/ martes 11 de septiembre de 2018

Rescate Tierra


El 68, 2018, los estudiantes y la corrupción

A mi lado había camiones incendiados, nos rodeaban jóvenes que corrían para todos lados, mi padre avanzó lentamente en el carro, era el año de 1968, vivíamos en el centro de la Ciudad de México, después de ese día nos fuimos de la capital, al crecer comprendí que ese suceso fue preámbulo del 2 de octubre, cuando desaparecieron y murieron cientos de estudiantes. Varios de los que sobrevivieron se convirtieron en líderes sociales, impulsores de la izquierda mexicana como Raúl Álvarez Garín, Tomás Cervantes Cabeza de Vaca, Marcelino Perelló, Eduardo Valle, Salvador Martínez de la Roca, Ana Ignacia Rodríguez, Gilberto Guevara Niebla, Roberto Escudero, son algunos.

Hoy 50 años después, vuelvo a escuchar manifestaciones y reclamos de estudiantes contra los porros, contra la injusticia, contra el abuso de autoridad, por mejor educación, libertad de expresión, respeto a la tierra, algunos semejantes a los de 68, otros nuevos.

Muchos de esos hombres y mujeres de entre 16 y 35 años de edad, de antes y de ahora, considerarían que el triunfo de López Obrador es el triunfo de su lucha. Hay quienes mencionan que el 1 de julio no cuajó una elección a modo, sino que triunfó la Revolución llamada “Cuarta Transformación”.

Los damnificados del 1 de julio son muchos pero son más los mexicanos urgidos de un cambio, AMLO mencionó hasta el cansancio que el principal problema de México es la corrupción y que la combatiría con todas sus fuerzas, sin embargo la corrupción se resiste a morir. En el año 2015 se estimó que los costos que debió asumir la población a consecuencia de la corrupción llegó a los 906 millones de pesos, el 5 por ciento del PIB y considerando los últimos 17 años la cifra alcanza los cientos de miles de millones de pesos, hay quienes dicen pueden ser 2.1 billones de pesos, según datos del Financiero, aunque datos de animal político, adjudicados al Banco Mundial, comparan la cifra con el 9 por ciento del PIB, algo así, como el 80 por ciento de la recaudación de impuestos.

Corrupción, no sólo es dinero, es abuso de autoridad, falta de espíritu de servicio, mala educación, eliminación de los derechos humanos para beneficio de los poderosos, violencia, es atentar contra la libertad de expresión, la libre manifestación, el cuidado de nuestra naturaleza.

La lucha contra la corrupción debe ser permanente, es la manifestación de estudiantes, las denuncias de los activistas ambientales, los escritos de cientos de periodistas organizaciones de la sociedad e individuos que queremos un mejor México para todos, no para unos cuantos “compadres”.


El 68, 2018, los estudiantes y la corrupción

A mi lado había camiones incendiados, nos rodeaban jóvenes que corrían para todos lados, mi padre avanzó lentamente en el carro, era el año de 1968, vivíamos en el centro de la Ciudad de México, después de ese día nos fuimos de la capital, al crecer comprendí que ese suceso fue preámbulo del 2 de octubre, cuando desaparecieron y murieron cientos de estudiantes. Varios de los que sobrevivieron se convirtieron en líderes sociales, impulsores de la izquierda mexicana como Raúl Álvarez Garín, Tomás Cervantes Cabeza de Vaca, Marcelino Perelló, Eduardo Valle, Salvador Martínez de la Roca, Ana Ignacia Rodríguez, Gilberto Guevara Niebla, Roberto Escudero, son algunos.

Hoy 50 años después, vuelvo a escuchar manifestaciones y reclamos de estudiantes contra los porros, contra la injusticia, contra el abuso de autoridad, por mejor educación, libertad de expresión, respeto a la tierra, algunos semejantes a los de 68, otros nuevos.

Muchos de esos hombres y mujeres de entre 16 y 35 años de edad, de antes y de ahora, considerarían que el triunfo de López Obrador es el triunfo de su lucha. Hay quienes mencionan que el 1 de julio no cuajó una elección a modo, sino que triunfó la Revolución llamada “Cuarta Transformación”.

Los damnificados del 1 de julio son muchos pero son más los mexicanos urgidos de un cambio, AMLO mencionó hasta el cansancio que el principal problema de México es la corrupción y que la combatiría con todas sus fuerzas, sin embargo la corrupción se resiste a morir. En el año 2015 se estimó que los costos que debió asumir la población a consecuencia de la corrupción llegó a los 906 millones de pesos, el 5 por ciento del PIB y considerando los últimos 17 años la cifra alcanza los cientos de miles de millones de pesos, hay quienes dicen pueden ser 2.1 billones de pesos, según datos del Financiero, aunque datos de animal político, adjudicados al Banco Mundial, comparan la cifra con el 9 por ciento del PIB, algo así, como el 80 por ciento de la recaudación de impuestos.

Corrupción, no sólo es dinero, es abuso de autoridad, falta de espíritu de servicio, mala educación, eliminación de los derechos humanos para beneficio de los poderosos, violencia, es atentar contra la libertad de expresión, la libre manifestación, el cuidado de nuestra naturaleza.

La lucha contra la corrupción debe ser permanente, es la manifestación de estudiantes, las denuncias de los activistas ambientales, los escritos de cientos de periodistas organizaciones de la sociedad e individuos que queremos un mejor México para todos, no para unos cuantos “compadres”.