Mejores universidades
Uno
En un primer encuentro con rectores de las universidades de todo el país Andrés Manuel López Obrador, presidente electo, les anticipó que el año próximo no habrá menos dinero para esas instituciones… pero tampoco más. El gasto universitario se indexará a la inflación, por lo que puede esperarse un incremento que oscile entre un cuatro y un cinco por ciento.
Les pidió, a la vez, elevar la calidad de la enseñanza y ampliar la cobertura entre la población demandante, por lo que antes del primero de diciembre, día en que tomará posesión, estará en condiciones de firmar un acuerdo para la educación superior, uno de cuyos puntos consistirá en revisar el esquema de financiamiento de esas casas de estudios.
Dos
Viene al caso recordar que en la década de los 30, en 1929, la Universidad Nacional de México, inaugurada en 1910 por Justo Sierra, obtuvo la aprobación de su ley de autonomía y de esa manera se convirtió en la UNAM que hoy conocemos.
En las décadas siguientes, otras universidades e instituciones de educación superior –como el Instituto Científico y Literario del Estado de México− pugnaron por obtener la autonomía y tuvieron éxito.
Paralelamente, los institutos de ciencias y artes que funcionaban con diversos nombres, al convertirse en universidades públicas adquirieron la facultad legal de gobernarse a sí mismos.
La gran omisión consistió en que ninguna universidad, incluida la UNAM, fue dotada con patrimonio propio suficiente para formar un fondo que, cuidadosamente administrado e incrementado, sentara las bases de su desarrollo y garantizara su independencia económica.
Fue así como se optó por crear un esquema de financiamiento que privilegiaba las aportaciones federales y estatales como principal recurso para cubrir los gastos universitarios, completadas con ingresos propios. (La UAEM, por ejemplo, genera cada año, en productos y servicios, el equivalente al 18 por ciento de su presupuesto).
Tres
Durante la reunión con López Obrador, Jaime Valls, presidente de la ANUIES (Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior) señaló que la cobertura de la demanda nunca será suficiente si no se emplean recursos de la moderna tecnología.
Sin embargo, el desarrollo de sistemas de enseñanza abiertos y mixtos es costoso tanto en su planeación como en su funcionamiento, por lo que, pensando en esa opción –que algunas universidades ya exploran− el nuevo esquema de financiamiento tendrá que contemplar la disposición de recursos suficientes para ampliar ambos sistemas de enseñanza, tradicional y en línea, pues un doble objetivo del acuerdo será mejorar la calidad y ampliar la cobertura, ya que el sistema universitario, por su elevada demanda de ingreso, no está en condiciones de entrar en un momento de crecimiento cero.