/ miércoles 27 de enero de 2021

Repique inocente | Entre candidatos te veas

Rumbo a las elecciones del 6 de junio próximo, los partidos políticos han empezado a postular a actores, actrices, cantantes, futbolistas, deportistas y conductores. El uso electoral de “personalidades” no es novedad, pero sí parece más acentuado.

Dicen que todos los políticos son iguales. Que ya no hay izquierda ni centro ni derecha ni sus múltiples combinaciones. Que los colores se han difuminado. Que todos roban o se aprovechan de su cargo. Que no les importa la sociedad y sus necesidades, pues para ellos lo primordial es el voto. Que sólo se acuerdan de la gente cuando es hora de ir a pedir que sufraguen por ellos. O regresan a las colonias cuando necesitan un favor.

El arriba firmante está de acuerdo con 90 por ciento de las anteriores aseveraciones. El arte de la política está muy desprestigiado, básicamente porque quienes lo ejercen públicamente se han encargado de mancharlo.

Decía El Filosofo de Güémez que “los políticos son como las botellas de cerveza: del cuello para arriba están vacíos”.

Con sus honrosas excepciones, que confirman la regla.

Pero ahora que los partidos políticos se han lanzado en pos de actores, actrices, cantantes, futbolistas, deportistas, conductores y otras “personalidades” para postularlos a cargos de elección popular, el arriba firmante se empieza a preguntar si el bagaje ideológico, la preparación intelectual y académica, la práctica y los arreos adquiridos en las escaramuzas verbales —por llamarlas de alguna manera— pasaron a segundo plano, para darle prioridad a los nombres y los rostros que lo que de manera cierta aportan es reconocimiento público. Pero no necesariamente capacidad para tomar decisiones.

Claro que no es novedad que los partidos postulen a personajes connotados. El actor Julio Alemán fue diputado federal. La actriz Silvia Pinal fue diputada. El cantante Sergio Mayer es legislador. El boxeador Erick “El Terrible” Morales también ocupa una curul. El futbolista Cuauhtémoc Blanco es gobernador de Morelos. El cantante Francisco Xavier fue candidato a gobernador. También recuerdo en una curul a Ignacio López Tarso y al actor Rodolfo Landa y como candidato al clavadista Carlos Girón.

La lista es extensa y la memoria corta. Agreguen ustedes, mis estimados cuatro lectores, aquellos que les vengan a la memoria en lo local, estatal y nacional, porque se trata de un titipuchal.

Ahora la lista se vuelve más grande porque en casi todos los rincones del país los partidos emergentes —los que acaban de conseguir sus registros— están recurriendo a figuras conocidas para conseguir un porcentaje suficiente de votos para seguir con vida y, por lo tanto, seguir amamantándose del erario público. En el fondo por eso partidos como las Redes Sociales Progresistas, Encuentro Solidario, Fuerza por México, el Verde y hasta Morena están postulando a personajes como Gabriela Goldsmith, “El Abuelo” Cruz, el “Pato” Zambrano, Paquita La del Barrio, Quico o “El Bofo” Bautista. Más los que se acumulen.

Pero los otros partidos no están mejor. El PRI, por ejemplo, le apuesta a los mismos de siempre: candidatos que han ido a elecciones continuamente durante los últimos 30 o 40 años. El entreveramiento generacional, le llaman. Falta de cuadros, le llama el arriba firmante. O exceso de cacicazgos.

De su respectiva fama pública hablaremos otro día. Nomás acuérdense lo que decía el ya citado Filósofo de Güémez: “los políticos son como las carretas: entre más vacías, más ruido hacen”.

***

Director del noticiario Así Sucede de Grupo Acir Toluca.

Mail: felgonre@gmail.com. Twitter: @FelipeGlz.

Rumbo a las elecciones del 6 de junio próximo, los partidos políticos han empezado a postular a actores, actrices, cantantes, futbolistas, deportistas y conductores. El uso electoral de “personalidades” no es novedad, pero sí parece más acentuado.

Dicen que todos los políticos son iguales. Que ya no hay izquierda ni centro ni derecha ni sus múltiples combinaciones. Que los colores se han difuminado. Que todos roban o se aprovechan de su cargo. Que no les importa la sociedad y sus necesidades, pues para ellos lo primordial es el voto. Que sólo se acuerdan de la gente cuando es hora de ir a pedir que sufraguen por ellos. O regresan a las colonias cuando necesitan un favor.

El arriba firmante está de acuerdo con 90 por ciento de las anteriores aseveraciones. El arte de la política está muy desprestigiado, básicamente porque quienes lo ejercen públicamente se han encargado de mancharlo.

Decía El Filosofo de Güémez que “los políticos son como las botellas de cerveza: del cuello para arriba están vacíos”.

Con sus honrosas excepciones, que confirman la regla.

Pero ahora que los partidos políticos se han lanzado en pos de actores, actrices, cantantes, futbolistas, deportistas, conductores y otras “personalidades” para postularlos a cargos de elección popular, el arriba firmante se empieza a preguntar si el bagaje ideológico, la preparación intelectual y académica, la práctica y los arreos adquiridos en las escaramuzas verbales —por llamarlas de alguna manera— pasaron a segundo plano, para darle prioridad a los nombres y los rostros que lo que de manera cierta aportan es reconocimiento público. Pero no necesariamente capacidad para tomar decisiones.

Claro que no es novedad que los partidos postulen a personajes connotados. El actor Julio Alemán fue diputado federal. La actriz Silvia Pinal fue diputada. El cantante Sergio Mayer es legislador. El boxeador Erick “El Terrible” Morales también ocupa una curul. El futbolista Cuauhtémoc Blanco es gobernador de Morelos. El cantante Francisco Xavier fue candidato a gobernador. También recuerdo en una curul a Ignacio López Tarso y al actor Rodolfo Landa y como candidato al clavadista Carlos Girón.

La lista es extensa y la memoria corta. Agreguen ustedes, mis estimados cuatro lectores, aquellos que les vengan a la memoria en lo local, estatal y nacional, porque se trata de un titipuchal.

Ahora la lista se vuelve más grande porque en casi todos los rincones del país los partidos emergentes —los que acaban de conseguir sus registros— están recurriendo a figuras conocidas para conseguir un porcentaje suficiente de votos para seguir con vida y, por lo tanto, seguir amamantándose del erario público. En el fondo por eso partidos como las Redes Sociales Progresistas, Encuentro Solidario, Fuerza por México, el Verde y hasta Morena están postulando a personajes como Gabriela Goldsmith, “El Abuelo” Cruz, el “Pato” Zambrano, Paquita La del Barrio, Quico o “El Bofo” Bautista. Más los que se acumulen.

Pero los otros partidos no están mejor. El PRI, por ejemplo, le apuesta a los mismos de siempre: candidatos que han ido a elecciones continuamente durante los últimos 30 o 40 años. El entreveramiento generacional, le llaman. Falta de cuadros, le llama el arriba firmante. O exceso de cacicazgos.

De su respectiva fama pública hablaremos otro día. Nomás acuérdense lo que decía el ya citado Filósofo de Güémez: “los políticos son como las carretas: entre más vacías, más ruido hacen”.

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Director del noticiario Así Sucede de Grupo Acir Toluca.

Mail: felgonre@gmail.com. Twitter: @FelipeGlz.