/ martes 12 de marzo de 2019

Rescate Tierra


El Plan Nacional de Desarrollo ¿Habrá alguien que escuche y haga?

A mi lado la anfitriona me aconsejaba, camina, sube al escenario, gira a la izquierda, saluda al Secretario de la SEDATU Román Meyer Falcón, es quien se ubica a la derecha del Gobernador Alfredo del Mazo Maza y tiene barba. Después saluda al gobernador, gira la derecha para unas fotos y se baja.

Miré el escenario, mentalice lo que me decía la bella anfitriona, observé a la Maestra Delfina Gómez Álvarez, Delegada del Gobierno Federal, a Juan Rodolfo Sánchez Gómez, alcalde anfitrión y a todos los personajes del presídium, congregados para dar formalidad a los trabajos del Plan Nacional de Desarrollo, consultando a la sociedad y operándolos gobierno federal y estatal.

Me preocupaba la lectura de la ponencia que presenté “Recuperación de la Cuenca del Lerma y mantos freáticos del Nevado de Toluca”. Cómo lograr en cinco minutos que los personajes responsables de la ejecución de las obras y las políticas públicas del país, se interesaran por un tema manoseado políticamente por más de cuatro décadas. Un río, asesinado con descaro por quienes tenían la obligación de cuidarlo, 175 km de recorrido en el Estado, 33 municipios, casi 3 millones de habitantes afectados. De la laguna del Lerma, sólo queda un charquito allá por Almoloya del Rio, el ojo de agua que le daba vida, fue detonado por personal de la SARH el siglo pasado, para llevarse el agua al Distrito Federal, hoy Ciudad de México y en Lerma, el río fue sustituido por un canal que capta las aguas de la zona industrial, maltratadas por la Planta tratadora, que ya no sé si es EPCA, Reciclagua o un engendro necesario para recabar fondos, mientras le da el tiro final, al río.

Kilómetros adelante, la presa Antonio Alzate, hoy aparece como pantano, en los registros de google maps. La recorrí en lancha a principios de los 80's para cruzar de orilla a orilla y a quienes estudiábamos veterinaria en esa época, nos gustaba ir a sus tiendas de barra antigua, disfrutar unas canelitas y convivir, hoy sólo quedan moscos, lodo y metales pesados en el fango.

Del Nevado de Toluca, que decir, el daño es muy grande, pero reversible, y a diferencia del Lerma, se siembran árboles a pesar de los taladores ilegales, de los nuevos pequeños propietarios, de los fraccionadores y de los ejidatarios y comuneros que, para comer, queman el bosque y luego siembran papa o avena.

Alfredo del Mazo, me dijo, su ponencia atiende un problema crucial del Estado. Román Meyer, abundó, es muy importante, les agradecí sus palabras y caminé meditando como presentar el tema y sea tomado en cuenta, ¿cómo?; saludé a Delfina Gómez, a quién agradecí su esfuerzo por impulsar el tema y me retiré, esperando, siempre esperando…


El Plan Nacional de Desarrollo ¿Habrá alguien que escuche y haga?

A mi lado la anfitriona me aconsejaba, camina, sube al escenario, gira a la izquierda, saluda al Secretario de la SEDATU Román Meyer Falcón, es quien se ubica a la derecha del Gobernador Alfredo del Mazo Maza y tiene barba. Después saluda al gobernador, gira la derecha para unas fotos y se baja.

Miré el escenario, mentalice lo que me decía la bella anfitriona, observé a la Maestra Delfina Gómez Álvarez, Delegada del Gobierno Federal, a Juan Rodolfo Sánchez Gómez, alcalde anfitrión y a todos los personajes del presídium, congregados para dar formalidad a los trabajos del Plan Nacional de Desarrollo, consultando a la sociedad y operándolos gobierno federal y estatal.

Me preocupaba la lectura de la ponencia que presenté “Recuperación de la Cuenca del Lerma y mantos freáticos del Nevado de Toluca”. Cómo lograr en cinco minutos que los personajes responsables de la ejecución de las obras y las políticas públicas del país, se interesaran por un tema manoseado políticamente por más de cuatro décadas. Un río, asesinado con descaro por quienes tenían la obligación de cuidarlo, 175 km de recorrido en el Estado, 33 municipios, casi 3 millones de habitantes afectados. De la laguna del Lerma, sólo queda un charquito allá por Almoloya del Rio, el ojo de agua que le daba vida, fue detonado por personal de la SARH el siglo pasado, para llevarse el agua al Distrito Federal, hoy Ciudad de México y en Lerma, el río fue sustituido por un canal que capta las aguas de la zona industrial, maltratadas por la Planta tratadora, que ya no sé si es EPCA, Reciclagua o un engendro necesario para recabar fondos, mientras le da el tiro final, al río.

Kilómetros adelante, la presa Antonio Alzate, hoy aparece como pantano, en los registros de google maps. La recorrí en lancha a principios de los 80's para cruzar de orilla a orilla y a quienes estudiábamos veterinaria en esa época, nos gustaba ir a sus tiendas de barra antigua, disfrutar unas canelitas y convivir, hoy sólo quedan moscos, lodo y metales pesados en el fango.

Del Nevado de Toluca, que decir, el daño es muy grande, pero reversible, y a diferencia del Lerma, se siembran árboles a pesar de los taladores ilegales, de los nuevos pequeños propietarios, de los fraccionadores y de los ejidatarios y comuneros que, para comer, queman el bosque y luego siembran papa o avena.

Alfredo del Mazo, me dijo, su ponencia atiende un problema crucial del Estado. Román Meyer, abundó, es muy importante, les agradecí sus palabras y caminé meditando como presentar el tema y sea tomado en cuenta, ¿cómo?; saludé a Delfina Gómez, a quién agradecí su esfuerzo por impulsar el tema y me retiré, esperando, siempre esperando…