/ martes 14 de abril de 2020

Rescate Tierra | Hoy, el mundo ha cambiado


Por años la humanidad previó la aparición de una enfermedad que se propagara a nivel global, provocando una mortandad de millones de personas. Todo parecía ficción, series de televisión como la canadiense, Re-génesis, se han convertido en proféticas.

La reacción del sistema de salud mundial ante la amenaza, fue lenta, pero ha ido funcionando, reduciendo el número de víctimas. Y en caso de haber otra pandemia, seguramente varios protocolos de salud se repetirían.

El gobierno de Alfredo del Mazo, en el estado de México, con su oficina de inteligencia epidemiológica, al frente de la cual está Víctor Torres, fue de las primeras en tener información y sugerir acciones. Hubo quienes comentaban que era muy pronto para prevenir, sin embargo los hechos confirmaron lo contrario.

En el tema económico, a diferencia del sanitario, no había protocolos escritos. El tema es hacer negocios, ganar dinero, sostener empleos, dar trabajo a muchas familias, enriquecer y dar estabilidad a las naciones. Pero muchos de los dueños del capital mundial, no lo ven así, para ellos, es cuestión de hacer buenos negocios y ganar dinero.

Las consecuencias, se hicieron ver al principio de la amenaza. Hubo empresas que despidieron empleados, otras les bajaron el sueldo, el gobierno empalmó la cuarentena con las vacaciones de semana santa, para reducir el impacto. El sector público, dejó de pagar facturas y dedicar el recurso al control sanitario, sin considerar que muchas empresas sufrirían las consecuencias y deberían facturas y empleos.

Parece que las casas de empeño, comienzan a recibir artículos conforme la cuarentena avanza y los recursos bajan. Las fronteras de algunos países se cierran a los productos extranjeros. México, veía amenazada su proyección económica de acuerdo a la caída de precios del petróleo y llevará algún rato reaccionar ante la adversidad.

Hay bancos que se niegan a aceptar que sus clientes no tienen ingresos y los intereses acabarán con su capacidad de pago. Y en el planeta, se hace necesario un replanteamiento de las reglas del juego, para evitar abusos que quiebren economías nacionales.

Trabajar desde casa, es una opción, peo no es suficiente. Hay actividades económicas que requieren del contacto humano. El turismo, la construcción, la administración pública, la salud, la venta de alimentos, la maquila y muchas áreas, deberán replantear sus procesos y estar preparadas ante otro evento no deseado, que nos lleve al aislamiento.

Tal vez, las naciones, los dueños del dinero, las sociedades mutualistas, las grandes empresas mundiales y todos los involucrados en el funcionamiento de la maquinaria económica, deban hacer un alto y reiniciar en condiciones que den oportunidad a todos los afectados por la pandemia, naciones y personas. Algo como borrón y cuenta nueva.

Sigamos adelante y hagamos lo mejor para todos.


Por años la humanidad previó la aparición de una enfermedad que se propagara a nivel global, provocando una mortandad de millones de personas. Todo parecía ficción, series de televisión como la canadiense, Re-génesis, se han convertido en proféticas.

La reacción del sistema de salud mundial ante la amenaza, fue lenta, pero ha ido funcionando, reduciendo el número de víctimas. Y en caso de haber otra pandemia, seguramente varios protocolos de salud se repetirían.

El gobierno de Alfredo del Mazo, en el estado de México, con su oficina de inteligencia epidemiológica, al frente de la cual está Víctor Torres, fue de las primeras en tener información y sugerir acciones. Hubo quienes comentaban que era muy pronto para prevenir, sin embargo los hechos confirmaron lo contrario.

En el tema económico, a diferencia del sanitario, no había protocolos escritos. El tema es hacer negocios, ganar dinero, sostener empleos, dar trabajo a muchas familias, enriquecer y dar estabilidad a las naciones. Pero muchos de los dueños del capital mundial, no lo ven así, para ellos, es cuestión de hacer buenos negocios y ganar dinero.

Las consecuencias, se hicieron ver al principio de la amenaza. Hubo empresas que despidieron empleados, otras les bajaron el sueldo, el gobierno empalmó la cuarentena con las vacaciones de semana santa, para reducir el impacto. El sector público, dejó de pagar facturas y dedicar el recurso al control sanitario, sin considerar que muchas empresas sufrirían las consecuencias y deberían facturas y empleos.

Parece que las casas de empeño, comienzan a recibir artículos conforme la cuarentena avanza y los recursos bajan. Las fronteras de algunos países se cierran a los productos extranjeros. México, veía amenazada su proyección económica de acuerdo a la caída de precios del petróleo y llevará algún rato reaccionar ante la adversidad.

Hay bancos que se niegan a aceptar que sus clientes no tienen ingresos y los intereses acabarán con su capacidad de pago. Y en el planeta, se hace necesario un replanteamiento de las reglas del juego, para evitar abusos que quiebren economías nacionales.

Trabajar desde casa, es una opción, peo no es suficiente. Hay actividades económicas que requieren del contacto humano. El turismo, la construcción, la administración pública, la salud, la venta de alimentos, la maquila y muchas áreas, deberán replantear sus procesos y estar preparadas ante otro evento no deseado, que nos lleve al aislamiento.

Tal vez, las naciones, los dueños del dinero, las sociedades mutualistas, las grandes empresas mundiales y todos los involucrados en el funcionamiento de la maquinaria económica, deban hacer un alto y reiniciar en condiciones que den oportunidad a todos los afectados por la pandemia, naciones y personas. Algo como borrón y cuenta nueva.

Sigamos adelante y hagamos lo mejor para todos.