/ martes 28 de noviembre de 2017

Rescate Tierra

Es necesario involucrar a ciudadanos y empresarios, además del gobierno, en la recuperación de la Cuenca del Río Lerma, me platicaba Jorge Jiménez, hace más de 1 año. Al poco tiempo, dijo, ya tengo quien organice al empresariado, mientras él viajaba entre Jalisco y el Estado de México, promoviendo la recarga y recuperación de la Cuenca.

Las personas que circulan por el puente del río, en los límites entre San Mateo Atenco y Lerma, siempre hablan de la peste que hay todo el día y que se intensifica de noche. Explicaciones hay muchas, quesque en las noches se abren las compuertas de la planta tratadora y sueltan todo el mugrero o que son los lodos acumulados, con los cuales se hace la filtración del agua o que era la sangre del rastro de San Mateo, al ser vertida en el río y hace años, se dijo que eran los gases emitidos por las empresas.

Hoy, muchas de las empresas de la zona industrial, tienen plantas tratadoras y ya no dan su coperacha a Reciclagua o EPCA. Atienden los contaminantes específicos que producen y sin embargo la peste sigue al igual que la contaminación.

Se sabe, que las 22 plantas tratadoras construidas requieren tratamiento especial, para rehabilitarlas y hacerlas operables. De las que hay, cuando menos 4 trabajan, de las otras, en unas se han robado los equipos, la de Calimaya, permanece cercada y paralizada desde hace años, las lagunas de oxidación de San Antonio la Isla, están abandonadas y la planta de al lado, no sirve.

Con la próxima operación del tren elevado a la ciudad de México, el impacto ambiental será mayúsculo, crecerá la población, la necesidad de servicios, luz, agua, transporte, terrenos. El abasto de agua se reducirá, habrá tala de zonas boscosas, la contaminación por el tráfico vehicular crecerá, las lagunas que nutren al río serán desecadas para dar paso a nuevas zonas residenciales.

De allí la importancia de un trabajo conjunto entre ciudadanos, gobierno y empresarios, en una Fundación impulsada por el alcalde de Metepec, David López, asesorado por Jorge Jiménez y Jorge Rescala, de manera que las acciones no obedezcan a una moda de periodo de gobierno para que, al cambio de representantes, mueran los buenos deseos y las acciones.

Tener una fundación, dirían los expertos en políticas públicas, permite implementar acciones transversales que a pesar del cambio de administración, permanezcan y no se diluyan en un discurso electoral.

El tren elevado, es necesario, la cantidad de pasaje a la ciudad de México y de regreso, es impresionante y la contaminación también, sin embargo, tendrá consecuencias que es necesario prevenir esta Fundación, se adelanta a los problemas y hace pensar con esperanza, que aun se puede recuperar la subcuenca afectada.

Es necesario involucrar a ciudadanos y empresarios, además del gobierno, en la recuperación de la Cuenca del Río Lerma, me platicaba Jorge Jiménez, hace más de 1 año. Al poco tiempo, dijo, ya tengo quien organice al empresariado, mientras él viajaba entre Jalisco y el Estado de México, promoviendo la recarga y recuperación de la Cuenca.

Las personas que circulan por el puente del río, en los límites entre San Mateo Atenco y Lerma, siempre hablan de la peste que hay todo el día y que se intensifica de noche. Explicaciones hay muchas, quesque en las noches se abren las compuertas de la planta tratadora y sueltan todo el mugrero o que son los lodos acumulados, con los cuales se hace la filtración del agua o que era la sangre del rastro de San Mateo, al ser vertida en el río y hace años, se dijo que eran los gases emitidos por las empresas.

Hoy, muchas de las empresas de la zona industrial, tienen plantas tratadoras y ya no dan su coperacha a Reciclagua o EPCA. Atienden los contaminantes específicos que producen y sin embargo la peste sigue al igual que la contaminación.

Se sabe, que las 22 plantas tratadoras construidas requieren tratamiento especial, para rehabilitarlas y hacerlas operables. De las que hay, cuando menos 4 trabajan, de las otras, en unas se han robado los equipos, la de Calimaya, permanece cercada y paralizada desde hace años, las lagunas de oxidación de San Antonio la Isla, están abandonadas y la planta de al lado, no sirve.

Con la próxima operación del tren elevado a la ciudad de México, el impacto ambiental será mayúsculo, crecerá la población, la necesidad de servicios, luz, agua, transporte, terrenos. El abasto de agua se reducirá, habrá tala de zonas boscosas, la contaminación por el tráfico vehicular crecerá, las lagunas que nutren al río serán desecadas para dar paso a nuevas zonas residenciales.

De allí la importancia de un trabajo conjunto entre ciudadanos, gobierno y empresarios, en una Fundación impulsada por el alcalde de Metepec, David López, asesorado por Jorge Jiménez y Jorge Rescala, de manera que las acciones no obedezcan a una moda de periodo de gobierno para que, al cambio de representantes, mueran los buenos deseos y las acciones.

Tener una fundación, dirían los expertos en políticas públicas, permite implementar acciones transversales que a pesar del cambio de administración, permanezcan y no se diluyan en un discurso electoral.

El tren elevado, es necesario, la cantidad de pasaje a la ciudad de México y de regreso, es impresionante y la contaminación también, sin embargo, tendrá consecuencias que es necesario prevenir esta Fundación, se adelanta a los problemas y hace pensar con esperanza, que aun se puede recuperar la subcuenca afectada.