/ domingo 28 de marzo de 2021

Reflexiones en textos cortos | La ilusión de ser tu propio jefe


En los últimos años ha ocurrido una efervescencia por la cultura emprendedora, personajes llamados “coaching” y programas como “Shark Tank” comandan la difusión del emprededurismo como el sustento económico atractivo. Qué mejor que ser tu propio jefe, crear tu propia empresa.

Justo hace algunos días observé el supuesto debate entre el influencer mexicano y supuesto empresario Carlos Muñoz y Diego Ruzzarin CEO de Foodlosofia. Digo “supuesto” porque no percibí la confrontación de ideas opuestas, más bien fue una plática entre alguien que se cuestiona el sistema económico y alguien que lo ignora notablemente.

Carlos Muñoz es un coaching empresarial, con una idea acentuada del éxito, meramente orientado hacia la acumulación de capital. En algún video lo escuché decir que en la primera ganancia importante como emprendedor se generara un despilfarro en lujos y gastos costosos; según él, inconscientemente nos estaremos dejando seducir por el estilo de vida que más tarde buscaremos que se vuelva frecuente y constante. Hay que empezar a acostumbrarse a los lujos.

Diego Ruzzarin cuestiona la noción de éxito, la crítica hacia lo económico, la desigualdad que deja el capitalismo. Fue tan atractiva su forma de argumentar que los elogios de los internautas emergieron hacia las distintas redes sociales virtuales. Carlos Muñoz había quedado como un ignorante.

La idea de emprender no surge bajo cimientos de generar mayor igualdad social, oportunidades de empleo con prestaciones de ley más justas, erradicación del racismo, el abuso o la pobreza. Emprender resulta atractivo por la oportunidad de ser rico. Esa es la ideología del capitalismo que se vuelve tan llamativa; en el capitalismo cualquiera puede ser millonario; mientras que el socialismo resulta impensable no por la igualdad, si no por la imposibilidad de acumular riqueza. La acumulación es el objetivo de la persona que busca emprender. Carlos Muñoz no se lo cuestiona.

El filósofo italiano Franco Berardi, aborda más sobre la ilusión de ser tu propio jefe. Los que emprenden no controlan los recursos básicos de su empresa, alguien más les provee de ellos, ellos, los emprendedores no son proveedores son distribuidores y quien distribuye mantiene la riqueza entre quién sigue proveyendo. El emprendedor nunca será más rico que el que le distribuye los recursos que vuelven posible su negocio. Los ricos seguirán siendo los mismos.

La situación derivada por la Pandemia ha configurado nuevas formas de empleo, pero sin descuidar la idea constante de lograr ser adinerado. Incluso algunos empresarios mexicanos han dicho que la economía nacional se recuperará más rápido de lo esperado si los consumidores adquieren productos nacionales. Productos que ellos distribuyen.

No debe negarse la idea de obtener dinero, este material simbólico y pragmático es necesario para mantenerse vivo, lo que debe pensarse al igual que Ruzzarin, es el significado que le damos al trabajo y al dinero; de acuerdo con Marx todo el dinero proviene del esfuerzo humano, quedarse con la idea de que el dinero puede trabajar para uno mismo, es ignorar que hay un esfuerzo que realiza alguien más y que va a parar a manos de quien no se ha esforzado, ese es el capitalismo.


En los últimos años ha ocurrido una efervescencia por la cultura emprendedora, personajes llamados “coaching” y programas como “Shark Tank” comandan la difusión del emprededurismo como el sustento económico atractivo. Qué mejor que ser tu propio jefe, crear tu propia empresa.

Justo hace algunos días observé el supuesto debate entre el influencer mexicano y supuesto empresario Carlos Muñoz y Diego Ruzzarin CEO de Foodlosofia. Digo “supuesto” porque no percibí la confrontación de ideas opuestas, más bien fue una plática entre alguien que se cuestiona el sistema económico y alguien que lo ignora notablemente.

Carlos Muñoz es un coaching empresarial, con una idea acentuada del éxito, meramente orientado hacia la acumulación de capital. En algún video lo escuché decir que en la primera ganancia importante como emprendedor se generara un despilfarro en lujos y gastos costosos; según él, inconscientemente nos estaremos dejando seducir por el estilo de vida que más tarde buscaremos que se vuelva frecuente y constante. Hay que empezar a acostumbrarse a los lujos.

Diego Ruzzarin cuestiona la noción de éxito, la crítica hacia lo económico, la desigualdad que deja el capitalismo. Fue tan atractiva su forma de argumentar que los elogios de los internautas emergieron hacia las distintas redes sociales virtuales. Carlos Muñoz había quedado como un ignorante.

La idea de emprender no surge bajo cimientos de generar mayor igualdad social, oportunidades de empleo con prestaciones de ley más justas, erradicación del racismo, el abuso o la pobreza. Emprender resulta atractivo por la oportunidad de ser rico. Esa es la ideología del capitalismo que se vuelve tan llamativa; en el capitalismo cualquiera puede ser millonario; mientras que el socialismo resulta impensable no por la igualdad, si no por la imposibilidad de acumular riqueza. La acumulación es el objetivo de la persona que busca emprender. Carlos Muñoz no se lo cuestiona.

El filósofo italiano Franco Berardi, aborda más sobre la ilusión de ser tu propio jefe. Los que emprenden no controlan los recursos básicos de su empresa, alguien más les provee de ellos, ellos, los emprendedores no son proveedores son distribuidores y quien distribuye mantiene la riqueza entre quién sigue proveyendo. El emprendedor nunca será más rico que el que le distribuye los recursos que vuelven posible su negocio. Los ricos seguirán siendo los mismos.

La situación derivada por la Pandemia ha configurado nuevas formas de empleo, pero sin descuidar la idea constante de lograr ser adinerado. Incluso algunos empresarios mexicanos han dicho que la economía nacional se recuperará más rápido de lo esperado si los consumidores adquieren productos nacionales. Productos que ellos distribuyen.

No debe negarse la idea de obtener dinero, este material simbólico y pragmático es necesario para mantenerse vivo, lo que debe pensarse al igual que Ruzzarin, es el significado que le damos al trabajo y al dinero; de acuerdo con Marx todo el dinero proviene del esfuerzo humano, quedarse con la idea de que el dinero puede trabajar para uno mismo, es ignorar que hay un esfuerzo que realiza alguien más y que va a parar a manos de quien no se ha esforzado, ese es el capitalismo.