/ miércoles 18 de julio de 2018

Política y Negocios


La autoinvitación de EU a México

El viernes de la semana pasada una delegación de alto nivel de Estados Unidos (EU) visitó México. ¿El objetivo? Destaco dos cosas clave durante esta visita: I) “Tantear el terreno” de la próxima administración federal, qué tan populista es el presidente electo ya que así se autopronunció durante años y sus matices frente al caso Venezuela, II) No es coincidencia que vinieran mientras su presidente se encontraba de gira en Europa (en la OTAN, el Reino Unido y la Cumbre en Helsinki). ¿Por qué lo destaco? Porque fue una instrucción clara del mandatario de EU que mientras él atendía sus asuntos -que alimentan su ego- sus secretarios atendieran al país en desarrollo que tanta lata le da con el TLCAN y con la migración.

El centro de atención no fue lo que el secretario de Estado, Mike Pompeo, habló con nuestro presidente, sino la visita inédita -en un lugar poco común: la casa de campaña- con el presidente electo y con parte de su equipo de transición.

Por la conferencia de prensa que emitió el futuro canciller, supimos que ellos entregaron una propuesta llamada “base de entendimiento” con cuatro pilares: Desarrollo, TLCAN, Migración y Seguridad. No se dio a conocer ante los medios el contenido de dicho documento, lo cual me llama la atención ya que supuestamente siempre se manejan con la bandera de que todo es a través de consultas públicas, por lo que este escrito fue una sorpresa.

Mi pronóstico es que la parte estadounidense no permitirá que México establezca sus límites y sus puntos en la agenda. Ya me puedo imaginar la cara del presidente de EU cuando le dijeron que el gobierno electo le había dado un documento para dirigir la relación bilateral. Para los ilusorios, eso fue bueno y fue una manera de establecer un nuevo planteamiento. Para los realistas, el documento será ignorado.

Fue un encuentro amistoso, pero de allí pretender creer que el equipo de transición establecerá la agenda bilateral, es demasiado pretencioso.

No hay que adelantarnos ni festejar lo que aún no es. Lo que sí puedo anticipar es que sí se dará un encuentro entre Trump y López Obrador para el año 2019 una vez que el TLCAN concluya su proceso exitosamente.


Coordinadora

Licenciatura en Administración de Negocios Internacionales

Departamento de Estudios Empresariales

Universidad Iberoamericana

Experta en asuntos internacionales

aribel.contreras@ibero.mx

@Aribel007


La autoinvitación de EU a México

El viernes de la semana pasada una delegación de alto nivel de Estados Unidos (EU) visitó México. ¿El objetivo? Destaco dos cosas clave durante esta visita: I) “Tantear el terreno” de la próxima administración federal, qué tan populista es el presidente electo ya que así se autopronunció durante años y sus matices frente al caso Venezuela, II) No es coincidencia que vinieran mientras su presidente se encontraba de gira en Europa (en la OTAN, el Reino Unido y la Cumbre en Helsinki). ¿Por qué lo destaco? Porque fue una instrucción clara del mandatario de EU que mientras él atendía sus asuntos -que alimentan su ego- sus secretarios atendieran al país en desarrollo que tanta lata le da con el TLCAN y con la migración.

El centro de atención no fue lo que el secretario de Estado, Mike Pompeo, habló con nuestro presidente, sino la visita inédita -en un lugar poco común: la casa de campaña- con el presidente electo y con parte de su equipo de transición.

Por la conferencia de prensa que emitió el futuro canciller, supimos que ellos entregaron una propuesta llamada “base de entendimiento” con cuatro pilares: Desarrollo, TLCAN, Migración y Seguridad. No se dio a conocer ante los medios el contenido de dicho documento, lo cual me llama la atención ya que supuestamente siempre se manejan con la bandera de que todo es a través de consultas públicas, por lo que este escrito fue una sorpresa.

Mi pronóstico es que la parte estadounidense no permitirá que México establezca sus límites y sus puntos en la agenda. Ya me puedo imaginar la cara del presidente de EU cuando le dijeron que el gobierno electo le había dado un documento para dirigir la relación bilateral. Para los ilusorios, eso fue bueno y fue una manera de establecer un nuevo planteamiento. Para los realistas, el documento será ignorado.

Fue un encuentro amistoso, pero de allí pretender creer que el equipo de transición establecerá la agenda bilateral, es demasiado pretencioso.

No hay que adelantarnos ni festejar lo que aún no es. Lo que sí puedo anticipar es que sí se dará un encuentro entre Trump y López Obrador para el año 2019 una vez que el TLCAN concluya su proceso exitosamente.


Coordinadora

Licenciatura en Administración de Negocios Internacionales

Departamento de Estudios Empresariales

Universidad Iberoamericana

Experta en asuntos internacionales

aribel.contreras@ibero.mx

@Aribel007