Bombardeo final
Después de 23 millones de spots de radio y televisión autorizados por el INE −Instituto Nacional Electoral−, de un número indeterminado de boletines, entrevistas, declaraciones, publicidad por Internet, “fake news” en Facebook y WhatsApp, los medios informativos, sobre todo electrónicos, y sus comentaristas políticos tratarán de volver a la normalidad en una semana más, al término de la campaña electoral más extensa que se haya realizado hasta ahora en nuestro país.
Y mientras que más de 3 mil 400 personas –mucho más− esperan pacientemente para tomar posesión de sus nuevos cargos públicos dentro de cinco meses, los conflictos post-electorales que hayan quedado pendientes, frente a un INE muy permisivo, se irán sustanciando poco a poco.
Para algunos políticos va a ser difícil volver a su base en empleos que ocupaban anteriormente porque lo más probables es que ya se encuentren ocupados. Además, un breve periodo vacacional no va a caerle mal a nadie después del tremendo desgaste sufrido durante la campaña.
Todavía resta una semana con ataques de fuego graneado desde diversos frentes, pero esto es nada frente al interés que existe por mantenerse al tanto de los pormenores de la Copa Mundial de Futbol y con la esperanza de que el equipo representativo de los mexicanos logre realizar nuevas hazañas.
Las crónicas de lo sucedido en México el domingo pasado, a raíz de que once mexicanos vencieron a once alemanes pateando una pelota, dan idea de la reacción que pueden tener los nacionales en las cosas que realmente les interesan, cuando el equipo realmente les responde.
Este no es momento de hacer comparaciones entre el futbol y la política porque se trata de cuestiones totalmente diferentes.
Pero, aún está en puerta la jornada electoral del 1 de julio y tanto los candidatos que compiten como los partidos políticos que los apoyan están convencidos de que habrá una copiosa votación en las urnas y por primera vez el abstencionismo va a ser derrotado.
Está bien. Ya se gastó mucho dinero para lograr ese resultado. Para los partidos sería un fracaso, un gran revés que el nivel de participación ciudadana no estuviera a la altura de las circunstancias.
Como suele decirse, la moneda está en el aire. Los ciudadanos dirán qué es lo que sigue.
Futbol y política, dos grandes temas simultáneos.