/ miércoles 23 de septiembre de 2020

Repique inocente | Sin movilidad eficiente

Esta semana se celebró el Día Mundial sin Auto. Este 22 de septiembre, para ser exactos. La conmemoración nació con el propósito de desincentivar el uso del automóvil, dado los daños que su uso intensivo y generalizado produce en el medio ambiente. Y en la salud de los seres humanos.

Los especialistas aseguran que en México se producen 48 mil muertes prematuras al año debido a la contaminación del aire, del que se responsabiliza primordialmente a los vehículos de motor de combustión interna, vulgos, carros. Por lo tanto, se recomienda moverse a golpe de calcetín, en bicicleta, en patines, patineta o patín del diablo.

Cualquiera entiende que caminar o usar la bicicleta son métodos de movilidad sustentables y sanos. En el valle de Toluca lo que falta para que realmente la bicla se convierta en un vehículo de uso generalizado es que exista la infraestructura vial para que sea seguro en muchos sentidos. Además, se necesita un sistema público de bicicleta que no sea de aliño, como el sistema Huizi, que nació hace ya cinco largos años.

Precisamente en 2015 el Centro Mario Molina realizó una “Encuesta de percepción de movilidad y pautas de comportamiento” dentro de un amplio estudio sobre la movilidad sustentable en la zona conurbada de Toluca. En este documento se señala que solo siete por ciento de los viajes realizados se realizan a pie o en bicicleta. Agrega que “la posibilidad de elevar los viajes no motorizados dependerá de ampliar los 14 kilómetros de ciclovías actuales a partir de una red de infraestructura ciclista regional y de incrementar la inversión en transporte público y movilidad peatonal y ciclista”.

Esa misma encuesta apunta que “en un escenario de infraestructura ciclista adecuado, 26 por ciento de la población consideraría realizar un viaje al centro de la ciudad en bicicleta”.

Abro paréntesis: 76 por ciento de la población en el valle de Toluca utiliza el transporte público, 14 por ciento usa un automóvil. Se cierra el paréntesis. Se abre segundo paréntesis: de los 14 kilómetros de ciclovías, 12 kilómetros corresponden a la del Paseo Tollocan, que se construyó allá por 1973. Es decir, en medio siglo sólo se crearon dos kilómetros de ciclovías. Se cierra segundo paréntesis.

Ante los datos, me pregunto: ¿necesitamos más ciclovías? La respuesta es positiva. ¿Necesitamos un sistema de bicicleta pública? La respuesta de arriba firmante es afirmativa. ¿En Toluca tenemos el sistema de bicicleta pública que necesitamos? El arriba firmante opina que nel pastel, porque el sistema Huizi se circunscribe al centro de la ciudad y ya estando en el centro es preferible caminar que andar sorteando autobuses, taxis y automóviles que son la materialización de la anarquía vial más edificante, porque en esta ciudad capirucha del estado de México llamada Toluca a la gente le gusta llegar a todas partes en automotor —eso incluye la tiendita de la esquina y el hecho cierto e incontrovertible de que los autobuses hacen parada casi en cualquier parte—.

Quisiera pensar en que en un futuro no muy lejano tendremos más ciclovías y un sistema de bicicleta pública realmente útil. Pero sé que los intereses políticos de algunos personajes y un partido —que no me da la gana mencionar— ya se metieron en el asunto y temo que le echaron la sal, porque los funcionarios del gobierno no les van a dar el gusto. Y así se lleva entre las patas una movilidad sustentable y eficiente.

***

Director del noticiario Así Sucede de Grupo Acir Toluca.

Mail: felgonre@gmail.com. Twitter: @FelipeGlz

Esta semana se celebró el Día Mundial sin Auto. Este 22 de septiembre, para ser exactos. La conmemoración nació con el propósito de desincentivar el uso del automóvil, dado los daños que su uso intensivo y generalizado produce en el medio ambiente. Y en la salud de los seres humanos.

Los especialistas aseguran que en México se producen 48 mil muertes prematuras al año debido a la contaminación del aire, del que se responsabiliza primordialmente a los vehículos de motor de combustión interna, vulgos, carros. Por lo tanto, se recomienda moverse a golpe de calcetín, en bicicleta, en patines, patineta o patín del diablo.

Cualquiera entiende que caminar o usar la bicicleta son métodos de movilidad sustentables y sanos. En el valle de Toluca lo que falta para que realmente la bicla se convierta en un vehículo de uso generalizado es que exista la infraestructura vial para que sea seguro en muchos sentidos. Además, se necesita un sistema público de bicicleta que no sea de aliño, como el sistema Huizi, que nació hace ya cinco largos años.

Precisamente en 2015 el Centro Mario Molina realizó una “Encuesta de percepción de movilidad y pautas de comportamiento” dentro de un amplio estudio sobre la movilidad sustentable en la zona conurbada de Toluca. En este documento se señala que solo siete por ciento de los viajes realizados se realizan a pie o en bicicleta. Agrega que “la posibilidad de elevar los viajes no motorizados dependerá de ampliar los 14 kilómetros de ciclovías actuales a partir de una red de infraestructura ciclista regional y de incrementar la inversión en transporte público y movilidad peatonal y ciclista”.

Esa misma encuesta apunta que “en un escenario de infraestructura ciclista adecuado, 26 por ciento de la población consideraría realizar un viaje al centro de la ciudad en bicicleta”.

Abro paréntesis: 76 por ciento de la población en el valle de Toluca utiliza el transporte público, 14 por ciento usa un automóvil. Se cierra el paréntesis. Se abre segundo paréntesis: de los 14 kilómetros de ciclovías, 12 kilómetros corresponden a la del Paseo Tollocan, que se construyó allá por 1973. Es decir, en medio siglo sólo se crearon dos kilómetros de ciclovías. Se cierra segundo paréntesis.

Ante los datos, me pregunto: ¿necesitamos más ciclovías? La respuesta es positiva. ¿Necesitamos un sistema de bicicleta pública? La respuesta de arriba firmante es afirmativa. ¿En Toluca tenemos el sistema de bicicleta pública que necesitamos? El arriba firmante opina que nel pastel, porque el sistema Huizi se circunscribe al centro de la ciudad y ya estando en el centro es preferible caminar que andar sorteando autobuses, taxis y automóviles que son la materialización de la anarquía vial más edificante, porque en esta ciudad capirucha del estado de México llamada Toluca a la gente le gusta llegar a todas partes en automotor —eso incluye la tiendita de la esquina y el hecho cierto e incontrovertible de que los autobuses hacen parada casi en cualquier parte—.

Quisiera pensar en que en un futuro no muy lejano tendremos más ciclovías y un sistema de bicicleta pública realmente útil. Pero sé que los intereses políticos de algunos personajes y un partido —que no me da la gana mencionar— ya se metieron en el asunto y temo que le echaron la sal, porque los funcionarios del gobierno no les van a dar el gusto. Y así se lleva entre las patas una movilidad sustentable y eficiente.

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Director del noticiario Así Sucede de Grupo Acir Toluca.

Mail: felgonre@gmail.com. Twitter: @FelipeGlz