Ahora que tengo tiempo, me di a la tarea de revisar los diarios del pasado día lunes, 22 de enero. Todos ellos resaltaban con grandes encabezados el prerregistro de los aspirantes del PRI para presidentes municipales y diputados locales. Al revisarlos, reconocí de inmediato a muchos de ellos, quienes, con el rostro sonriente, mostraban satisfechos y rebosantes de alegría el documento de su registro. De inmediato, sin mucho alucinar concluí: el SUFRAGIO es INEFECTIVO y el principio de la NO REELECCIÓN ha quedado en el olvido.
Hace tiempo que la clase política mexiquense, y seguramente la de todo el país, no cambia; sus integrantes son los mismos: de presidente municipal pasan a una diputación local o, a la inversa; de cualquiera de estos dos cargos de elección, saltan a una diputación federal y de ésta, a alguna de las ansiadas senadurías, y para el caso de que no haya cupo, ya que éstas son muy peleadas, pues regresan otra vez a la presidencia municipal o a la diputación que dejaron; lo importante es no quedarse sin puesto de elección popular que da poder político, económico y social.
El viejo apotegma revolucionario de hace cien años, por el que tomaron las armas nuestros bisabuelos y abuelos, ha quedado en el pasado, sólo para la historia. Eso de que la política es el mejor instrumento para servir al pueblo, pues… es mera ficción; es para los ingenuos, los ilusos, los soñadores. Ahora, nuestros presidentes municipales, diputados locales, diputados federales y senadores no piensan en sus electores, o por lo menos no son su prioridad; aquel que diga lo contrario, los hechos lo desmienten y lo exhiben como un mendaz.
Para sustentar mi atrevida y sacrílega aseveración que encabeza la presente reflexión, haré referencia de algunos casos: Ma. Elena Barrera Tapia fue electa presidenta municipal de Toluca para 2010-2012; sin embargo, doce meses antes de terminar ese mandato, lo dejó para poder ser senadora de 2012 a 2018; y ahora, once meses antes de que concluya tan importante y codiciado cargo, deja la senaduría para ser diputada local. Martha Hilda González Calderón fue electa presidenta municipal de Toluca para el periodo 2013-2015; y sin embargo, doce meses antes de terminar ese periodo, dejó también la presidencia para poder ser diputada federal de 2016 a 2018; y ahora, once meses antes de que concluya ese cargo, deja la diputación federal para poder ser diputada local por segunda ocasión.
Dos casos más: María de Lourdes Montiel Paredes fue electa presidenta municipal de Villa del Carbón, para el periodo 2013-2015; pero, doce meses antes de terminarlo, dejó la presidencia para ser diputada local de 2016-2018; y ahora, once meses antes de que concluya dicho cargo, deja la diputación para poder ser otra vez presidenta del municipio que abandonó. Carolina Monroy del Mazo fue electa presidenta municipal de Metepec para 2013-2015; no obstante, doce meses antes de terminar dicho periodo, dejó la presidencia para poder ser diputada federal de 2016 a 2018; ahora, once meses antes de concluir ese mandato, lo deja para competir una vez más por la presidencia municipal de Metepec.
¿Qué argumentos utilizarán para convencer al electorado para que vote una vez más por cada una de ellas? ¿Con qué cara se presentarán para solicitar el sufragio, aunque no terminen sus mandatos? ¿Les creerán acaso que ahora sí lo concluirán? Su incumplimiento, sin embargo, les ha restado credibilidad.
De entre los registros, encontré también el de aquellos presidentes municipales en funciones -veinte en total-, quienes, previa autorización concedida por quien realmente decide en el PRI, se registraron para buscar la reelección por un periodo más. Entre éstos, llama la atención el caso de Fernando Zamora, quien creyendo que ha hecho un excelente gobierno (sic) en la capital del Estado, se apresta a reelegirse por un período más.
Posiblemente el profesor tenga apoyo en las comunidades de norte de Toluca, pero en la cabecera, difícilmente lo encontrará. Y no es por cuestiones de origen, sino simplemente por no haber logrado resultados en el tiempo que ha gobernado: los tolucos y quienes nos visitan vemos todos los días las deficiencias del gobierno municipal: calles sin alumbrado, áreas verdes en el abandono, basura y baches por todas partes, por mencionar sólo algunos servicios. ¡Ha! Y no olvidemos la delincuencia y la inseguridad que han hecho de la capital, su asiento preferido.
No cabe duda, por ello, que el sufragio ha perdido su eficacia al incumplir los políticos su mandato, y que la no reelección ha quedado como un mero referente histórico, al poderse reelegir en el cargo.
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