¿Por qué perdonaron al "Bronco"?
Es una pregunta que medio mundo se hace y que medio mundo quisiera tener respuesta. De acuerdo con las coaliciones y los candidatos que pujan en esta contienda, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación perdonó al “Bronco” porque conviene al Sistema (léase PRI-gobierno). Él lo sabe y sabe bien el papel que juega en este juego de la democracia mexicana.
Al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación no le importó que el 58% de las firmas recabadas por el “Bronco” y su equipo de trabajo fuesen apócrifas; que 810 mil 995 firmas no se encontraran en la lista nominal; que 158 mil fueran firmas simuladas; que 205 mil 721 fueran fotocopias de firmas; y que 23 mil 644 fueran documentos no válidos, datos dados a conocer por el Reforma el pasado 10 de abril.
Para el máximo tribunal de los procesos electorales, cuyas resoluciones infortunadamente son inapelables, fue más importante y decisivo que a Jaime Rodríguez, gobernador con licencia, no se le haya dado la garantía de audiencia para revisar todas las firmas rechazadas por el INE, que todo ese cúmulo de irregularidades cometidas por él y sus colaboradores, por las cuales deberían de estar en la cárcel, como lo afirma el destacado jurista Diego Valadés.
Después de los amañados e ilegales actos del “Bronco”, nadie, en su sano juicio, apostaba a que éste fuera incluido en las boletas electorales; había cierta confianza en ese Tribunal Electoral; pero en este proceso lúdico electoral mexicano de 2018, en el que el respeto a la ley es lo de menos, estaba haciendo falta alguien que por una parte enfrentara de manera directa a quien encabeza las preferencias electorales y por la otra, allanara el camino a quien ha sido elegido para asegurar la permanencia del Sistema.
Sólo así se explica que el máximo tribunal electoral de la nación haya sesionado, intempestivamente, en la madrugada del martes, 10 de abril, y de que incluso, horas antes de la decisión que tomaran los magistrados, personal de ese Tribunal y periodistas ya supieran el sentido de la resolución (Reforma 10 de abril de 2018).
Con base en la intuición que dan los años, a principios de 2018, en esta misma columna, aseguraba el suscrito que el Sistema ya tenía perfectamente calculado el papel que desempeñarían en estas elecciones presidenciales, cada uno de los candidatos independientes: Margarita Zavala -afirmaba yo- debería de participar en el proceso; su misión, restar votos al PAN y, en su caso, al Frente Ciudadano por México. “El Bronco”, también debería participar; su misión, restar votos, muchos votos a MORENA para que pudiera ganar el candidato del PRI. Los otros independientes: María de Jesús Patricio “Marichuy”, Armando Ríos Piter y Pedro Ferriz de Con, para el Sistema ya no eran necesarios.
Con el retorno del “Bronco” a la contienda electoral, al margen de la criticada y vergonzante decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, lo previsto se está cumpliendo: Margarita debilita cada vez más a Ricardo Anaya; y el “El Bronco”, seguramente se apresta, con el apoyo total del Sistema, a restarle simpatía a quien hasta ahora se perfila como el más seguro ganador del proceso electoral. Cosa de ver, ya que con sus acciones tramposas ha perdido toda credibilidad.