/ miércoles 8 de septiembre de 2021

Política y Negocios | 11-S: del atentado suicida al suicidio político

Después de dos décadas, este 11 de septiembre se conmemorará de una manera muy diferente a los anteriores aniversarios. Se recordará a todos los que perdieron la vida durante los atentados y después de éstos por los efectos colaterales que se ocasionaron por la gran cantidad de químicos que se esparcieron en el aire y que fueron respirados por la población de Manhattan. Pero este vigésimo aniversario debería de celebrar lo que se prometió en el 2001: i) la guerra contra el terrorismo, ii) la transición hacia una democracia en Afganistán y iii) el desmantelamiento a la red del tráfico de heroína. Sin embargo, ninguna de las tres promesas se cumplió. Afganistán sigue ocupando la posición número 1 del Índice global del terrorismo (https://www.visionofhumanity.org/), en cuestión de democracia ocupa el lugar número 142 de un total de 167 países evaluados por The Economist y en cuestión del cultivo de la amapola para la producción del opio y luego la comercialización de la heroína y la morfina, lleva al país afgano a ser el primer productor a nivel mundial (https://elordenmundial.com/mapas/las-rutas-de-la-heroina-en-el-mundo/).

Con lo anterior quiero decir que Estados Unidos le queda a deber a los estadounidenses porque no cumplió la justificación por la cual invadió a dicho país, le queda deber a los afganos porque no les dio la democracia prometida y le queda deber al mundo porque su invasión disfrazada de autodefensa ha quedado humillada ante el desastre político, económico y social que ha dejado ante su salida catastrófica.

America is back, pero está de regreso a un punto de inflexión donde de haberle declarado la guerra al terrorismo por los atentados suicidas, pasa a tener un suicidio político para el mandatario estadounidense. Es decir, tendrá un gran costo político a corto, mediano y largo plazo. A corto plazo porque los republicanos y varios demócratas le cobraran la factura en la votación del siguiente presupuesto que debe ser votado el 27 de septiembre, a mediano plazo porque en las elecciones intermedias a realizarse en noviembre del 2022 su base electoral le cargará un costo y a largo plazo porque es difícil pensar en su posible reelección para el 2024.


Para más detalle, te invito a ver mi entrevista con Darío Celis en El Heraldo TV:

https://twitter.com/AribelContreras/status/1435243020945854466


Después de dos décadas, este 11 de septiembre se conmemorará de una manera muy diferente a los anteriores aniversarios. Se recordará a todos los que perdieron la vida durante los atentados y después de éstos por los efectos colaterales que se ocasionaron por la gran cantidad de químicos que se esparcieron en el aire y que fueron respirados por la población de Manhattan. Pero este vigésimo aniversario debería de celebrar lo que se prometió en el 2001: i) la guerra contra el terrorismo, ii) la transición hacia una democracia en Afganistán y iii) el desmantelamiento a la red del tráfico de heroína. Sin embargo, ninguna de las tres promesas se cumplió. Afganistán sigue ocupando la posición número 1 del Índice global del terrorismo (https://www.visionofhumanity.org/), en cuestión de democracia ocupa el lugar número 142 de un total de 167 países evaluados por The Economist y en cuestión del cultivo de la amapola para la producción del opio y luego la comercialización de la heroína y la morfina, lleva al país afgano a ser el primer productor a nivel mundial (https://elordenmundial.com/mapas/las-rutas-de-la-heroina-en-el-mundo/).

Con lo anterior quiero decir que Estados Unidos le queda a deber a los estadounidenses porque no cumplió la justificación por la cual invadió a dicho país, le queda deber a los afganos porque no les dio la democracia prometida y le queda deber al mundo porque su invasión disfrazada de autodefensa ha quedado humillada ante el desastre político, económico y social que ha dejado ante su salida catastrófica.

America is back, pero está de regreso a un punto de inflexión donde de haberle declarado la guerra al terrorismo por los atentados suicidas, pasa a tener un suicidio político para el mandatario estadounidense. Es decir, tendrá un gran costo político a corto, mediano y largo plazo. A corto plazo porque los republicanos y varios demócratas le cobraran la factura en la votación del siguiente presupuesto que debe ser votado el 27 de septiembre, a mediano plazo porque en las elecciones intermedias a realizarse en noviembre del 2022 su base electoral le cargará un costo y a largo plazo porque es difícil pensar en su posible reelección para el 2024.


Para más detalle, te invito a ver mi entrevista con Darío Celis en El Heraldo TV:

https://twitter.com/AribelContreras/status/1435243020945854466