Uno
En momentos cruciales de su historia, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha inspirado movimientos y reformas que se han extendido a universidades de provincia y han generado importantes cambios.
Un primer movimiento se registró en 1929 cuando la máxima casa de estudios del país logró conquistar la autonomía, ya que desde su fundación, en la época de Justo Sierra, había sido únicamente Universidad Nacional de México.
Otro momento de cambio se produjo en 1968 −parteaguas de la historia reciente de México− cuando la Universidad Nacional fue víctima de una ocupación militar y vio morir en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, en infame tiroteo contra la población civil, a decenas de estudiantes.
Dos
En 1933, apenas cuatro años después del movimiento de la UNAM –en el cual participaron estudiantes toluqueños− el Instituto Científico y Literario de Toluca vio surgir las primeras inquietudes de un movimiento análogo.
La bandera de la autonomía ondeó en varias huelgas durante 10 años, hasta que en 1943, en el último día de diciembre., el Congreso local aprobó la ley de autonomía propuesta por los estudiantes y aceptada por el gobernador Isidro Fabela, no sin antes haber vivido una huelga estudiantil y un violento desalojo policial del histórico edificio de Rectoría, búnker huelguista. Otras universidades de los estados emprendieron en los siguientes años su transformación hacia el marco jurídico de la autonomía.
En 1968, el movimiento que antecedió al crimen masivo de Tlatelolco recibió diversas expresiones de apoyo moral de estudiantes de provincia, entre ellos los del Estado de México. Por las angostas calles del centro de Toluca desfilaron contingentes de universitarios que enviaban mensajes de adhesión a sus compañeros capitalinos.
Después de ocho años de aquella masacre, en 1976 estalló un paro estudiantil que se extendió a toda la Universidad y que en el mes de enero siguiente motivó la renuncia del rector y abrió camino a importantes reformas a la ley universitaria que aún están vigentes.
Tres
El liderazgo moral y académico de la UNAM, que se manifestó en diversas circunstancias, hizo que las universidades de provincia la reconocieran durante mucho tiempo como institución-insignia de la educación superior en nuestro país.
El martes próximo que se cumplen los primeros 50 años del movimiento estudiantil de Tlatelolco, tendrá el significado de una fecha luctuosa no sólo para la UNAM, sino para todas las instituciones educativas y democráticas del país, dado que, transcurrido medio siglo, aquella trágica jornada y los cambios y demandas que provocó en la vida nacional continúan latentes.
Como suelen decir los estudiantes durante sus mítines y marchas de protesta: “2 de octubre no se olvida”.