/ miércoles 27 de julio de 2022

Rescate Tierra | México, el lugar más caliente 

Hermosillo, Sonora llegó a los 47.5 grados centígrados, convirtiéndose en la ciudad más caliente del planeta, superando naciones de Reino Unido, Italia, Francia, Bélgica y Holanda cuyos termómetros rebasaron los 40 grados centígrados.

La más alta temperatura alcanzada en México fue de 58.5 grados en 1966 el 6 de julio en San Luis Rio Colorado, Sonora, pero desde 2015 hasta la fecha, Sonora ha tenido temperaturas superiores a 48 y 50 grados centígrados compitiendo con el Sahara y la India.

Tener olas de calor en el mundo, no era raro, se repetían en ciclos aproximados de 50 años, pero no permanecían, ni eran estimuladas por condiciones antropogénicas.

Podemos decir que la ola de calor en el mundo, no es cíclica como en el pasado. Hoy, es consecuencia de la actividad humana y detenerla no será fácil.

93 por ciento de la superficie forestal del planeta se regenera de manera natural y es deforestada de forma antinatural, por el hombre y por incendios. 1/3 de la superficie del planeta está cubierta de árboles y cerca del 54 por ciento se ubica en la zona de la amazonia, destruida con el beneplácito de Bolsonaro.

Un bosque genera humedad, captura agua, fomenta la recarga natural de los ríos, atempera la temperatura en los lugares donde se desarrollan, pero si sólo 1/3 de la superficie tiene bosques y los incendios resultado de las sequías se multiplican.

En mi último libro titulado, “La penúltima guerra”, describo un cinturón húmedo recorriendo el mundo, al estilo del ecuador, una demarcación geográfica, sin las consecuencias del cambio climático, pero insuficiente para albergar y mantener los 7 mil 500 quinientos millones de personas que habitamos el mundo.

Lo ideal es detener el calentamiento, migrar a una economía circular que reduzca nuestro daño al planeta, establecer mecanismos para la restauración de nuestra casa, la Tierra, pero las metas propuestas a nivel mundial para alcanzarlo parecen insuficientes. Los hombres de la Tierra, no tienen la voluntad de hacerlo, están enfrascados en que comer, vestir, pasear, reproducirse, divertirse y en el escenario actual no hay futuro para el planeta.

Lo vemos en México, pareciera que el futuro no nos alcanzará, y las autoridades se entretienen impulsando procesos productivos altamente dañinos y contaminantes, justificando las acciones por el 1 por ciento con que contribuye México, al calentamiento del planeta. 1 por ciento entre 196 naciones cuyos porcentajes se suman alcanzando el 100 por ciento.

Espero que el destino no nos alcance y logremos detener el suicidio colectivo en que nos hemos enrutado, por el egoísmo, apatía y desamor en que aprendimos a subsistir.

Maestrando de la Escuela de Periodismo Carlos Septién

Licenciado en Comunicación por la UAEM

Pedro_gomez77@hotmail.com


Hermosillo, Sonora llegó a los 47.5 grados centígrados, convirtiéndose en la ciudad más caliente del planeta, superando naciones de Reino Unido, Italia, Francia, Bélgica y Holanda cuyos termómetros rebasaron los 40 grados centígrados.

La más alta temperatura alcanzada en México fue de 58.5 grados en 1966 el 6 de julio en San Luis Rio Colorado, Sonora, pero desde 2015 hasta la fecha, Sonora ha tenido temperaturas superiores a 48 y 50 grados centígrados compitiendo con el Sahara y la India.

Tener olas de calor en el mundo, no era raro, se repetían en ciclos aproximados de 50 años, pero no permanecían, ni eran estimuladas por condiciones antropogénicas.

Podemos decir que la ola de calor en el mundo, no es cíclica como en el pasado. Hoy, es consecuencia de la actividad humana y detenerla no será fácil.

93 por ciento de la superficie forestal del planeta se regenera de manera natural y es deforestada de forma antinatural, por el hombre y por incendios. 1/3 de la superficie del planeta está cubierta de árboles y cerca del 54 por ciento se ubica en la zona de la amazonia, destruida con el beneplácito de Bolsonaro.

Un bosque genera humedad, captura agua, fomenta la recarga natural de los ríos, atempera la temperatura en los lugares donde se desarrollan, pero si sólo 1/3 de la superficie tiene bosques y los incendios resultado de las sequías se multiplican.

En mi último libro titulado, “La penúltima guerra”, describo un cinturón húmedo recorriendo el mundo, al estilo del ecuador, una demarcación geográfica, sin las consecuencias del cambio climático, pero insuficiente para albergar y mantener los 7 mil 500 quinientos millones de personas que habitamos el mundo.

Lo ideal es detener el calentamiento, migrar a una economía circular que reduzca nuestro daño al planeta, establecer mecanismos para la restauración de nuestra casa, la Tierra, pero las metas propuestas a nivel mundial para alcanzarlo parecen insuficientes. Los hombres de la Tierra, no tienen la voluntad de hacerlo, están enfrascados en que comer, vestir, pasear, reproducirse, divertirse y en el escenario actual no hay futuro para el planeta.

Lo vemos en México, pareciera que el futuro no nos alcanzará, y las autoridades se entretienen impulsando procesos productivos altamente dañinos y contaminantes, justificando las acciones por el 1 por ciento con que contribuye México, al calentamiento del planeta. 1 por ciento entre 196 naciones cuyos porcentajes se suman alcanzando el 100 por ciento.

Espero que el destino no nos alcance y logremos detener el suicidio colectivo en que nos hemos enrutado, por el egoísmo, apatía y desamor en que aprendimos a subsistir.

Maestrando de la Escuela de Periodismo Carlos Septién

Licenciado en Comunicación por la UAEM

Pedro_gomez77@hotmail.com