/ miércoles 11 de agosto de 2021

Repique Inocente | Que rueden cabezas

Se acabaron los juegos olímpicos. México cosechó cuatro medallas de bronce. Y apenas se apagaba la flama olímpica, comenzó el deporte más gustado del pueblo mexicano: encontrar culpables.

El arriba firmante y esta media plana lo hicieron por anticipado. La falta de políticas públicas para fomentar el deporte, la escasez de espacios para la práctica de otros deportes que no sean el futbol soccer, los pocos recursos económicos para los atletas de alto rendimiento, la carencia de entrenadores y programas para detectar talentos, aparecen en la lista. Que no es ninguna novedad, porque se trata de fenómenos que se han repetido una y otra vez desde que el deporte se organizó en federaciones y estas a su vez en colegiados para organizar a todos los involucrados en la materia.

Tampoco es novedad que le pongamos número a la casa. Nos encanta que, en términos metafóricos, rueden cabezas. Adoramos el momento en que vemos caer estrepitosamente de su encargo a algún alto funcionario. Aplaudimos a rabiar cuando el responsable de algún “error”o “fracaso” es despedido con bombo y platillo.

A pesar de que eso no arregla nada. Ni transforma el panorama nacional en un escenario completamente opuesto.

Ahora mismo, por ejemplo, la responsable de que México haya obtenido sólo cuatro medallas de bronce y se instalara en el lugar 84 del medallero olímpico de Tokio 2020 es Ana Gabriela Guevara Espinoza, mandamás de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, vulgo Conade.

Los memes, las encuestas y las opiniones de la comentocracia mexicana queman en leña verde a la medallista de plata en los 400 metros planos de los juegos de Atenas 2004.

Si Ana Gabriela Guevara dejara la Dirección General de la Conade nada cambiaría para el deporte mexicano. Por este organismo han pasado prominentes deportistas y políticos: el medallista de oro de caminata Raúl González, el pentatleta Ivar Sisniega Campbell, el empresario Nelson Vargas, el futbolista Carlos Hermosillo, el político Bernardo de la Garza, el medallista de bronce en clavados —y hoy notario mexiquense— Jesús Mena, el político y abogado Alfredo Castillo, y con ninguno el deporte mexicanos ha tenido esa transformación que lo lleve a los más altos niveles del Olimpo.

Por muchas ganas que tuvieran de emprender acciones para que México luciera en las competencias internacionales, simplemente han administrado al deporte.

Así que si se va o se queda Ana Gabriela Guevara, no habrá diferencia. Aunque en México vivamos —per secula seculorum— con esta idea de que un cambio de ciclo o de funcionarios o gobernantes, cambiará radicalmente nuestra realidad. La rueda gira y volvemos al mismo punto en el que nos encontramos con el fracaso.

Ni el mesías ni el héroe ni el guapo ni al atrabancado nos transforman para bien. Nadie rompe esas inercias tortuosas. No en los deportes. Tampoco en la vida pública.

Que rueden cabezas. Al fin y al cabo es el deporte nacional por excelencia.

***

Director del noticiario Así Sucede de Grupo Acir Toluca.

Mail: felgonre@gmail.com. Twitter: @FelipeGlz.

Se acabaron los juegos olímpicos. México cosechó cuatro medallas de bronce. Y apenas se apagaba la flama olímpica, comenzó el deporte más gustado del pueblo mexicano: encontrar culpables.

El arriba firmante y esta media plana lo hicieron por anticipado. La falta de políticas públicas para fomentar el deporte, la escasez de espacios para la práctica de otros deportes que no sean el futbol soccer, los pocos recursos económicos para los atletas de alto rendimiento, la carencia de entrenadores y programas para detectar talentos, aparecen en la lista. Que no es ninguna novedad, porque se trata de fenómenos que se han repetido una y otra vez desde que el deporte se organizó en federaciones y estas a su vez en colegiados para organizar a todos los involucrados en la materia.

Tampoco es novedad que le pongamos número a la casa. Nos encanta que, en términos metafóricos, rueden cabezas. Adoramos el momento en que vemos caer estrepitosamente de su encargo a algún alto funcionario. Aplaudimos a rabiar cuando el responsable de algún “error”o “fracaso” es despedido con bombo y platillo.

A pesar de que eso no arregla nada. Ni transforma el panorama nacional en un escenario completamente opuesto.

Ahora mismo, por ejemplo, la responsable de que México haya obtenido sólo cuatro medallas de bronce y se instalara en el lugar 84 del medallero olímpico de Tokio 2020 es Ana Gabriela Guevara Espinoza, mandamás de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, vulgo Conade.

Los memes, las encuestas y las opiniones de la comentocracia mexicana queman en leña verde a la medallista de plata en los 400 metros planos de los juegos de Atenas 2004.

Si Ana Gabriela Guevara dejara la Dirección General de la Conade nada cambiaría para el deporte mexicano. Por este organismo han pasado prominentes deportistas y políticos: el medallista de oro de caminata Raúl González, el pentatleta Ivar Sisniega Campbell, el empresario Nelson Vargas, el futbolista Carlos Hermosillo, el político Bernardo de la Garza, el medallista de bronce en clavados —y hoy notario mexiquense— Jesús Mena, el político y abogado Alfredo Castillo, y con ninguno el deporte mexicanos ha tenido esa transformación que lo lleve a los más altos niveles del Olimpo.

Por muchas ganas que tuvieran de emprender acciones para que México luciera en las competencias internacionales, simplemente han administrado al deporte.

Así que si se va o se queda Ana Gabriela Guevara, no habrá diferencia. Aunque en México vivamos —per secula seculorum— con esta idea de que un cambio de ciclo o de funcionarios o gobernantes, cambiará radicalmente nuestra realidad. La rueda gira y volvemos al mismo punto en el que nos encontramos con el fracaso.

Ni el mesías ni el héroe ni el guapo ni al atrabancado nos transforman para bien. Nadie rompe esas inercias tortuosas. No en los deportes. Tampoco en la vida pública.

Que rueden cabezas. Al fin y al cabo es el deporte nacional por excelencia.

***

Director del noticiario Así Sucede de Grupo Acir Toluca.

Mail: felgonre@gmail.com. Twitter: @FelipeGlz.