/ miércoles 17 de octubre de 2018

Política y Negocios


El nuevo regionalismo norteamericano

México -en la nueva geoeconomía mundial- por un lado, como retórica es muy fuerte, pero, por otro lado, es el más débil en el bloque comercial del AMEC (Acuerdo México, Estados Unidos y Canadá).

La zona de influencia que llegó a tener en América Latina ha quedado en meros intentos políticos ya que los resultados comerciales nos dicen que la participación de México en la Alianza del Pacífico, el Triángulo del Norte, el Proyecto Mesoamérica, además de los acuerdos bilaterales, es muy débil.

Sí, es un país con liderazgo político, pero no así en el plano comercial. Si bien es cierto que la red de acuerdos comerciales -bilaterales y multilaterales- y de acuerdos para la protección de la inversión extranjera directa es muy amplia, también lo que es que México está centrado en exportar a Estados Unidos (EU) y eso nos ha restado competitividad.

ProMéxico ha hecho mucha labor en este aspecto para diversificar los mercados, pero si la nueva administración insiste en difuminar sus esfuerzos y llevarlos a la Cancillería, se va a perder todo el know how adquirido.

Además, la parte política ha quedado expuesta al tenor de cómo se movió ante lo que vimos con las renegociaciones del TLCAN. Hoy México tiene un “tema pendiente” en términos diplomáticos con Canadá por lo mal que se condujo aquel lunes 27 de agosto donde anunció lo que no tenía que anunciar: un acuerdo preliminar con EU. Canadá nos la va a cobrar ahora por la vía comercial a través de los 200 MDD en aranceles al acero a partir del 25 de octubre.

El nuevo regionalismo norteamericano está basado en el AMEC (USMCA por sus siglas en inglés) donde de manera clara y contundente vemos un bloque proteccionista que busca obtener intereses sólo para los tres, pero obvio, quien está en mayor desventaja es México. Lo anterior se debe a que no debemos olvidar que somos países en desarrollo mientras que Canadá y EU son desarrollados. No soy pesimista, sólo realista.

Y ante este panorama el presidente electo deberá plantearse nuevos retos, no nuevos retrocesos. No con consultas, sino como estrategias bien planteadas con gente que sí sepa del tema.

Y para explicar esto más a detalle los invito el día de mañana jueves a las 19 horas en el Auditorio de la Facultad de Contaduría y Administración de la UAEM donde habrá un panel de expertos sobre el nuevo acuerdo comercial trilateral.

Coordinadora

Licenciatura en Administración de Negocios Internacionales

Departamento de Estudios Empresariales

Universidad Iberoamericana

Experta en asuntos internacionales

aribel.contreras@ibero.mx

@Aribel007


El nuevo regionalismo norteamericano

México -en la nueva geoeconomía mundial- por un lado, como retórica es muy fuerte, pero, por otro lado, es el más débil en el bloque comercial del AMEC (Acuerdo México, Estados Unidos y Canadá).

La zona de influencia que llegó a tener en América Latina ha quedado en meros intentos políticos ya que los resultados comerciales nos dicen que la participación de México en la Alianza del Pacífico, el Triángulo del Norte, el Proyecto Mesoamérica, además de los acuerdos bilaterales, es muy débil.

Sí, es un país con liderazgo político, pero no así en el plano comercial. Si bien es cierto que la red de acuerdos comerciales -bilaterales y multilaterales- y de acuerdos para la protección de la inversión extranjera directa es muy amplia, también lo que es que México está centrado en exportar a Estados Unidos (EU) y eso nos ha restado competitividad.

ProMéxico ha hecho mucha labor en este aspecto para diversificar los mercados, pero si la nueva administración insiste en difuminar sus esfuerzos y llevarlos a la Cancillería, se va a perder todo el know how adquirido.

Además, la parte política ha quedado expuesta al tenor de cómo se movió ante lo que vimos con las renegociaciones del TLCAN. Hoy México tiene un “tema pendiente” en términos diplomáticos con Canadá por lo mal que se condujo aquel lunes 27 de agosto donde anunció lo que no tenía que anunciar: un acuerdo preliminar con EU. Canadá nos la va a cobrar ahora por la vía comercial a través de los 200 MDD en aranceles al acero a partir del 25 de octubre.

El nuevo regionalismo norteamericano está basado en el AMEC (USMCA por sus siglas en inglés) donde de manera clara y contundente vemos un bloque proteccionista que busca obtener intereses sólo para los tres, pero obvio, quien está en mayor desventaja es México. Lo anterior se debe a que no debemos olvidar que somos países en desarrollo mientras que Canadá y EU son desarrollados. No soy pesimista, sólo realista.

Y ante este panorama el presidente electo deberá plantearse nuevos retos, no nuevos retrocesos. No con consultas, sino como estrategias bien planteadas con gente que sí sepa del tema.

Y para explicar esto más a detalle los invito el día de mañana jueves a las 19 horas en el Auditorio de la Facultad de Contaduría y Administración de la UAEM donde habrá un panel de expertos sobre el nuevo acuerdo comercial trilateral.

Coordinadora

Licenciatura en Administración de Negocios Internacionales

Departamento de Estudios Empresariales

Universidad Iberoamericana

Experta en asuntos internacionales

aribel.contreras@ibero.mx

@Aribel007