/ lunes 16 de octubre de 2017

Reflexiones y Alucinaciones

Sin mucho esforzarse, al PRI le están saliendo las cosas a modo para participar en las elecciones federales de 2018 y mantenerse en la presidencia de la República, a pesar de sus muchos errores, de los escándalos por actos de corrupción de exgobernadores y del gran desprestigio en que ha caído su clase política.

Hasta antes de la salida del PAN de Margarita Zavala, el futuro del PRI, rumbo a las elecciones de 2018, se veía catastrófico: todas las encuestas lo relegaban a un tercer lugar, después de Morena, que ha venido ocupando el primero en las preferencias electorales, y después del PAN, que se había mantenido en un segundo puesto. De antemano, todo mundo daba por muerto al partido del presidente Peña. Sin embargo, los astros que rigen el inexorable destino de los hombres se han venido alineando en su favor, de manera tal que a la fecha, los hechos le empiezan a ser favorables.

¿Cuál o cuáles son esos factores que le están cambiando las perspectivas, al partido más desacreditado, para las elecciones de 2018? A mi manera de ver, bisoña si se quiere, son cuatro las principales causas: las elecciones de 2017, su última Asamblea Nacional, la salida del PAN de Margarita Zavala y los sismos del 7 y 19 de septiembre. Los tres primeros, producto de los hombres; el último, mandato divino. Veamos por qué.

Las elecciones de 2017, especialmente las del Estado de México, le dieron al PRI viabilidad para 2018: por el tamaño de su padrón electoral, por su aportación a la economía y por la influencia de su clase política. Por esa razón, en la entidad del presidente Peña no se escatimó nada, nada de nada, se jugó a ganar, costara lo que costara.

La XXII Asamblea Nacional del PRI que, contra viento y marea, eliminó los candados que le impedían nominar como su candidato a quien no fuera priista, no acreditara, cuando menos, 10 años de militancia y no hubiera ocupado un cargo de elección popular. Con la eliminación de estos cerrojos, se abre la posibilidad real para que el PRI apoye como su candidato a un ciudadano no-priista, pues sabe de antemano que de apoyar a un priista a sepa, como antaño se hacía, la gente lo rechazaría por el hecho de serlo. No importa que el ungido no provenga de sus filas; lo importante es no perder el poder que significa la presidencia de la República. En este sentido, el beneficiado será sin duda alguna el secretario de Hacienda, José Antonio Meade.

El tercer factor que sin querer queriendo le favorece al PRI, es la salida del PAN de Margarita Zavala. Hasta antes de su renuncia a ese partido en el que había militado por 32 años, el PAN, por sí mismo, era una buena opción para muchos y no se diga el Frente Ciudadano por México, integrado por este partido, el PRD y el MC. Creo que los tres representaban una alternativa creíble para una gran parte de los mexicanos. La contienda se habría dado entre Morena, el PRI y ese Frente. Ahora la contienda real sólo será entre los dos primeros partidos, pues Margarita Zavala, como candidata independiente, si bien logrará una buena votación, no le alcanzará para obtener el triunfo, y el Frente, debilitado por su salida, tampoco lo obtendrá.

El cuarto factor determinante que ubica al PRI en la senda del triunfo una vez más, son sin duda los sismos del 7 y 19 de septiembre. ¿Así de categórico? ¡Sí, así como lo afirmo! El presidente Peña ha convertido estos desastres naturales en una buena oportunidad para reivindicarse ante la opinión pública que le es adversa: las imágenes conmovedoras transmitidas, lo confirman. En todos los lugares siniestrados que ha estado visitando, ha prometido a los miles de damnificados la entrega de tarjetas y ya lo está cumpliendo, para que con ellas puedan adquirir materiales para construir o reconstruir su vivienda. Esas tarjetas (me recuerda a las tarjetas monex de 2012) las podrán usar los afectados poco a poco, en los primeros meses del año 2018, año del proceso electoral.

Además de estos cuatro factores que han venido a favorecer al PRI, no debemos olvidar el papel que jugarán los candidatos independientes que a la fecha suman más de 40 registrados. De éstos, no todos pasarán; sólo aquellos que sirvan para la causa: para quitarle votos al único opositor real que puede arrebatarle la presidencia de la República, a Manuel López Obrador. De donde se puede predecir, lo queramos o no, nos guste o no, lo deploremos o no, el triunfo seguro del PRI.

romeromisael68@gmail.com

Sin mucho esforzarse, al PRI le están saliendo las cosas a modo para participar en las elecciones federales de 2018 y mantenerse en la presidencia de la República, a pesar de sus muchos errores, de los escándalos por actos de corrupción de exgobernadores y del gran desprestigio en que ha caído su clase política.

Hasta antes de la salida del PAN de Margarita Zavala, el futuro del PRI, rumbo a las elecciones de 2018, se veía catastrófico: todas las encuestas lo relegaban a un tercer lugar, después de Morena, que ha venido ocupando el primero en las preferencias electorales, y después del PAN, que se había mantenido en un segundo puesto. De antemano, todo mundo daba por muerto al partido del presidente Peña. Sin embargo, los astros que rigen el inexorable destino de los hombres se han venido alineando en su favor, de manera tal que a la fecha, los hechos le empiezan a ser favorables.

