Concluye la primer semana en Madrid y comienza la última. He acudido a decenas de conferencias de prensa y reuniones de diferentes países durante la COP25, en la ya reconocida como emergencia climática. Hasta el día de hoy, todo parecía simulación en las probables acciones de reforestación para el Nevado de Toluca, pero, charlando con Mariana Silva, consultora de IDOM, me comentó de una asociación que hoy anunció su entrada a la bolsa con bonos de carbono para reforestar el Nevado de Toluca. Ante esto, sólo faltaría saber quién, qué gobierno y cómo controlarán a los taladores ilegales.
Ayer estuvo Greta Thunberg en la cumbre. Acusó a todos de no estar haciendo nada o de ir en las soluciones y transformaciones más lento de lo necesario. El destino nos alcanzó, detener el calentamiento de la Tierra requeriría bajar la temperatura a 1.5 grados centígrados, actualmente rondamos los 3 grados y se espera que a finales de siglo estemos por los 4 grados centígrados.
Qué planeta dejaremos a las nuevas generaciones. Cambiar el sistema económico que ante las propuestas de la cumbre ve pérdidas económicas y gasto en inversión para migrar al uso de energías limpias, fabricar vehículos que no dependan de la gasolina, reducir la producción de plásticos hoy usados en ropa, envases, estructuras automotrices, zapatos, aparatos eléctricos, vajillas, muebles, etcétera.
La cultura forestal es otro problema. Los taladores ilegales o no ven como negocio el aprovechamiento forestal no sustentable. Son mafias que no dudan en amenazar los ejidos, comunas y propiedad privada ubicadas en reservas mexicanas. Incluso hay empresas trasnacionales que pagan por sembrar papa en donde debería haber árboles. Empresarios turísticos que talan manglares. Mineros que deforestan montes azules en Chiapas. Una industria automotriz que paga impuestos altísimos y no migra a vehículos híbridos, los que además son muy caros y quienes tienen el dinero no los están comprando.
La voracidad económica no tiene límites. Urge un cambio de conducta. Educar las generaciones presentes y futuras para que no sólo estén conscientes de la emergencia, sino que actúen.
Es curioso el escenario de la COP25. Las decisiones importantes requieren del acuerdo de los gobiernos, quienes bajan las políticas públicas aprobadas por su gobierno, previa discusión y acuerdo en el High Level Group que se reúne en la COP. Afuera y alrededor de las reuniones están los módulos de los países e instituciones asistentes que muestran sus acciones y ofertan productos y servicios. El tercer actor es la sociedad civil que sufre las consecuencias de la “emergencia climática” y lo expresa en los foros y ruedas de prensa esperando que alguien los escuche.
Mañana y por dos días más, continuará la COP25 y en 1 año volveremos a analizar los avances en Glasgow durante la COP 26. Ojalá haya mejores noticias.
Presidente de Proyecto Jord Lu'um A. C.
Licenciado en Comunicación egresado de la UAEM
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