/ martes 21 de junio de 2022

Rescate Tierra | Él quería llegar. Llegó…

Y no supo adonde ir. En los sectores público y privado, son codiciados los líderes que además de saber llegar a la meta, saben como hacerla crecer cumpliendo los objetivos del bien anhelado, no es sólo llegar. Es hacer crecer para bien, aquello que se alcanza.

En mis años mozos conocí al director general de la entonces Celanese, una empresa grande, prospera que necesitaba replantear sus objetivos en función del mercado e incursionar en el Pet. Platicar con él, amplio mis conocimientos generales de administración, planeación, comunicación, relaciones publicas, laborales y muchas más. Era un hombre misión, alguien que sabía adonde quería ir y como hacer crecer los talentos que tenía.

La Biblia habla de 3 varones a los que se les dan talentos a cuidar. El primero, los toma, los multiplica y al regreso del dueño es premiado por haberlos multiplicado al 100 por ciento. El segundo, los hizo crecer el 50 por ciento, también recibe beneficios por su esfuerzo, el tercero, los recibió y escondió sin multiplicarlos, meditando que él porqué debería trabajar para alguien, a quien no debía nada.

El propietario al ver la generosidad y trabajo de los dos primeros empleados, correspondió a su dedicación, aumentando su riqueza y responsabilidades, al tercero, lo despidió. Su egoísmo, envidia y mala disposición, le impidió ver las posibilidades de la responsabilidad encomendada, perdió todo y más.

En el camino por la vida, he encontrado siempre a los 3 personajes. Personas triunfadoras y personas que siempre se quejan, culpando de sus errores a los demás, no saben asumir retos. Lo mas triste, es cuando esos individuos, quejumbrosos y apáticos, por alguna extraña circunstancia llegan a posiciones de mando y deben cuidar y hacer crecer metas, que no querían, sólo deseaban reconocimiento y poder, no saben servir, pero hablan mucho de ello.

Encantan a las personas con su visión quejumbrosa del mundo. Se alían con individuos e instituciones que aprovechan su ira, para manipular a conveniencia los resultados. Lo importante es el poder, no servir.

En su tránsito por la vida, -porqué algún día morirán- tales personajes destruyen lo que tocan. Diría mi Madre, “no dejan títere con cabeza”, destruyen economías, familias, sistemas de salud, servicios, empresas, finanzas, gobiernos y casi siempre dejan herederos, peores que ellos.

Quizá, en algún momento, topemos alguno. Nada como alejarse y contarlo a quien mas confianza tengamos, para no caer en sus redes y después tengamos que pasar muchos años de esfuerzo, para corregir el desorden provocado por el mal Siervo. Al decir Siervo, no hablo de un esclavo, sino de quien es útil a otros y a si mismo, sin sentirse menos, por servir más.

2023 y 2024, serán años cruciales para México, espero que lleguen a los puestos de mando, buenos siervos. Hombres misión, con visión y trabajo.

Licenciado en Comunicación

Maestrando en Periodismo Político

pedro_gomez77@hotmail.com

Y no supo adonde ir. En los sectores público y privado, son codiciados los líderes que además de saber llegar a la meta, saben como hacerla crecer cumpliendo los objetivos del bien anhelado, no es sólo llegar. Es hacer crecer para bien, aquello que se alcanza.

En mis años mozos conocí al director general de la entonces Celanese, una empresa grande, prospera que necesitaba replantear sus objetivos en función del mercado e incursionar en el Pet. Platicar con él, amplio mis conocimientos generales de administración, planeación, comunicación, relaciones publicas, laborales y muchas más. Era un hombre misión, alguien que sabía adonde quería ir y como hacer crecer los talentos que tenía.

La Biblia habla de 3 varones a los que se les dan talentos a cuidar. El primero, los toma, los multiplica y al regreso del dueño es premiado por haberlos multiplicado al 100 por ciento. El segundo, los hizo crecer el 50 por ciento, también recibe beneficios por su esfuerzo, el tercero, los recibió y escondió sin multiplicarlos, meditando que él porqué debería trabajar para alguien, a quien no debía nada.

El propietario al ver la generosidad y trabajo de los dos primeros empleados, correspondió a su dedicación, aumentando su riqueza y responsabilidades, al tercero, lo despidió. Su egoísmo, envidia y mala disposición, le impidió ver las posibilidades de la responsabilidad encomendada, perdió todo y más.

En el camino por la vida, he encontrado siempre a los 3 personajes. Personas triunfadoras y personas que siempre se quejan, culpando de sus errores a los demás, no saben asumir retos. Lo mas triste, es cuando esos individuos, quejumbrosos y apáticos, por alguna extraña circunstancia llegan a posiciones de mando y deben cuidar y hacer crecer metas, que no querían, sólo deseaban reconocimiento y poder, no saben servir, pero hablan mucho de ello.

Encantan a las personas con su visión quejumbrosa del mundo. Se alían con individuos e instituciones que aprovechan su ira, para manipular a conveniencia los resultados. Lo importante es el poder, no servir.

En su tránsito por la vida, -porqué algún día morirán- tales personajes destruyen lo que tocan. Diría mi Madre, “no dejan títere con cabeza”, destruyen economías, familias, sistemas de salud, servicios, empresas, finanzas, gobiernos y casi siempre dejan herederos, peores que ellos.

Quizá, en algún momento, topemos alguno. Nada como alejarse y contarlo a quien mas confianza tengamos, para no caer en sus redes y después tengamos que pasar muchos años de esfuerzo, para corregir el desorden provocado por el mal Siervo. Al decir Siervo, no hablo de un esclavo, sino de quien es útil a otros y a si mismo, sin sentirse menos, por servir más.

2023 y 2024, serán años cruciales para México, espero que lleguen a los puestos de mando, buenos siervos. Hombres misión, con visión y trabajo.

Licenciado en Comunicación

Maestrando en Periodismo Político

pedro_gomez77@hotmail.com