/ sábado 15 de enero de 2022

Política en Blanco y Negro | México frente a la migración en el 2022 ( Parte 1)

La postura que ha mantenido el presidente de la República Mexicana, Andrés Manuel López Obrador, al permitir que se encuentren inmigrantes de diversas nacionalidades, (centro y sudamericanos, caribeños) en nuestro país, ha costado en los últimos 3 años más de 848 millones de pesos, solo en servicios alimenticios, ya que el Instituto Nacional de Migración en 2019 gastó 374 millones, en 2020 fueron 212 millones y el año pasado 262 millones, con sus miles de pesos. Además de la suma de más 420 millones para transportación aérea de migrantes extranjeros, connacionales y servidores públicos.

Las posturas que tanto el expresidente de los Estados Unidos Donald Trump y ahora Joe Biden, han tenido es pedir a los indocumentados que esperan en nuestro territorio, (Quédate en México) mientras que resuelven la solicitud de asilo, lo que ha agravado aún más la situación y el gasto en nuestro país. Además de que México tiene más de 131 mil 448 solicitudes de asilo.

Los datos anteriores, son para poder darnos una idea del gran problema existente en este ámbito y de acuerdo, a la XXXIII Reunión de Embajadores y Cónsules del Gobierno de México 2022, que tuvieron hace unos días, la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, pidió apoyo a diplomáticos mexicanos financiar un Plan de Desarrollo Integral (PDI) para Centroamérica y el sureste de México, que busca contribuir a lograr que la migración sea ordenada y regular, y, de manera simultánea, atacar sus causas estructurales, de modo de aumentar el bienestar de las poblaciones y de que la movilidad humana sea una opción libremente escogida y no por una necesidad como lo es en este momento.

Hasta ahí todo suena bien, solamente que este plan consta de 114 proyectos, 28 de ellos a corto plazo ( 4 en México que ya tienen recursos propios), y cuesta nada más y nada menos que en cinco años la cantidad de 45 mil millones de dólares (sí leyó bien usted, miles de dólares), con lo que garantiza que las causas estructurales de la migración como la pobreza y desarrollo económico queden resueltas.

En lo personal considero, que según datos oficiales se habla que en 2021 tuvimos en México, más de un millón 700 mil inmigrantes, así de grande es el reto para el Gobierno ante esta crisis humanitaria.

Sin duda, el problema que les hace salir de sus países no solo es de pobreza, también es de violencia, de desigualdad, paz y desarrollo, así como crisis climáticas. El punto fundamental para lograr que avancemos es la educación, pero una educación bien planeada, de acuerdo, a las zonas o regiones, acorde al sur o Centroamérica, para que los estudios que realicen se enfoquen en apoyar en la producción o industrialización que exista, y con ello después se puedan integrar a trabajar y crecer en esos lugares. Además de que la educación sea realmente como marca la ley, obligatoria.

La postura que ha mantenido el presidente de la República Mexicana, Andrés Manuel López Obrador, al permitir que se encuentren inmigrantes de diversas nacionalidades, (centro y sudamericanos, caribeños) en nuestro país, ha costado en los últimos 3 años más de 848 millones de pesos, solo en servicios alimenticios, ya que el Instituto Nacional de Migración en 2019 gastó 374 millones, en 2020 fueron 212 millones y el año pasado 262 millones, con sus miles de pesos. Además de la suma de más 420 millones para transportación aérea de migrantes extranjeros, connacionales y servidores públicos.

Las posturas que tanto el expresidente de los Estados Unidos Donald Trump y ahora Joe Biden, han tenido es pedir a los indocumentados que esperan en nuestro territorio, (Quédate en México) mientras que resuelven la solicitud de asilo, lo que ha agravado aún más la situación y el gasto en nuestro país. Además de que México tiene más de 131 mil 448 solicitudes de asilo.

Los datos anteriores, son para poder darnos una idea del gran problema existente en este ámbito y de acuerdo, a la XXXIII Reunión de Embajadores y Cónsules del Gobierno de México 2022, que tuvieron hace unos días, la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, pidió apoyo a diplomáticos mexicanos financiar un Plan de Desarrollo Integral (PDI) para Centroamérica y el sureste de México, que busca contribuir a lograr que la migración sea ordenada y regular, y, de manera simultánea, atacar sus causas estructurales, de modo de aumentar el bienestar de las poblaciones y de que la movilidad humana sea una opción libremente escogida y no por una necesidad como lo es en este momento.

Hasta ahí todo suena bien, solamente que este plan consta de 114 proyectos, 28 de ellos a corto plazo ( 4 en México que ya tienen recursos propios), y cuesta nada más y nada menos que en cinco años la cantidad de 45 mil millones de dólares (sí leyó bien usted, miles de dólares), con lo que garantiza que las causas estructurales de la migración como la pobreza y desarrollo económico queden resueltas.

En lo personal considero, que según datos oficiales se habla que en 2021 tuvimos en México, más de un millón 700 mil inmigrantes, así de grande es el reto para el Gobierno ante esta crisis humanitaria.

Sin duda, el problema que les hace salir de sus países no solo es de pobreza, también es de violencia, de desigualdad, paz y desarrollo, así como crisis climáticas. El punto fundamental para lograr que avancemos es la educación, pero una educación bien planeada, de acuerdo, a las zonas o regiones, acorde al sur o Centroamérica, para que los estudios que realicen se enfoquen en apoyar en la producción o industrialización que exista, y con ello después se puedan integrar a trabajar y crecer en esos lugares. Además de que la educación sea realmente como marca la ley, obligatoria.