/ martes 29 de marzo de 2022

Rescate Tierra | Antesala del infierno 

Me pregunto, ¿Si Vladimir Putin, provocó la guerra con Ucrania, para acercarnos a una Tercera Guerra Mundial?

La forma en que inicio el conflicto, como el matón del pueblo o el chavo abusivo que ha todos quiere bulear, hasta que encuentra a alguien que lo enfrenta, lo exhibe y lo detiene.

Por las armas nadie lo paró. Según la información circulante, le pegó con todo a objetivos militares y civiles, no se detuvo con Donesk, Lugansk, Mariupol y Kiev, fue por todo y la presión económica fue la única manera de detenerlo sin enfrentarlo militarmente.

Ayer, dijo que se retiraba mientras mostraba el poderío de sus misiles supersónicos. Hoy dice que ya se va, que retira las fuerzas rusas de Ucrania, si esta firma, los compromisos de no adhesión a la OTAN, y se rinde.

El discurso político actual, sigue una línea a nivel Mundial, se dice una cosa y se hace otra, en todas las corrientes políticas e ideológicas, con sus honrosas excepciones. Se procura ganar a toda costa, sin importar quienes tengan que sufrir, ni cuanto dinero cueste, ni si el resultado final es la muerte. Parece que vamos a un destino final al estilo de sálvese quien pueda.

La presión de occidente para detener a Putin, sin pasar a las armas, fue económica. Sanciones, congelamiento de cuentas, cancelación de contratos, todo para reventar financieramente a Rusia y desalentar a sus posibles aliados, entre los que quedó México, a pesar del TMEC.

Sin embargo, el contexto que deja el ataque a Ucrania midió las fuerzas de dos bloques en el escenario global que vivimos. La OTAN, no se atrevió a enfrentar a Putin, Estados Unidos, no se atrevió a enfrentar a Putin, Europa, no enfrento a Putin. Los aliados ideológicos de Rusia, observaron y discretamente ofrecieron apoyo, para no parecer muy comprometidos, China, Cuba, Corea del Norte.

La economía global, el sistema, socavó la estabilidad económica rusa, congeló las cuentas de sus oligarcas, o sea, los más ricos rusos, algo así como congelar las cuentas de Slim, Salinas Pliego, los Garza Sada y uno que otro magnate mexicano, para reventar la economía del país, aunque en el país, no es necesario, el guía moral de la Nación se ha encargado de enfrentarla y empobrecerla. Mostrar belicosidad económica parece rendir resultados, siempre y cuando el objetivo no sea guerra total.

Hoy, el mundo tiene un nuevo factor de inestabilidad, que muestra lo frágil del pacto pacifista, donde basta un pequeño inconforme y poco sabio líder, para sacudir a todos ante el riesgo de una guerra de destrucción masiva.

El planeta vive escenarios de conflicto que hacen pender sus estabilidad, ecología, salud y paz, de un hilo. Sin guerra estamos condenados a sufrir los estragos del abuso que hacemos ante la destrucción del medio ambiente, el calentamiento global, la pobreza mundial, con mas de 3 mil millones de pobres, 4 millones de refugiados ucranianos, millones de familias afectadas por la guerra, devaluación de las monedas, enriquecimiento del pequeño grupo que controla la economía mundial. Con guerra aceleramos los procesos de baja sustentabilidad, retrasando las acciones contra el cambio climático.

El Mundo, le falló a Ucrania y Rusia le falló al Mundo.

Me pregunto, ¿Si Vladimir Putin, provocó la guerra con Ucrania, para acercarnos a una Tercera Guerra Mundial?

La forma en que inicio el conflicto, como el matón del pueblo o el chavo abusivo que ha todos quiere bulear, hasta que encuentra a alguien que lo enfrenta, lo exhibe y lo detiene.

Por las armas nadie lo paró. Según la información circulante, le pegó con todo a objetivos militares y civiles, no se detuvo con Donesk, Lugansk, Mariupol y Kiev, fue por todo y la presión económica fue la única manera de detenerlo sin enfrentarlo militarmente.

Ayer, dijo que se retiraba mientras mostraba el poderío de sus misiles supersónicos. Hoy dice que ya se va, que retira las fuerzas rusas de Ucrania, si esta firma, los compromisos de no adhesión a la OTAN, y se rinde.

El discurso político actual, sigue una línea a nivel Mundial, se dice una cosa y se hace otra, en todas las corrientes políticas e ideológicas, con sus honrosas excepciones. Se procura ganar a toda costa, sin importar quienes tengan que sufrir, ni cuanto dinero cueste, ni si el resultado final es la muerte. Parece que vamos a un destino final al estilo de sálvese quien pueda.

La presión de occidente para detener a Putin, sin pasar a las armas, fue económica. Sanciones, congelamiento de cuentas, cancelación de contratos, todo para reventar financieramente a Rusia y desalentar a sus posibles aliados, entre los que quedó México, a pesar del TMEC.

Sin embargo, el contexto que deja el ataque a Ucrania midió las fuerzas de dos bloques en el escenario global que vivimos. La OTAN, no se atrevió a enfrentar a Putin, Estados Unidos, no se atrevió a enfrentar a Putin, Europa, no enfrento a Putin. Los aliados ideológicos de Rusia, observaron y discretamente ofrecieron apoyo, para no parecer muy comprometidos, China, Cuba, Corea del Norte.

La economía global, el sistema, socavó la estabilidad económica rusa, congeló las cuentas de sus oligarcas, o sea, los más ricos rusos, algo así como congelar las cuentas de Slim, Salinas Pliego, los Garza Sada y uno que otro magnate mexicano, para reventar la economía del país, aunque en el país, no es necesario, el guía moral de la Nación se ha encargado de enfrentarla y empobrecerla. Mostrar belicosidad económica parece rendir resultados, siempre y cuando el objetivo no sea guerra total.

Hoy, el mundo tiene un nuevo factor de inestabilidad, que muestra lo frágil del pacto pacifista, donde basta un pequeño inconforme y poco sabio líder, para sacudir a todos ante el riesgo de una guerra de destrucción masiva.

El planeta vive escenarios de conflicto que hacen pender sus estabilidad, ecología, salud y paz, de un hilo. Sin guerra estamos condenados a sufrir los estragos del abuso que hacemos ante la destrucción del medio ambiente, el calentamiento global, la pobreza mundial, con mas de 3 mil millones de pobres, 4 millones de refugiados ucranianos, millones de familias afectadas por la guerra, devaluación de las monedas, enriquecimiento del pequeño grupo que controla la economía mundial. Con guerra aceleramos los procesos de baja sustentabilidad, retrasando las acciones contra el cambio climático.

El Mundo, le falló a Ucrania y Rusia le falló al Mundo.