/ sábado 25 de abril de 2020

Política en Blanco y Negro | La nueva guerra fría (Parte I)

La historia contemporánea señala que la “Guerra Fría” comenzó de 1945 a 1989 y fue protagonizada por Estados Unidos y sus aliados europeos (OTAN), posteriormente se sumaron algunos países como Arabia Saudita (OPEP), en contra parte la URSS, hoy la Federación Rusa, con todos los países del bloque socialista, incluida la China comunista y Korea del Norte. La principal característica de este periodo fue la “economía de guerra” que llevó a ambos bandos a armarse hasta los dientes, incluso hay que recordar que el ex Presidente Norteamericano Ronald Reagan impulsó un sistema de protección llamado “la guerra de las galaxias” y fue éste junto con Mijaíl Gorbachov por el bloque soviético quienes llegaron a una serie de acuerdos entre 1988-1989 y por ende la finalización de este permanente riesgo de un ataque nuclear.

Sin embargo, hoy vivimos una nueva guerra fría, solo que ahora la forma de atacar al enemigo no es con armas, sino con algo más poderoso, la destrucción de la economía de países que genera en consecuencia toda clase de crisis al interior de naciones que van desde la pobreza, hambruna, falta de servicios, enfermedades, entre muchos más problemas que por ende causan ingobernabilidad y llevan a la autodestrucción de poblaciones, arrastrando vidas inocentes.

En pleno 2020 las cosas no han cambiado mucho, siguen siendo aliados históricos la Federación Rusa y la República China, con algunas otras naciones, como Venezuela, Irán, Siria, y algunos más. Por el otro lado están los estados Unidos, Europa, Israel, Arabia Saudita, entre otros

A manera de ejemplo: Desde hace más de diez años los gobiernos de China y de Estados Unidos, vienen sosteniendo una guerra comercial.

La administración de Barack Obama generó alianzas en el Pacífico con prácticamente todos los países de América y así contrarrestar el agresivo crecimiento de la economía China y que irónicamente es un gran comprador de insumos en el mundo, solo por citar un ejemplo: 13 % del Petróleo mundial es consumido por ellos.

La guerra que declaro Donald Trump a Xi Jinping, Presidente de la República Popular China, quien, con su estilo rijoso, inició con sanciones comerciales a estos y obligó a diversos países, entre ellos a México a dejar de vender insumos como acero, barita, entre otros; en esa ruta se nos prohibió hacer negocios con ellos y cualquier tipo de inversión. Otro ejemplo de esta batalla la vimos con las empresas tecnológicas Hawei vs Google, lo que generó una menor venta de celulares orientales.

Sin embargo, los chinos con un modelo económico sui géneris, porque se deciden comunistas y son feroces capitalistas en su modelo de producción, están proyectado para el 2025 ser un país que tecnológicamente independiente, en cuestiones de telecomunicación e inteligencia artificial, cuando menos de inicio no dependan de ninguna de las poderosas empresas norteamericanas, y dada la fortaleza económica se proyecta que en plena pandemia mundial, seguirán creciendo al 5.9%, que muchos países ya lo quisiéramos.

Queda claro que hay una nueva guerra.

La historia contemporánea señala que la “Guerra Fría” comenzó de 1945 a 1989 y fue protagonizada por Estados Unidos y sus aliados europeos (OTAN), posteriormente se sumaron algunos países como Arabia Saudita (OPEP), en contra parte la URSS, hoy la Federación Rusa, con todos los países del bloque socialista, incluida la China comunista y Korea del Norte. La principal característica de este periodo fue la “economía de guerra” que llevó a ambos bandos a armarse hasta los dientes, incluso hay que recordar que el ex Presidente Norteamericano Ronald Reagan impulsó un sistema de protección llamado “la guerra de las galaxias” y fue éste junto con Mijaíl Gorbachov por el bloque soviético quienes llegaron a una serie de acuerdos entre 1988-1989 y por ende la finalización de este permanente riesgo de un ataque nuclear.

Sin embargo, hoy vivimos una nueva guerra fría, solo que ahora la forma de atacar al enemigo no es con armas, sino con algo más poderoso, la destrucción de la economía de países que genera en consecuencia toda clase de crisis al interior de naciones que van desde la pobreza, hambruna, falta de servicios, enfermedades, entre muchos más problemas que por ende causan ingobernabilidad y llevan a la autodestrucción de poblaciones, arrastrando vidas inocentes.

En pleno 2020 las cosas no han cambiado mucho, siguen siendo aliados históricos la Federación Rusa y la República China, con algunas otras naciones, como Venezuela, Irán, Siria, y algunos más. Por el otro lado están los estados Unidos, Europa, Israel, Arabia Saudita, entre otros

A manera de ejemplo: Desde hace más de diez años los gobiernos de China y de Estados Unidos, vienen sosteniendo una guerra comercial.

La administración de Barack Obama generó alianzas en el Pacífico con prácticamente todos los países de América y así contrarrestar el agresivo crecimiento de la economía China y que irónicamente es un gran comprador de insumos en el mundo, solo por citar un ejemplo: 13 % del Petróleo mundial es consumido por ellos.

La guerra que declaro Donald Trump a Xi Jinping, Presidente de la República Popular China, quien, con su estilo rijoso, inició con sanciones comerciales a estos y obligó a diversos países, entre ellos a México a dejar de vender insumos como acero, barita, entre otros; en esa ruta se nos prohibió hacer negocios con ellos y cualquier tipo de inversión. Otro ejemplo de esta batalla la vimos con las empresas tecnológicas Hawei vs Google, lo que generó una menor venta de celulares orientales.

Sin embargo, los chinos con un modelo económico sui géneris, porque se deciden comunistas y son feroces capitalistas en su modelo de producción, están proyectado para el 2025 ser un país que tecnológicamente independiente, en cuestiones de telecomunicación e inteligencia artificial, cuando menos de inicio no dependan de ninguna de las poderosas empresas norteamericanas, y dada la fortaleza económica se proyecta que en plena pandemia mundial, seguirán creciendo al 5.9%, que muchos países ya lo quisiéramos.

Queda claro que hay una nueva guerra.