En tres tiempos
Uno
En el municipio de Villa Victoria, uno de los lacerados por la difícil situación económica que vive el país, el gobernador Alfredo del Mazo Maza puso en marcha el jueves pasado el programa “Salario Rosa", una de las promesas que formuló al principio de su campaña, hace aproximadamente un año.
En un punto aliado de la carretera Toluca-Zitácuaro, casi tres mil mujeres provenientes de 12 municipios recibieron tarjetas bancarias que las acreditan como primeras beneficiarias del programa. Detrás de ellas, hay una larga fila de espera: 38 mil solicitudes que ya fueron aprobadas entre un total de 220 mil registradas a través de Internet.
Inmediatamente aparecieron detractores: los representantes de Morena y del PRD ante el Instituto Electoral del Estado de México criticaron el programa porque piensan que es inviable, dada la cuantía de los recursos que tendría que absorber para beneficiar a un número significativo de mujeres y porque le ven tintes electorales, ya que, en su opinión, está orientado a “asegurar votos" para el PRI.
Dos
Pero, ¿qué es, en realidad, el Salario Rosa?
Consiste en un apoyo de 2 mil 400 bimestrales para mujeres de entre 18 y 59 años que trabajan en su casa y cuidan de su familia sin contar con un ingreso fijo. La entrega del efectivo se hará a través de una tarjeta electrónica y será permanente. Durante el acto celebrado en Villa Victoria, Del Mazo dijo: “Es un dinero que tendrán de forma permanente, no es como los programas que vienen una vez y se van, es un programa que viene para quedarse". Poco antes, anticipándose a las críticas, había dicho: “EI Salario Rosa es una realidad aun cuando algunos dudaban si sería posible o sería un programa más del resto de los existentes en las administraciones anteriores".
Lo singular del programa es que va acompañado, como requisito, de un proceso de capacitación a las mujeres beneficiadas para que adquieran un medio de vida, sigan estudiando o participen en proyectos productivos, en lo cual se recoge el espíritu de aquel adagio oriental tan conocido, tan repetido, tan desgastado, pero, al mismo tiempo, tan ignorado: “Regálale un pescado a un pobre y comerá un día; enséñale a pescar y comerá todos los días".
Tres
Ningún gobierno dispone de recursos suficientes para aliviar la situación de todas las mujeres que trabajan sin salario, ni para darles todo lo que necesitan, ni durante todo el tiempo que lo necesitan.
Más que eso, el aspecto innovador del Salario Rosa consiste en poner nuevamente en circulación la idea de que, más que la dádiva, lo que los pobres necesitan es capacitación y oportunidades efectivas de acceder a los beneficios de un sistema económico que los mantiene marginados.