¿Ciudad bombardeada?
Uno
Fue decepcionante que Toluca no apareciera en la lista de las ciudades más habitables del país, porque ese resultado hace pensar que hemos avanzado muy poco en materia de urbanismo, desarrollo sustentable y calidad de vida.
Según la relación publicada, las ciudades más agradables del país no están en el centro, sino en el norte, en donde los servicios públicos funcionan si no de manera perfecta, al menos aceptable.
“Toluca la bella” no figura en la lista debido a que sus servicios públicos son deficientes y, a medida que pasa el tiempo, tienden a empeorar en vez de mejorar, como si aquí se aplicara al pie de la letra la famosa Ley de Murphy: “Si algo puede salir mal, terminará saliendo mal”.
Dos
Tomemos por ejemplo el estado de las calles. Una sola de ellas, la 28 de octubre –lleva ese nombre porque recuerda el día en que la turba encabezada por Miguel Hidalgo entró a Toluca, en 1810− por las condiciones en que se encuentra es una muestra del descuido que existe en la administración de la ciudad.
¿Quién se atreve a circular en automóvil, autobús o bicicleta, por una ruta como esa, zigzagueando, intentando eludir, si no todos, cuando menos algunos de los profundos hoyancos que ponen a prueba la resistencia de su vehículo? Sólo quien tiene absoluta necesidad de ir por ese rumbo, porque, desde luego, no es un paseo turístico.
Otras vialidades están en condiciones semejantes o peores, pues pareciera que la ciudad y sus alrededores hubieran estado expuestos a un inclemente bombardeo como los que suelen ocurrir en el Medio Oriente.
Tres
El renglón de pavimentación y bacheo de calles no está marcado con rojo en la agenda municipal y esto da pie a una situación desesperante, pues aunque a últimas fechas se han repavimentado algunas calles, otras dan testimonio de una actitud negligente de la autoridad que lo mismo provoca accidentes que averías mecánicas, roces entre conductores y desilusión de turistas que pensaban que todo en Toluca era como el Cosmovitral.
Antes que iniciar su gestión como alcalde, el profesor Fernando Zamora Morales hizo una tajante promesa: ¡Cero baches!, pero no la cumplió. Nunca desarrolló un programa permanente de bacheo que evitara la contingencia. Este fue, tal vez, uno de los motivos que movieron a los toluqueños a negarle la reelección, pues aunque la pavimentación no es el más importante de los servicios municipales, la verdad es que tiene un peso específico entre los ciudadanos –no sólo entre los automovilistas−, causa pésima impresión a forasteros y fue seguramente uno de los motivos, entre otros, por los que Toluca quedó fuera de la lista de las ciudades más habitables.