¿Cuál o cuáles son esos factores que le están cambiando las perspectivas, al partido más desacreditado, para las elecciones de 2018? A mi manera de ver, bisoña si se quiere, son cuatro las principales causas: las elecciones de 2017, su última Asamblea Nacional, la salida del PAN de Margarita Zavala y los sismos del 7 y 19 de septiembre. Los tres primeros, producto de los hombres; el último, mandato divino. Veamos por qué.

Las elecciones de 2017, especialmente las del Estado de México, le dieron al PRI viabilidad para 2018: por el tamaño de su padrón electoral, por su aportación a la economía y por la influencia de su clase política. Por esa razón, en la entidad del presidente Peña no se escatimó nada, nada de nada, se jugó a ganar, costara lo que costara.

La XXII Asamblea Nacional del PRI que, contra viento y marea, eliminó los candados que le impedían nominar como su candidato a quien no fuera priista, no acreditara, cuando menos, 10 años de militancia y no hubiera ocupado un cargo de elección popular. Con la eliminación de estos cerrojos, se abre la posibilidad real para que el PRI apoye como su candidato a un ciudadano no-priista, pues sabe de antemano que de apoyar a un priista a sepa, como antaño se hacía, la gente lo rechazaría por el hecho de serlo. No importa que el ungido no provenga de sus filas; lo importante es no perder el poder que significa la presidencia de la República. En este sentido, el beneficiado será sin duda alguna el secretario de Hacienda, José Antonio Meade.

El tercer factor que sin querer queriendo le favorece al PRI, es la salida del PAN de Margarita Zavala. Hasta antes de su renuncia a ese partido en el que había militado por 32 años, el PAN, por sí mismo, era una buena opción para muchos y no se diga el Frente Ciudadano por México, integrado por este partido, el PRD y el MC. Creo que los tres representaban una alternativa creíble para una gran parte de los mexicanos. La contienda se habría dado entre Morena, el PRI y ese Frente. Ahora la contienda real sólo será entre los dos primeros partidos, pues Margarita Zavala, como candidata independiente, si bien logrará una buena votación, no le alcanzará para obtener el triunfo, y el Frente, debilitado por su salida, tampoco lo obtendrá.

El cuarto factor determinante que ubica al PRI en la senda del triunfo una vez más, son sin duda los sismos del 7 y 19 de septiembre. ¿Así de categórico? ¡Sí, así como lo afirmo! El presidente Peña ha convertido estos desastres naturales en una buena oportunidad para reivindicarse ante la opinión pública que le es adversa: las imágenes conmovedoras transmitidas, lo confirman. En todos los lugares siniestrados que ha estado visitando, ha prometido a los miles de damnificados la entrega de tarjetas y ya lo está cumpliendo, para que con ellas puedan adquirir materiales para construir o reconstruir su vivienda. Esas tarjetas (me recuerda a las tarjetas monex de 2012) las podrán usar los afectados poco a poco, en los primeros meses del año 2018, año del proceso electoral.

Además de estos cuatro factores que han venido a favorecer al PRI, no debemos olvidar el papel que jugarán los candidatos independientes que a la fecha suman más de 40 registrados. De éstos, no todos pasarán; sólo aquellos que sirvan para la causa: para quitarle votos al único opositor real que puede arrebatarle la presidencia de la República, a Manuel López Obrador. De donde se puede predecir, lo queramos o no, nos guste o no, lo deploremos o no, el triunfo seguro del PRI.

romeromisael68@gmail.com

ÚLTIMASCOLUMNAS
martes 30 de junio de 2020

Reflexiones y Alucinaciones | Los pensionados, los más fregados con el Covid-19 (XIII)

Desde hace seis meses, el ISSEMyM no ha pagado el incremento de las pensiones a que tenemos derecho los pensionados

Misael Romero Andrade

martes 09 de junio de 2020

Reflexiones y Alucinaciones | El principio de Peter en tiempos de coronavirus (X)

El principio de Peter en tiempos de coronavirus (X)

Misael Romero Andrade

lunes 01 de junio de 2020

Reflexiones y alucinaciones | En plena pandemia, el regreso a la nueva normalidad (IX)

En plena pandemia, el regreso a la nueva normalidad (IX)

Misael Romero Andrade

lunes 25 de mayo de 2020

Reflexiones y alucinaciones | Cuando Coronavirus nos alcance (VIII)

Cuando Coronavirus nos alcance (VIII)

Misael Romero Andrade

lunes 18 de mayo de 2020

Reflexiones y alucinaciones | "El Nahual" en tiempos del coronavirus (VII)

"El Nahual" en tiempos del coronavirus (VII)

Misael Romero Andrade

lunes 27 de abril de 2020

Reflexiones y alucinaciones | La deshumanización en tiempos del Coronavirus (V)

La deshumanización en tiempos del Coronavirus (V)

Misael Romero Andrade

lunes 20 de abril de 2020

Reflexiones y alucinaciones | La educación en tiempos del Coronavirus (IV)

La educación en tiempos del Coronavirus (IV)

Misael Romero Andrade

lunes 27 de enero de 2020

Reflexiones y Alucinaciones | ¿Auditor superior de fiscalización a modo?

¿Auditor superior de fiscalización a modo?

Misael Romero Andrade

lunes 29 de abril de 2019

Reflexiones y Alucinaciones

Casos paralelos: ISSSTE e ISSEMyM

Misael Romero Andrade

Cargar Más