Levantan la voz los universitarios
Al grito de ¡Justicia!, el lunes pasado, un poco más de tres mil jóvenes estudiantes universitarios de diversas escuelas y facultades de la Universidad Autónoma del Estado de México, marcharon por una de las principales avenidas de la ciudad capital hasta llegar a la Fiscalía General de Justicia de la entidad, donde demandaron de las autoridades, protección ante la inseguridad en que viven y el esclarecimiento de los asesinatos cometidos en los últimos días contra universitarias y universitarios.
Y es que los jóvenes estudiantes de hoy, entre quienes se encuentran nuestros hijos y nietos, al salir de casa o de las aulas universitarias están totalmente desprotegidos, inermes frente a la amenaza latente de la delincuencia, situación que se agrava ante la impotencia de las autoridades, garantes de proteger su integridad, y ante la ineficacia de las autoridades responsables de investigar y dar con los delincuentes. En el estado de inseguridad en que se vive, prácticamente los jóvenes estudiantes, sean hombres o mujeres, se encuentran al alcance de cualquier maleante.
Yo recuerdo que el actual gobernador, Alfredo del Mazo, durante su campaña política, se comprometió a terminar con la inseguridad en el Estado de México, y prometió, específicamente, terminar en sus primeros 100 días de gobierno con los asaltos que se dan al interior de los autobuses, en donde los pasajeros y entre éstos, los estudiantes, son despojados de sus pertenencias e incluso de su vida, como aconteció con Alejandro Ricardo Montes García que fuera asesinado, hace unos días, en el interior de un autobús. Y sin embargo, después de un año de gobierno, los mexiquenses en general y los estudiantes en particular, perciben que nada ha cambiado para disminuir un poco los niveles de inseguridad.
En materia de seguridad, que es su genuina razón de ser, las autoridades se encuentran totalmente rebasadas. Ni la federal ni la estatal ni la municipal saben qué hacer contra la ola delincuencial. El Sistema Nacional de Seguridad ha sido uno de los grandes fracasos de la administración que termina, no se diga el famoso el “mando único” de los cuerpos policíacos, con el que pretendían hacer maravillas. Lejos de disminuir, los asesinatos de alto y bajo impacto han crecido; los feminicidios se han acentuado; los secuestros por igual; las desapariciones se han duplicado; y las extorsiones a negocios, son un delito que parece llegó para quedarse.
¡Qué bueno que los universitarios del Estado de México lo hayan hecho! ¡Qué bueno que lo sigan haciendo! Porque joven que no protesta, no es joven y más cuando le asiste la razón; pero qué lamentable que lo hagan para demandar justicia a las autoridades que tienen el deber de administrarla, sin regateos, por la muerte de sus compañeras y compañeros.
Hace años, hace muchos años, los universitarios tomábamos las calles, los autobuses, las escuelas o nos declarábamos en huelga; pero eran por otros motivos, que al paso del tiempo parecen baladíes como, el hecho de que subieran el pasaje o para defender o rechazar algún maestro o a un director de facultad o incluso, para evitar que nos impusieran a un rector. Pero nunca lo hicimos para demandar protección contra la delincuencia
A los universitarios y a mí en lo particular, como exdirigente estudiantil universitario, me hubiera gustado que el señor rector, Alfredo Barrera Baca, hubiera encabezado la marcha de los estudiantes, solidarizándose con el grito de ¡Justicia! que clamaron durante su recorrido, como lo hicieron los directores de Humanidades y Ciencias Políticas, en lugar de cuestionar, sin bases, que la marcha ocultaba intereses políticos, como queriendo decir que algún partido -¿Morena?- se quiere apoderar de las universidades. Sí, me hubiera gustado que por única ocasión dejara por unos instantes el confort de sus oficinas ubicadas en el torreón suroriente del edificio central de la UAEM, y su voz se uniera a la de los estudiantes que demandan ¡Justicia!
Misael Romero Andrade
(Prócoro Misael Romero Andrade)