/ miércoles 10 de junio de 2020

Repique inocente | La Mañanera, el agua y el aceite

La Mañanera —nótense las mayúsculas genuflexas— ha sido el epicentro de la política presidencial. En ese espacio terreno y cotidiano, el presidente Andrés Andrés Manuel López Obrador predica y dicta cátedra, palomea y descalifica, establece los dogmas de su administración y, como dirían los políticos, “tira línea”.

Esta semana, el presidente López Obrador utilizó La Mañanera para revelar una especie de conspiración para derrotar al partido en el gobierno en las próximas elecciones federales. Junto con su vocero —o que cobra como tal— Jesús Ramírez, hizo público un dudoso documento en el que un “Bloque Opositor Amplio” establece un “plan de acción” con el que busca derrotar a Morena en las elecciones del 2021 y lograr la revocación del mandato para el 2022.

El propio presidente admite que no tiene confirmado que se trate de un documento verídico. Pero aún así decidió presentarlo. Y desde luego que la “revelación” no es casualidad. Ya varios personajes se han deslindado del mentado documento y han expresado su tácito temor de que el gobierno de López Obrador emprenda acciones en su contra. Porque aunque es válido disentir, cualquiera sabe el poder que puede tener el Estado mexicano.

Es un misterio la razón por la cual el presidente decidió hacer público un documento que podría ser falso. Pero no es difícil especular: se vacuna y alerta a sus fieles, llegando incluso a radicalizarlos —aún más de lo que están algunos— frente a sus adversarios políticos. Le “mete un buscapiés” a quienes aparecen como promotores o actores de bloque opositor para que se apacigüen o se sientan vigilados. Despierta a sus huestes y simpatizantes, los que aún están convencidos de su voto en favor de López Obrador en 2018, pero se mantienen inactivos, políticamente hablando. Establece un antecedente para una narrativa en un futuro en el que efectivamente se cocinen alianzas anti Morena. Sin olvidar que de refilón desplaza de la discusión política el manejo de su gobierno de la epidemia de COVID-19.

Además, el régimen lopezobradorista compra tiempo para dar resultados en temas pendientes y, al mismo tiempo, seguir con su proyecto de nación. Y envuelve en una bola de humo a “los conservadores”.

Lo más conmovedor del asunto es que hoy en día ninguna de las fuerzas políticas, económicas o sociales existentes en la república mexicana tiene capacidad por sí sola de disputarle a Morena la primacía electoral. La oposición “moralmente derrotada” no se ha constituido en una alternativa política fuerte e inspiradora: no hay liderazgos ni ideas que ofrezcan algo distinto y, al mismo tiempo, se deslinden de los años de administraciones panistas y priistas que dejaron amargo sabor de boca. Y es que cuando digo que ahora no hay liderazgos, es que no hay…

Priistas, panistas, perredistas, movimientociudadanistas —o como se llamen—, calderonistas, independientes, que constituyen las fuerzas contrarias al lopezobradorismo —los demás no se sientan ofendidos, pero son veletas— saben que por sí solos son incapaces de causarle rasguños a Morena y su líder. Pero ahora que “apareció” el documento de marras, se vuelve borrosa alguna alianza en el futuro. Aunque mezclar el agua y el aceite parezca la única opción que realmente tienen.

***

Director del noticiario Así Sucede de Grupo Acir Toluca.

Mail: felgonre@gmail.com. Twitter: @FelipeGlz.

Zona de los archivos adjuntos


La Mañanera —nótense las mayúsculas genuflexas— ha sido el epicentro de la política presidencial. En ese espacio terreno y cotidiano, el presidente Andrés Andrés Manuel López Obrador predica y dicta cátedra, palomea y descalifica, establece los dogmas de su administración y, como dirían los políticos, “tira línea”.

Esta semana, el presidente López Obrador utilizó La Mañanera para revelar una especie de conspiración para derrotar al partido en el gobierno en las próximas elecciones federales. Junto con su vocero —o que cobra como tal— Jesús Ramírez, hizo público un dudoso documento en el que un “Bloque Opositor Amplio” establece un “plan de acción” con el que busca derrotar a Morena en las elecciones del 2021 y lograr la revocación del mandato para el 2022.

El propio presidente admite que no tiene confirmado que se trate de un documento verídico. Pero aún así decidió presentarlo. Y desde luego que la “revelación” no es casualidad. Ya varios personajes se han deslindado del mentado documento y han expresado su tácito temor de que el gobierno de López Obrador emprenda acciones en su contra. Porque aunque es válido disentir, cualquiera sabe el poder que puede tener el Estado mexicano.

Es un misterio la razón por la cual el presidente decidió hacer público un documento que podría ser falso. Pero no es difícil especular: se vacuna y alerta a sus fieles, llegando incluso a radicalizarlos —aún más de lo que están algunos— frente a sus adversarios políticos. Le “mete un buscapiés” a quienes aparecen como promotores o actores de bloque opositor para que se apacigüen o se sientan vigilados. Despierta a sus huestes y simpatizantes, los que aún están convencidos de su voto en favor de López Obrador en 2018, pero se mantienen inactivos, políticamente hablando. Establece un antecedente para una narrativa en un futuro en el que efectivamente se cocinen alianzas anti Morena. Sin olvidar que de refilón desplaza de la discusión política el manejo de su gobierno de la epidemia de COVID-19.

Además, el régimen lopezobradorista compra tiempo para dar resultados en temas pendientes y, al mismo tiempo, seguir con su proyecto de nación. Y envuelve en una bola de humo a “los conservadores”.

Lo más conmovedor del asunto es que hoy en día ninguna de las fuerzas políticas, económicas o sociales existentes en la república mexicana tiene capacidad por sí sola de disputarle a Morena la primacía electoral. La oposición “moralmente derrotada” no se ha constituido en una alternativa política fuerte e inspiradora: no hay liderazgos ni ideas que ofrezcan algo distinto y, al mismo tiempo, se deslinden de los años de administraciones panistas y priistas que dejaron amargo sabor de boca. Y es que cuando digo que ahora no hay liderazgos, es que no hay…

Priistas, panistas, perredistas, movimientociudadanistas —o como se llamen—, calderonistas, independientes, que constituyen las fuerzas contrarias al lopezobradorismo —los demás no se sientan ofendidos, pero son veletas— saben que por sí solos son incapaces de causarle rasguños a Morena y su líder. Pero ahora que “apareció” el documento de marras, se vuelve borrosa alguna alianza en el futuro. Aunque mezclar el agua y el aceite parezca la única opción que realmente tienen.

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Director del noticiario Así Sucede de Grupo Acir Toluca.

Mail: felgonre@gmail.com. Twitter: @FelipeGlz.

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