/ martes 19 de abril de 2022

Rescate Tierra | No pasó...


No pasó la reforma eléctrica de AMLO, se quedó con 277 votos de los 332 que necesitaba. Intentar comprenderla es complicado. El precio de la luz ha subido, aunque el preciso dijo, que no subiría. Incumplir los acuerdos con las empresas generadoras de energía, de manera limpia, retrasó la transición energética de acuerdo a lo pactado con la ONU, mas de 3 años. No hay una visión global, ni local, de como implementar la transición para migrar a energías limpias, conservar empleos, descubrir áreas de oportunidad donde los mexicanos podamos invertir y reducir el golpe al desempleo, la inflación, la seguridad, el medio ambiente, el agua, los bosques y estabilidad familiar en un país que debe procurar desarrollarse, cuidando el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible.

La estrategia de gobierno, que hasta ahora se observa, parece de visión parcial, si cerramos empresas, perdemos empleos, al encarecer los productos básicos, afectamos la vida y alimentación familiar, al cerrar guarderías dañamos el ritmo de trabajo de madres y jefas de familia, al igual que detener recursos para organizaciones no gubernamentales que atienden problemas sociales adonde los programas públicos no llegan y las políticas públicas son insuficientes. Proveer de dinero a los usuarios de manera directa fomenta la ineficiencia de los programas al ser usado en objetivos diferentes al programado.

Quizá el único sector que habla positivamente de los programas es el de los adultos mayores, y no todos, porque son más a los que no llega el programa y los dineros a pesar de necesitarlos.

No es malo proteger los bienes y recursos de la Nación, para que esta no sea subyugada y empobrecida por otros países, pero eso no se logra limitando la participación e inversión extranjera. Hay proyectos científicos, tecnológicos y financieros de origen foraneo donde contar con empresas y conocimientos de otras naciones, enriquecería a México y desarrollaría nuevos nichos.

Este último párrafo lo he confirmado en el tema del tratamiento de agua, sirve de ejemplo la visita que hice en 2018 a la planta tratadora “recién construida” de Temascalcingo, es una bella planta, pero no cuidaron la provisión de energía eléctrica a un precio accesible, de modo que la planta operó algunos meses hasta que el costo de operación la obligó a parar. Mi sugerencia fue construir una granja solar a un lado de la planta, para no depender de la CFE, todo el tiempo y reducir el costo. Recorriendo el país encontré varias plantas en la misma situación, las cuales son necesarias para dar tratamiento al agua que utilizamos y reintegrarla más limpia a los acuíferos.

La tendencia mundial de acuerdo a las políticas globales, es migrar al uso de energías limpias en la producción eléctrica, convertir la planta vehicular de gas, gasolina y diésel a híbridos o de hidrógeno, construir edificios amigables con el medio ambiente, fomentar el uso de la bicicleta, construyendo estacionamientos apropiados en todo espacio urbano, incrementar la seguridad, fomentar el empleo, incentivar empresas limpias y familias educadas de acuerdo al nuevo entorno global, al que estamos integrados, aunque quienes hoy dirigen las instituciones públicas del país, parecen desconocerlo.


No pasó la reforma eléctrica de AMLO, se quedó con 277 votos de los 332 que necesitaba. Intentar comprenderla es complicado. El precio de la luz ha subido, aunque el preciso dijo, que no subiría. Incumplir los acuerdos con las empresas generadoras de energía, de manera limpia, retrasó la transición energética de acuerdo a lo pactado con la ONU, mas de 3 años. No hay una visión global, ni local, de como implementar la transición para migrar a energías limpias, conservar empleos, descubrir áreas de oportunidad donde los mexicanos podamos invertir y reducir el golpe al desempleo, la inflación, la seguridad, el medio ambiente, el agua, los bosques y estabilidad familiar en un país que debe procurar desarrollarse, cuidando el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible.

La estrategia de gobierno, que hasta ahora se observa, parece de visión parcial, si cerramos empresas, perdemos empleos, al encarecer los productos básicos, afectamos la vida y alimentación familiar, al cerrar guarderías dañamos el ritmo de trabajo de madres y jefas de familia, al igual que detener recursos para organizaciones no gubernamentales que atienden problemas sociales adonde los programas públicos no llegan y las políticas públicas son insuficientes. Proveer de dinero a los usuarios de manera directa fomenta la ineficiencia de los programas al ser usado en objetivos diferentes al programado.

Quizá el único sector que habla positivamente de los programas es el de los adultos mayores, y no todos, porque son más a los que no llega el programa y los dineros a pesar de necesitarlos.

No es malo proteger los bienes y recursos de la Nación, para que esta no sea subyugada y empobrecida por otros países, pero eso no se logra limitando la participación e inversión extranjera. Hay proyectos científicos, tecnológicos y financieros de origen foraneo donde contar con empresas y conocimientos de otras naciones, enriquecería a México y desarrollaría nuevos nichos.

Este último párrafo lo he confirmado en el tema del tratamiento de agua, sirve de ejemplo la visita que hice en 2018 a la planta tratadora “recién construida” de Temascalcingo, es una bella planta, pero no cuidaron la provisión de energía eléctrica a un precio accesible, de modo que la planta operó algunos meses hasta que el costo de operación la obligó a parar. Mi sugerencia fue construir una granja solar a un lado de la planta, para no depender de la CFE, todo el tiempo y reducir el costo. Recorriendo el país encontré varias plantas en la misma situación, las cuales son necesarias para dar tratamiento al agua que utilizamos y reintegrarla más limpia a los acuíferos.

La tendencia mundial de acuerdo a las políticas globales, es migrar al uso de energías limpias en la producción eléctrica, convertir la planta vehicular de gas, gasolina y diésel a híbridos o de hidrógeno, construir edificios amigables con el medio ambiente, fomentar el uso de la bicicleta, construyendo estacionamientos apropiados en todo espacio urbano, incrementar la seguridad, fomentar el empleo, incentivar empresas limpias y familias educadas de acuerdo al nuevo entorno global, al que estamos integrados, aunque quienes hoy dirigen las instituciones públicas del país, parecen desconocerlo.