/ martes 24 de abril de 2018

Rescate Tierra


Verdades y mentiras, dos caras de la realidad, el debate presidencial

Un debate esperado fue lo que vimos el domingo. Cinco candidatos, todos desdibujados de sus ideologías políticas de origen. Andrés Manuel López Obrador, de raíces en el PRI, funcionario electo por el PRD contra el que hoy compite desde Morena, su partido. El PRD, encabezado por el expresidente del PAN, Ricardo Anaya, izquierda y derecha unidas. El PRI en alianza con sus fuerzas hermanas, -el Verde Ecologista y Nueva Alianza- tiene un candidato que ni era del PRI, ni del PAN, pero ostentó cargos públicos en administraciones presidenciales de ambas instituciones. Margarita Zavala, hoy independiente y esposa de un expresidente de la República y expresidente del PAN, Felipe Calderón. Y el “Bronco”, Jaime Rodríguez Calderón, un candidato incómodo, cuestionado en la obtención de firmas, pareciera puesto a modo para quitar votos a López Obrador.

En su desarrollo, el debate mostró inequidad de género, Margarita, atacada una y otra vez por la gestión de su esposo, Calderón. La candidata es ella, no Felipe, y en todo caso descalificar a Calderón por parte de Anaya, es como escupir para arriba, considerando que ambos son expresidentes del PAN.

Anaya procuró mantener su posición y tirarle a AMLO. Meade intentó subir y mostrar que piensa y tiene discurso, hasta bajó de peso y también le tiró a AMLO. El “Bronco”, le tiró a AMLO e intentó sacarlo de su silencio, obligarlo a contestar y presumió sus logros de gobierno, a pesar de los cuestionamientos a su registro. Andrés Manuel, sabía que le iban a tirar, evitó responder las agresiones y descalificaciones, subrayó sus propuestas, combate a la corrupción, la inseguridad, la venta del patrimonio nacional, mejores sueldos, equidad de género, resaltó las encuestas y comentó varias veces que veía difícil le ganaran de manera honesta.

A 69 días de la elección, los momios favorecen a Andrés Manuel López Obrador y el sistema está preocupado. Aunque el Revolucionario Institucional tuvo un origen de izquierda, en su identidad nacional siempre ha sido capitalista y aunque el PAN cabalgue con el PRD, su ideología es de derecha. Hoy la izquierda se fusiona con la derecha y viceversa.

En México, tan cerca de Estados Unidos y de Cuba, no es a los empresarios nacionales a quienes preocupa López Obrador, es a quienes hoy son los titulares de los grandes negocios, la balanza puede no favorecerlos y sus ingresos decaerían.

La elección del 1 de julio, además de una elección de propuesta diferente, indica que será una decisión contra el sistema. Quien sea es bueno, menos los que están y han estado. Ya se verá.


Verdades y mentiras, dos caras de la realidad, el debate presidencial

Un debate esperado fue lo que vimos el domingo. Cinco candidatos, todos desdibujados de sus ideologías políticas de origen. Andrés Manuel López Obrador, de raíces en el PRI, funcionario electo por el PRD contra el que hoy compite desde Morena, su partido. El PRD, encabezado por el expresidente del PAN, Ricardo Anaya, izquierda y derecha unidas. El PRI en alianza con sus fuerzas hermanas, -el Verde Ecologista y Nueva Alianza- tiene un candidato que ni era del PRI, ni del PAN, pero ostentó cargos públicos en administraciones presidenciales de ambas instituciones. Margarita Zavala, hoy independiente y esposa de un expresidente de la República y expresidente del PAN, Felipe Calderón. Y el “Bronco”, Jaime Rodríguez Calderón, un candidato incómodo, cuestionado en la obtención de firmas, pareciera puesto a modo para quitar votos a López Obrador.

En su desarrollo, el debate mostró inequidad de género, Margarita, atacada una y otra vez por la gestión de su esposo, Calderón. La candidata es ella, no Felipe, y en todo caso descalificar a Calderón por parte de Anaya, es como escupir para arriba, considerando que ambos son expresidentes del PAN.

Anaya procuró mantener su posición y tirarle a AMLO. Meade intentó subir y mostrar que piensa y tiene discurso, hasta bajó de peso y también le tiró a AMLO. El “Bronco”, le tiró a AMLO e intentó sacarlo de su silencio, obligarlo a contestar y presumió sus logros de gobierno, a pesar de los cuestionamientos a su registro. Andrés Manuel, sabía que le iban a tirar, evitó responder las agresiones y descalificaciones, subrayó sus propuestas, combate a la corrupción, la inseguridad, la venta del patrimonio nacional, mejores sueldos, equidad de género, resaltó las encuestas y comentó varias veces que veía difícil le ganaran de manera honesta.

A 69 días de la elección, los momios favorecen a Andrés Manuel López Obrador y el sistema está preocupado. Aunque el Revolucionario Institucional tuvo un origen de izquierda, en su identidad nacional siempre ha sido capitalista y aunque el PAN cabalgue con el PRD, su ideología es de derecha. Hoy la izquierda se fusiona con la derecha y viceversa.

En México, tan cerca de Estados Unidos y de Cuba, no es a los empresarios nacionales a quienes preocupa López Obrador, es a quienes hoy son los titulares de los grandes negocios, la balanza puede no favorecerlos y sus ingresos decaerían.

La elección del 1 de julio, además de una elección de propuesta diferente, indica que será una decisión contra el sistema. Quien sea es bueno, menos los que están y han estado. Ya se verá.