Por estos días se celebró el Día de la Cero Discriminación. Y en unos días más se celebrará el Día Internacional de la Mujer.
Las conmemoraciones entre sí nada tienen que ver. Nomás que el arriba firmante necesita un pretexto para introducir un tema que puede resultar espinoso para las buenas conciencias. Toluqueñas y mexiquenses en particular.
Este país y los mexicanos tenemos una alta carga de machismo. Tres de cada cuatro mexicanos, varones o mujeres, opinan que somos machistas según las mediciones estadísticas. Lo estaba leyendo en el diario español El País. Ese mismo diario publicó el resultado de una encuesta en la que seis de cada 10 mexicanos señala que prefiere que el próximo jefe del Poder Ejecutivo federal sea una mujer. O sea, una presidenta. Y, por lo tanto, creen que estamos preparados para que nos gobierne una mujer.
Ya sabes, se trata de un asunto en el que públicamente hay que estar de acuerdo porque las mayorías están a favor de esos asuntos. Como hoy estamos en contra del maltrato o de los animales de compañía.
Si tu le preguntas a un político de estos lares, te dirá que sí, que esta de acuerdo con que una mujer sea presidenta. Que ya es hora de las mujeres. Y te recetará el discurso preparado para la ocasión. Mis cuatro leales lectores conocen ese discurso, porque ya lleva un buen rato repitiéndose… los políticos y políticas como tratando de convencerse de que es tiempo de las mujeres y todas esas cosas que se repiten en esos casos. También dirá que está en contra del maltrato y contra la violencia de género.
Y de hecho, como ya tenemos muchas mujeres en cargos de gobierno, electas por el voto popular, esa aduana está salvada desde hace un buen rato. Nomás es cosa de repetir el discurso. De hacer pública una posición a la vanguardia.
Lo que no está resuelto del todo es lo que piensan algunos en lo privado ni de lo que hace con tal que las mujeres tropiecen en el camino.
Porque ahí aflora su verdadero pensamiento. Su filiación a los Caballeros de Colón —con respecto a esa organización, es sólo un ejemplo— y a la Cruz de Malta. Y a la Pía Sociedad de Sociedades Pías, además de alguna derivación de la Adoración de la Vela Perpetua. E incluso a la cofradía del mandil sagrado del constructor —o como se llame—.
Y, en consecuencia, en lo oscurito, por debajo de la mesa o a trasmano, dirá que hay cosas contra natura, y actuará en consecuencia. En realidad su credo es que las mujeres independientes, libres, preparadas y voluntariosas deberían quemarse en la hoguera. Y no hablo solamente de los varones que se dan golpes de pecho los domingos, después de haber convivido con sus amigas de ocasión. También hay mujeres que preferirían el status quo del matrimonio como Dios manda, de las familias tradicionales y en contra los bebés de probeta. Que aunque lo digan a los cuatro vientos, en el fondo no quieren una presidenta.
Director del noticiario Así Sucede de Grupo Acir Toluca. Gerente de Meganoticias Toluca.
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