utilizar los dispositivos electrónicos para acceder a las actividades 26.6%, (información dada por la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación –Mejoredu-), en un trabajo realizado en los últimos meses antes de esta segunda crisis por el COVID-19.

Para darle continuidad al ciclo escolar 2020-2021, el gobierno de México, a través de la Secretaría de Educación Pública (SEP), tomó importantes decisiones, para atender a los educandos, pero solo a nivel básico, optando por el uso masivo de la televisión mediante el programa Aprende en Casa como un proceso de educación a distancia. En esa dinámica el Gobernador mexiquense Alfredo Del Mazo, ha instruido al secretario del ramo, Gerardo Monroy para brindar todo el apoyo para que ningún niño o joven se quede sin estudiar.

Es evidente que las autoridades educativas ha realizado diversas acciones emergentes, entre estas el establecer los aprendizajes planeando actividades adaptadas a esta nueva realidad, como nuevos tiempos, otro tipo de espacios, diversos recursos tanto tecnológicos como didácticos; las necesidades de equipamiento, recursos y capacidades para desenvolverse en el terreno de la educación a distancia y el contexto en el que los estudiantes viven en familia, impide que se pueda brindar la enseñanza al cien por ciento, a comparación de la que se realizaba en su tradicional aprendizaje presencial, y todo ello por las causas antes señaladas.

Por si todo lo anterior fuera poco, la reorganización de actividades educativas al trasladar la educación y enseñanza a los hogares, ha hecho mella en los docentes y estudiantes; además de familias enteras sufriendo estragos, y hay que sumar el riesgo que muchos jóvenes, tendrán que suspender sus estudios, ya que aunque los factores son diversos, sin duda el primordial es la pérdida del trabajo de uno o más integrantes del hogar (padres o tutores), y muchos de estos adolescentes y jóvenes en su mayoría de 15 a 18 años o más, serán enviados a trabajar para apoyar en la economía familiar, incrementando así el grupo de mayor desventaja para lograr el sueño que algún día tuvieron de ostentar una carrera universitaria,seguro estoy que la suma de esfuerzos del Gobierno Federal y los locales encontrarán opciones de solución