/ martes 8 de mayo de 2018

Rescate Tierra


Delincuencia, Propuestas y Cultura ambiental

En esta campaña electoral escuchamos pocas iniciativas ambientales de parte de los candidatos federales o locales para cuidar el equilibrio ecológico de México, por ello destacó la reunión de prensa realizada por el sector de las instituciones preocupadas por el medio ambiente el miércoles pasado, para informar a los medios de 10 propuestas entregadas a los candidatos presidenciales, sobre cómo contribuir en tan preocupante tema.

En ella, el director de World Wildlife Fund WWF, Jorge Rickards, comentó que el daño forestal a México no se ha detenido. Que la tala sigue siendo mayor a la reforestación que hay, los bosques no se han recuperado y no existen acciones contundentes para solucionarlo. Por su parte Lorenzo de Rosenzweig, director del Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza y Margarita Campuzano, del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, junto con Juan Bezaury, de Nature Conservancy, Andrew Rhodes, de Pronatura, Sergio Madrid, Tatiana Ramos y Gustavo Alanís hablaron sobre la destrucción de arrecifes, la biodiversidad, la gran cantidad de minas, la amenaza poco amigable de la extracción de petroleo, la contaminación del agua, el plástico, el calentamiento global.

Comenté a los ponentes sobre la re-recategorización del Nevado de Toluca y porqué no echar para atrás una ley que en lugar de proteger esa reserva natural, de bosque, de animales y recarga de agua, ha fomentado la venta de terrenos para construcción de casas particulares, siembra de avena y papa. Sumando a ello el empobrecimiento de los dueños de las parcelas que ven oportunidad de ganar dinero, sin generar bienestar permanente, perdiendo los recursos que tenían.

Replantear formas de protección y rescate del Nevado, de manera sustentable, no es poca cosa. De afectarse más la recarga de agua, 2 millones de personas del valle de Toluca sufrirán el desabasto, no menos de 13 municipios padecerán las consecuencias y los estados de México, Jalisco, Michoacán, Nayarit, además de las cuencas del Balsas y Lerma.

Por qué no poner metas cuantificables en resultados y tiempo. Si hay que sembrar 100 millones de árboles, hacen falta viveros, equipos para siembra y cuidado de la planta, recursos financieros nacionales e internacionales. Quizá hasta hablar con taladores oficiales e ilegales para reforestar. No andar autorizando puertos en zonas arrecifales, ni saboteando la producción apícola del país con autorizaciones de siembra de cultivos transgénicos, ni la destrucción de zonas turísticas naturales, acabando con manglares y especies endémicas. Hay que promover una cultura de la reforestación, generar conciencia y acciones ambientales. Cumplir las metas del “Acuerdo de París.


Delincuencia, Propuestas y Cultura ambiental

En esta campaña electoral escuchamos pocas iniciativas ambientales de parte de los candidatos federales o locales para cuidar el equilibrio ecológico de México, por ello destacó la reunión de prensa realizada por el sector de las instituciones preocupadas por el medio ambiente el miércoles pasado, para informar a los medios de 10 propuestas entregadas a los candidatos presidenciales, sobre cómo contribuir en tan preocupante tema.

En ella, el director de World Wildlife Fund WWF, Jorge Rickards, comentó que el daño forestal a México no se ha detenido. Que la tala sigue siendo mayor a la reforestación que hay, los bosques no se han recuperado y no existen acciones contundentes para solucionarlo. Por su parte Lorenzo de Rosenzweig, director del Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza y Margarita Campuzano, del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, junto con Juan Bezaury, de Nature Conservancy, Andrew Rhodes, de Pronatura, Sergio Madrid, Tatiana Ramos y Gustavo Alanís hablaron sobre la destrucción de arrecifes, la biodiversidad, la gran cantidad de minas, la amenaza poco amigable de la extracción de petroleo, la contaminación del agua, el plástico, el calentamiento global.

Comenté a los ponentes sobre la re-recategorización del Nevado de Toluca y porqué no echar para atrás una ley que en lugar de proteger esa reserva natural, de bosque, de animales y recarga de agua, ha fomentado la venta de terrenos para construcción de casas particulares, siembra de avena y papa. Sumando a ello el empobrecimiento de los dueños de las parcelas que ven oportunidad de ganar dinero, sin generar bienestar permanente, perdiendo los recursos que tenían.

Replantear formas de protección y rescate del Nevado, de manera sustentable, no es poca cosa. De afectarse más la recarga de agua, 2 millones de personas del valle de Toluca sufrirán el desabasto, no menos de 13 municipios padecerán las consecuencias y los estados de México, Jalisco, Michoacán, Nayarit, además de las cuencas del Balsas y Lerma.

Por qué no poner metas cuantificables en resultados y tiempo. Si hay que sembrar 100 millones de árboles, hacen falta viveros, equipos para siembra y cuidado de la planta, recursos financieros nacionales e internacionales. Quizá hasta hablar con taladores oficiales e ilegales para reforestar. No andar autorizando puertos en zonas arrecifales, ni saboteando la producción apícola del país con autorizaciones de siembra de cultivos transgénicos, ni la destrucción de zonas turísticas naturales, acabando con manglares y especies endémicas. Hay que promover una cultura de la reforestación, generar conciencia y acciones ambientales. Cumplir las metas del “Acuerdo de París.