/ miércoles 28 de agosto de 2019

Política y Negocios / A jitomatazos el acuerdo del jitomate


El 7 de mayo nos sorprendió la noticia de la cancelación del Acuerdo de Suspensión a la Investigación Antidumping a las Exportaciones Mexicanas de Tomate –vigente desde 1996- a través de la imposición inmediata de un arancel del 17.5%. Dicho acuerdo permitía que México siguiera exportando este producto agrícola a Estados Unidos (EU) libre de arancel. Al eliminarse dicho acuerdo, el Departamento de Comercio unilateralmente decidió: I) imponer inmediatamente un impuesto del 17.5% como derecho compensatorio por el supuesto dumping que se hace en su mercado dejando una afectación estimada de 350 mdd y II) continuar con la investigación antidumping, la cual por tiempos de su ley debería emitir una determinación final el 19 de septiembre de este año.

El tema arancelario jitomatero no es nuevo, tiene sus inicios desde el TLCAN. Debido a que los productores estadounidenses consideraban que el jitomate mexicano se vendía a precios por debajo del precio del mercado mexicano, es que el Departamento de Comercio de EU –a través de su Comisión de Comercio Internacional (CCI)- solicitó una investigación comercial para: I) demostrar que efectivamente había dumping y II) comprobar que realmente había daño a la industria nacional de Estados Unidos. A través de largas negociaciones, se estableció en 1996 un acuerdo para que dicha investigación no continuara su curso y por ende permitir el acceso del jitomate mexicano a territorio de EU.

Cabe destacar que:

a) El jitomate es el tercer producto agrícola de exportación de México, por lo que nuestro país debería buscar otros mercados internacionales para reubicarlo,

b) Este sector ocupa un millón de empleos directos e indirectos,

c) La producción y la exportación del jitomate proveen más de 400 mil empleos directos, y

d) México produce 2 millones de toneladas anuales, lo cual lo ubica como el décimo productor mundial.

Después de muchos estires y aflojes, los exportadores de este producto agrícola, lograron –a jitomatazos- un acuerdo; el cual consiste en que a partir del 19 de septiembre ya no se tendrán que pagar aranceles para que entre a mercado estadounidense. Sin embargo, el 92% de este producto tendrá que estar sujeto a revisión en la aduana o justo pasando la frontera si es que hay almacén del importador. Esto implica el riesgo de que el producto pueda madurarse rápidamente mientras se da la revisión de 92 jitomates de cada 100, por lo que el gran reto es que se deberán encontrar mecanismos -apoyados en la tecnología- para agilizar el paso fronterizo.


Coordinadora de la Licenciatura

en Administración de Negocios Internacionales

Universidad Iberoamericana

Especialista en asuntos internacionales

aribel.contreras@ibero.mx @Aribel007


El 7 de mayo nos sorprendió la noticia de la cancelación del Acuerdo de Suspensión a la Investigación Antidumping a las Exportaciones Mexicanas de Tomate –vigente desde 1996- a través de la imposición inmediata de un arancel del 17.5%. Dicho acuerdo permitía que México siguiera exportando este producto agrícola a Estados Unidos (EU) libre de arancel. Al eliminarse dicho acuerdo, el Departamento de Comercio unilateralmente decidió: I) imponer inmediatamente un impuesto del 17.5% como derecho compensatorio por el supuesto dumping que se hace en su mercado dejando una afectación estimada de 350 mdd y II) continuar con la investigación antidumping, la cual por tiempos de su ley debería emitir una determinación final el 19 de septiembre de este año.

El tema arancelario jitomatero no es nuevo, tiene sus inicios desde el TLCAN. Debido a que los productores estadounidenses consideraban que el jitomate mexicano se vendía a precios por debajo del precio del mercado mexicano, es que el Departamento de Comercio de EU –a través de su Comisión de Comercio Internacional (CCI)- solicitó una investigación comercial para: I) demostrar que efectivamente había dumping y II) comprobar que realmente había daño a la industria nacional de Estados Unidos. A través de largas negociaciones, se estableció en 1996 un acuerdo para que dicha investigación no continuara su curso y por ende permitir el acceso del jitomate mexicano a territorio de EU.

Cabe destacar que:

a) El jitomate es el tercer producto agrícola de exportación de México, por lo que nuestro país debería buscar otros mercados internacionales para reubicarlo,

b) Este sector ocupa un millón de empleos directos e indirectos,

c) La producción y la exportación del jitomate proveen más de 400 mil empleos directos, y

d) México produce 2 millones de toneladas anuales, lo cual lo ubica como el décimo productor mundial.

Después de muchos estires y aflojes, los exportadores de este producto agrícola, lograron –a jitomatazos- un acuerdo; el cual consiste en que a partir del 19 de septiembre ya no se tendrán que pagar aranceles para que entre a mercado estadounidense. Sin embargo, el 92% de este producto tendrá que estar sujeto a revisión en la aduana o justo pasando la frontera si es que hay almacén del importador. Esto implica el riesgo de que el producto pueda madurarse rápidamente mientras se da la revisión de 92 jitomates de cada 100, por lo que el gran reto es que se deberán encontrar mecanismos -apoyados en la tecnología- para agilizar el paso fronterizo.


Coordinadora de la Licenciatura

en Administración de Negocios Internacionales

Universidad Iberoamericana

Especialista en asuntos internacionales

aribel.contreras@ibero.mx @Aribel007