/ martes 19 de diciembre de 2017

Rescate Tierra

Era una pareja de esposos, los vi caminar juntos en el centro comercial. Ella le decía que el dinero era de ella y que no debería disponer su uso sin su autorización, él le contestó, que lo haría y que no alegara.

Vi a dos chavos peleando en el centro de Toluca, uno era conductor de taxi, el otro peatón. Estaban a punto de arrearse unos guantazos, cuando un policía llegó, los separó e impuso el orden. Tenía años que no veía un oficial ejercer su autoridad y mantener la paz.

Hay carros por todos lados. Corren a izquierda, derecha, de frente, se cierran, tocan el claxon, se mientan la madre, se desesperan. Les urge llegar a la reunión familiar para prodigarse amor, pareciera que las palabrotas, enojos, mentadas, golpes y regaños suscitados en el trayecto, nada afectan al espíritu navideño que la familia demanda.

María lloraba, acaba de ser despedida del trabajo. Pronto será Navidad. Juan está enojado, su jefa lo regaña y él hace las cosas mal y de malas, no se explica, por qué no lo valora.

Crece el número de accidentes automovilísticos, los más delicados son consecuencia del alcohol, el teléfono o los enojos.

Muchos matrimonios inician su separación en temporada navideña. La bonanza, no trae paz duradera a los hogares. El dinero no sirve para dar felicidad, sólo es vehículo que en las manos apropiadas, da fruto y florece, dejando parabienes, pero en las equivocadas, genera dolor y tristeza. Nunca una paz duradera.

Jesucristo no festejó la Navidad, él es la Navidad, la verdad, la paz, el amor.

Ayer estuve con el “Rayito de esperanza” El Mesías tropical, según otros, Andrés Manuel López Obrador, quien en la temporada navideña ve sumarse las candidaturas, mientras el año concluye. Así, los suspirantes a cargos públicos ya mandaron su cartita a Santa Claus, aunque, varios de los regalos vendrán en bloque y tendrán que repartirse. El ejercicio que supondrá: hacer a un lado la envidia, el celo, la codicia, la ira, aceptar los mejores perfiles y no enlodar a los opositores, es como el alacrán que acepta viajar montado en el lomo de una rana, prometiendo no picarla. Su naturaleza se impone, la pica y la mata.

Navidad es cambiar el corazón del hombre, dominar el temperamento negativo, llenarlo de frutos buenos. Es creer y esperar.

Anayanssi y yo, charlamos sobre las posadas. En la Biblia no se mencionan. Sólo indica el libro de Mateo que salieron de Jerusalén (José y María) para Egipto, a fin de evitar la matanza decretada por Herodes, en los niños menores de 3 años. Diego de Soria fue el iniciador de la profesión en 1857. Las posadas exhiben la dureza del corazón de los hombres de todos los tiempos, que no quisieron dar alojamiento a una mujer embarazada y su esposo. Al final, alguien los recibe y el niño nace.

Hablamos de Navidad, sin espíritu navideño. Amor sin praxis. De dientes para afuera.

Leí entre las páginas de sabiduría cibernética el cuento de un niño que dice a una pequeña que la ama y ella le contesta: “De verdad o como los adultos”.

Feliz Navidad os deseo…

Era una pareja de esposos, los vi caminar juntos en el centro comercial. Ella le decía que el dinero era de ella y que no debería disponer su uso sin su autorización, él le contestó, que lo haría y que no alegara.

Vi a dos chavos peleando en el centro de Toluca, uno era conductor de taxi, el otro peatón. Estaban a punto de arrearse unos guantazos, cuando un policía llegó, los separó e impuso el orden. Tenía años que no veía un oficial ejercer su autoridad y mantener la paz.

Hay carros por todos lados. Corren a izquierda, derecha, de frente, se cierran, tocan el claxon, se mientan la madre, se desesperan. Les urge llegar a la reunión familiar para prodigarse amor, pareciera que las palabrotas, enojos, mentadas, golpes y regaños suscitados en el trayecto, nada afectan al espíritu navideño que la familia demanda.

María lloraba, acaba de ser despedida del trabajo. Pronto será Navidad. Juan está enojado, su jefa lo regaña y él hace las cosas mal y de malas, no se explica, por qué no lo valora.

Crece el número de accidentes automovilísticos, los más delicados son consecuencia del alcohol, el teléfono o los enojos.

Muchos matrimonios inician su separación en temporada navideña. La bonanza, no trae paz duradera a los hogares. El dinero no sirve para dar felicidad, sólo es vehículo que en las manos apropiadas, da fruto y florece, dejando parabienes, pero en las equivocadas, genera dolor y tristeza. Nunca una paz duradera.

Jesucristo no festejó la Navidad, él es la Navidad, la verdad, la paz, el amor.

Ayer estuve con el “Rayito de esperanza” El Mesías tropical, según otros, Andrés Manuel López Obrador, quien en la temporada navideña ve sumarse las candidaturas, mientras el año concluye. Así, los suspirantes a cargos públicos ya mandaron su cartita a Santa Claus, aunque, varios de los regalos vendrán en bloque y tendrán que repartirse. El ejercicio que supondrá: hacer a un lado la envidia, el celo, la codicia, la ira, aceptar los mejores perfiles y no enlodar a los opositores, es como el alacrán que acepta viajar montado en el lomo de una rana, prometiendo no picarla. Su naturaleza se impone, la pica y la mata.

Navidad es cambiar el corazón del hombre, dominar el temperamento negativo, llenarlo de frutos buenos. Es creer y esperar.

Anayanssi y yo, charlamos sobre las posadas. En la Biblia no se mencionan. Sólo indica el libro de Mateo que salieron de Jerusalén (José y María) para Egipto, a fin de evitar la matanza decretada por Herodes, en los niños menores de 3 años. Diego de Soria fue el iniciador de la profesión en 1857. Las posadas exhiben la dureza del corazón de los hombres de todos los tiempos, que no quisieron dar alojamiento a una mujer embarazada y su esposo. Al final, alguien los recibe y el niño nace.

Hablamos de Navidad, sin espíritu navideño. Amor sin praxis. De dientes para afuera.

Leí entre las páginas de sabiduría cibernética el cuento de un niño que dice a una pequeña que la ama y ella le contesta: “De verdad o como los adultos”.

Feliz Navidad os deseo…